Aseguran los expertos que tener una buena autoestima nos hace más fuertes y seguros ante las dificultades que podamos encontrar en el camino. Por ello, construir y tener un buen autoconcepto de uno mismo se antoja fundamental para la vida en general y para muchas situaciones en particular.
"Si uno no se gusta, no brilla ante los demás, se hace invisible y oculta todas sus cualidades sin darse cuenta. Cuando no nos gustamos, los mensajes que nos decimos son negativos (por ejemplo, estoy feo/a). Al estar sometidos a este constante rechazo, evidentemente nos sentimos mal y este daño nos lleva a dejar de ser atractivos e interesantes para los demás. Y esto no tiene nada que ver con el físico ni con la inteligencia ni con la experiencia. Es una cuestión únicamente de seguridad", afirma a EL MUNDO Silvia Congost, psicóloga especializada en autoestima y dependencia emocional (Autoestima automática).
Una de las situaciones de la vida en la que la autoestima es importante para nosotros es en esas primeras citas en las que estamos conociendo a alguien que de algún modo nos despierta interés. En este sentido, ¿cómo influyen las inseguridades o los complejos que podamos tener?
Por ejemplo, y haciendo alusión únicamente a la imagen personal, una reciente encuesta publicada por eDarling y Quémepongo (realizada a una muestra de usuarios del portal de citas) revela que "un 80% de los solteros españoles no se siente a gusto con su imagen de manera eventual". Además, y según esta misma encuesta, el 71% de los españoles encuestados consideraba que "la imagen personal es uno de los factores que pueden determinar el éxito en una primera cita y ser definitivo a la hora de avanzar a un segundo encuentro".
Las inseguridades más comunes
Existen complejos e inseguridades tanto físicas como psicológicas, pero "no todas las personas experimentan inseguridades, complejos y miedos en una primera cita, pues en realidad depende de cómo sea su autoestima: de cómo se vea y sienta consigo misma en general, más allá de esa cita y de esa otra persona", apunta Congost.
Sin embargo, asegura la experta que "las personas con una buena autoestima son las mínimas, por lo que en la mayoría de casos sí que existen esos miedos ante una primera cita, en la que pensamos que la otra persona tiene unas expectativas y no sabemos si vamos a cumplirlas. Conectamos con el miedo al rechazo, que es uno de los miedos más profundos que tenemos los seres humanos, y que va unido al miedo a quedarnos solos".
Las inseguridades más comunes tienen que ver con el aspecto físico, la inteligencia y la simpatía en ese orden, señala José Bustamante, psicólogo, sexólogo y miembro permanente de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual (¿En qué piensan los hombres?).
"Por desgracia, se sigue alimentando la idea de que el físico tiene una importancia capital y, lo que es peor, en muchas ocasiones, hasta tiene una parte de verdad y es que en un mundo en el que la inmediatez se considera una virtud, una persona que no destaque por su atractivo tiene menos posibilidades de que el otro le dedique el tiempo necesario para conocerla antes de descartarla como posible pareja. Nos perdemos a tantas personas interesantes por no dedicar algo más de tiempo a conocerlas...", lamenta el profesional.
Dentro del aspecto físico, y en este caso fuera del concepto de citas que nos ocupa, cabe destacar y mencionar la publicación de un reciente estudio presentado en la 124º convención anual de la Asociación Americana de Psicología que muestra que algo está cambiando con respecto a la autopercepción que las mujeres tienen de su cuerpo y, en concreto, de su peso.
Según este metaanálisis de más de 250 estudios -realizado entre los años 1981 y 2012-, en los que se incluyeron la opinión y la autopercepción del cuerpo de 100.228 mujeres, éstas, a medida que avanzaban los años, estaban cada vez más satisfechas con su cuerpo y con su peso.
Con respecto a los hombres, los mismos investigadores realizaron otro metaanálisis que mostraba que ellos se preocupaban más que las mujeres por su musculatura. Pero, la autopercepción de los hombres con respecto a la musculatura no ha variado, según este estudio, sino que se mantiene igual o similar a lo largo de los años.
Por otro lado, y volviendo al caso de las primeras citas, es importante señalar otro de los factores que no ayudan precisamente a sentirse seguro en estas situaciones. Este es el de cómo se entiende el concepto de cita en sí. Esto es, "en vez de pensar en pasar un rato agradable conociendo a otra persona, lo hemos traducido a una especie de examen sentimental", afirma Silvia Carpallo, sexóloga y escritora (Si el amor te dijo no, pregúntale otra vez). "No vamos a conocer a otra persona, vamos a juzgarla y a evaluar si es apto para el puesto, es decir, el de ser un compañero con el que poder tener una relación temporal, indefinida, o por obra y servicios", apunta.
Por ello, es fundamental quitarse la presión, ser más libres a la hora de hablar y responder lo que se quiera y no lo que se espera que se diga. "El problema es que acudimos a la cita con tanta presión que muchas veces todo resulta tan forzado que conseguimos justo lo contrario", sostiene la escritora.
Dar la mejor versión de uno mismo
Son muchos los factores que influyen en el éxito de una primera cita, y no hay nada que asegure al 100% las garantías de ese éxito. Todo, como siempre, depende de cada persona y de cada situación. No hay reglas ni fórmulas mágicas ni teorías infalibles. Dicho esto, y según apunta Bustamante, "por regla general, sabemos que a la mayoría de personas les gusta que el otro se muestre seguro pero que no caiga en la prepotencia, que sea flexible mentalmente pero sin que signifique falta de personalidad. Gusta la inteligencia y que tenga una buena capacidad de escucha".
En esto hay muchos tópicos, pero no cabe duda de que muchos de ellos pueden funcionar. Por ejemplo, "el famoso 'sé tu mismo' es una buena idea, pero yo añadiría que en una primera cita, lo que funciona es ser la mejor versión de ti mismo. Tenemos que tener en cuenta que necesitamos que el otro se dé la oportunidad de conocernos, así que es una buena idea mostrarle primero lo que más nos gusta de nosotros mismos, para después dejar ver nuestro lado menos atrayente", recomienda Bustamante.
Además, en estas primeras citas no es necesario mentir, apunta por su parte Carpallo, sino sólo sacar lo mejor de nosotros: "Dejarse llevar por el momento, no forzarlo todo y recordar que no todo depende de nosotros, sino de la química que pueda o no surgir, de que tengamos cosas en común, y de que habrá citas en las que conozcamos gente afín a nosotros, pero otras en las que no, y eso no tiene nada que ver con ninguna de nuestras inseguridades".
Sin duda, lo mejor, según los expertos, es gustarnos y querernos a nosotros mismos: "No gustarse es la consecuencia de mirar con mucha más atención lo que no nos gusta de nosotros que lo que sí. Cuando lo hacemos, sin darnos cuenta, mostramos esa imagen a los demás y por eso acaban atendiendo a esa parte de nosotros", sostiene Bustamante. Además, añade: "Cuando no nos gustamos a nosotros mismos, les mostramos a los demás la parte menos hermosa de nosotros,no les dejamos ver la versión más bella y en realidad más real".
Algo que puede ayudarnos a sentirnos más seguros en esos primeros encuentros es "no fingir que somos diferentes", dice Congost. Esto es, "si hay algo que nos genera inseguridad, va bien incluso comentarlo, porque así al hablarlo le quitamos peso y si el otro reacciona correctamente, nos sentiremos muy bien y mucho menos preocupados", aconseja.
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