viernes, 25 de noviembre de 2016

Claves para avivar la pasión

El desafío de las parejas modernas para que el sexo doméstico funcione radica en conciliar lo seguro y predecible con las situaciones excitantes, misteriosas y sorprendentes, sin disonancia entre compromiso y emoción, responsabilidad y juego, un símil al del ancla y las olas.

La psicoterapeuta belga Esther Perel, autora del libro “Inteligencia erótica”, nos da las claves para mantener la pasión en la pareja, con sus veinte años de experiencia en terapias por diferentes países, ya que creció en Bélgica, estudió en Israel y terminó su formación en USA, bebiendo treinta años de culturas muy diferentes.

SEXUALIDAD E INTIMIDAD EMOCIONAL, MUY DISTINTAS

Para Perel, “la emoción viene de la mano de la incertidumbre, del entusiasmo por abrazar lo desconocido”, hechos que, en principio, están reñidos con el sexo doméstico, “porque sexualidad e intimidad emocional son dos idiomas distintos”.

“Como un camisón de franela”, definió una de las pacientes de Perel a su marido, tras calificarle también de “muy considerado y muy tierno”. “Amor cómodo”, lo calificó Perel, tras destacar que la pareja carecía de sensualidad y, mucha más, de deseo sexual.

Y es que los elementos de protección y cuidado que alimentan la vida hogareña pueden ir en contra del espíritu rebelde del amor carnal ya que, al intentar crear una sensación de cercanía en nuestra relación y un puente de unión rompemos, paradójicamente, el erotismo.

EL SECRETO: CREAR CIERTA DISTANCIA EN LA PAREJA

“La inteligencia erótica consiste en crear cierta distancia entre la pareja para luego hacer cobrar vida en cada espacio, en crear la distancia esencial para el deseo, en tener un espacio (físico, emocional e intelectual) que sólo me pertenece a mí, porque no todo hay que mostrarse”, asegura Perel.

El psicólogo francés Jacques Salomé habla de la necesidad de desarrollar una intimidad personal con uno mismo como contrapeso de tu pareja. En nuestra intimidad mutua hacemos el amor, tenemos hijos y compartimos espacio físico e intereses, de hecho, mezclamos las partes fundamentales de nuestras vidas.

Pero ¡ojo!, “fundamental” no significa mezclar todas las partes, porque la intimidad personal delimita una zona privada que requiere tolerancia y respeto y no todo tiene que mostrarse. Para este terapeuta, “todas las parejas deberían cultivar un jardín secreto”.

La autora constata en su libro la paradoja de que en los actuales tiempos de revolución sexual, liberación femenina y normalización de tabúes, las parejas tengan menos relaciones que antes, “ya que, muy a menudo, las parejas se instalan en la comodidad que brinda el amor sin tabúes, dejan de avivar la llama del deseo y se olvidan de que el fuego necesita aire”, asevera Esther Perel.

DEL AMOR AL DESEO

Para definir bien los conceptos, la terapeuta subraya que mientras el amor disfruta sabiéndolo todo del otro, el deseo necesita algo de misterio, que si la intimidad crece a través de la repetición y la familiaridad, el erotismo se adormece con los mismos hechos, mientras que el misterio, lo original y lo inesperado le da alas.

“No es necesario el amor para tener sexo, pero el sexo es necesario para el amor”, subraya Perel a las parejas que acuden a su consulta con cariño, pero sin deseo, y apunta que el riesgo del matrimonio pasa porque, al intentar controlar la pasión, acabas con ella.

¿Y dónde radica el punto medio? Anthony Robbins, un experto en motivación, lo expone claramente al remachar que “la pasión en una relación es proporcional a la cantidad de incertidumbre que se puede tolerar”.


lunes, 21 de noviembre de 2016

Novedosa modalidad de hacer el amor para parejas ajetreadas

Dolors Gasull i Mola y Emili Magrí i Baijet se conocieron en la boba de unos amigos gay. Estuvieron sentados juntos durante el extravagante banquete que siguió la sencilla ceremonia civil, simplemente porque les tocó la misma mesa. Sus nombres estaban escritos en las cartulinas plateadas que había sobre los platos.

Por mucho que las bodas tengan fama de semillero de nuevos enlaces, ni Dolors ni Emili sintieron el menor deseo de emular el ejemplo de los felices novios que no paraban de besarse.
Conversaron lo justo entre plato y plato, pues no parecían tener gran cosa que decirse. Después de los cafés y licores, se marcaron un par de bailes: la cortesía obligaba. Apartando por un momento su apatía, Emili, al despedirse de Dolors, le pidió que le diera su teléfono. Dolors se lo dijo muy deprisa y él lo apuntó.

Una veintena de veces
La llamada se produjo. Quedaron. Tomaron unas copas en un bar de moda. Se acostaron en el piso de Emili. Al cuarto de hora de llegar, ya le estaba llamando un taxi. Repitieron la misma secuencia una veintena de veces antes de que Dolors se viniera a vivir con Emili. Eran pareja a todos los efectos, aunque, entre semana, sólo coincidían en casa a última hora cuando los dos estaban realmente agotados.

Dolors se levanta todos los días a las siete, cuando Emili, que trabaja en una multinacional en Sant Cugat, ya se ha marchado. Lo primero que hace es correr como una condenada durante media hora en la cinta de Emili, antes de ducharse y desayunar a toda prisa, pues le gusta estar en la oficina –es programadora- antes de que llegue su jefa, que suele ser sobre las ocho y media.

Rara vez vuelven a casa a la misma hora, de modo que casi nunca cenan juntos. Además, Dolors es vegana y Emili, un carnívoro empedernido. Tampoco ven la televisión o echan de vez en cuando una partidilla de cualquier juego de mesa. Cada uno se dedica a sus cuentas de Facebook, Twitter o LinkedIn. Emili siempre se acuesta el primero; ya ronca cuando llega a la cama Dolors.

Cita para acostarse
Tras pasar varios meses sin hacer el amor o siquiera acariciarse, acordaron reservar la última hora de las tardes de los sábados para estos menesteres. Como ya sabían los antiguos yoguis, el sexo bien entendido te ofrece más usos o posturas que una navaja suiza, pero hay que saber manejarla sin lastimarte. En el caso de esta pareja, empero, había una única postura que complacía a ambos; a saber: acostados sobre su lado izquierdo, él detrás de ella.

Pero enseguida surgió un problema. A ella le gustaba hacerlo con la luz apagada y a él no. Solución: que se pusiera Dolors un antifaz. El invento dio bastante buen resultado hasta que un sábado en plena faena Dolors, complacida, se dio cuenta de que Emili nunca había sido tan retozón. Intrigada, se levantó el antifaz, y lo hizo justo en el instante que Iniesta marcaba un gol en la pantalla de iPhone que seguía Emili con los auriculares puestos.

Los siguientes veinte segundos fueron el no va más para los dos…gol…gol…gol..gol.¡goooooooooooooooooool! Desde entonces las noches de la pareja son otra cosa. Se acuestan y, mientras lo hacen, ella sigue el último capitulo de "Masters of Sex”, que le encanta, chatea o adelanta un poco el trabajo. A Emili le atrae más una web de esas o echar una hojeada al Financial Times.



Test: ¿Sigues enamorado de tu pareja?

¿Qué queda del enamoramiento una vez que expiran esos dos o tres años de gracia que nos regala la biología humana? ¿Cuáles son sus síntomas cuando ya hemos consumido el cóctel explosivo de hormonas que llenan el amor de euforia, suspiros o arrumacos y cuando ya, ni por asomo, sentimos las mariposas que revoloteaban en nuestros estómagos?

Ante tales preguntas, lo habitual es que la pareja se encoja de hombros y esboce una sonrisa socarrona para salir airosa del paso. El asunto no se liquida con un par de frases, por lo que hemos pedido la colaboración de tres profesionales que manejan herramientas y termómetros muy diferentes para evaluar si seguimos o no enamorados y sopesar si lo nuestro aún tiene remedio.

Inaugura el cuestionario Manuel J. Castillo, catedrático de fisiología médica. Nos propone un triple reto: medir nuestro grado de amor erótico, comprobar cómo lo sentimos en el cuerpo y asegurarnos de que el apego y el deseo sexual siguen dando firmeza a la relación de pareja, como valores seguros e ineludibles aunque el tiempo pase.

1.¿Aún salta la chispa de vez en cuando?
2.¿Sientes la necesidad de compartir con tu pareja lo importante?
3.¿Y las cosas nimias? ¿Sientes esa misma necesidad de compartirlas?
4.¿Te gusta coincidir en el mismo espacio?

5.¿Te despiertan empatía o indulgencia actitudes que en otra persona te crisparían?
6.¿Te apetece hablar con esta persona, verla y reír con ella?
7.¿Sientes necesidad de contacto con su piel?
8.¿Disfrutas sexualmente?
9.¿Te ilusionan los proyectos en común?

10.Si no está presente, ¿la echas de menos?
11.¿Sientes sintonía con esta persona?
12.¿Mantiene aún un fuerte atractivo o magnetismo personal para ti?
13.¿Todavía se te acelera el pulso en alguna ocasión?
14.¿Buscas su compañía sin obsesionarte y sin acosarle con tus miedos o dudas?
15.¿Eres consciente de que la locura del amor es transitoria?

Con la siguiente tanda de preguntas, la psicóloga y sexóloga Martina González Veiga va a tantear el momento anímico y emocional de nuestra relación. Dirige el Centro 'Con mucho gusto' cuyos talleres ayudan a que los sentimientos evolucionen más allá del subidón químico inicial.

16.Quererse es necesario, pero no suficiente. ¿Me aporta cosas buenas esta relación?
17.¿Y tú haces algo para aportar algo positivo?
18.Sopesando costes y beneficios, ¿ganan los beneficios?
19.¿El amor sostiene la relación, por encima de otros intereses (familiares, económicos o remordimientos)?

20.¿Te gusta quedarte a solas con esta persona?
21.¿Sientes que es alguien especial, mucho más que una amistad o alguien con quien compartes piso?

22.Mira hacia tu interior y responde con sinceridad: ¿quedan brasas que avivar?
23.¿Eres capaz de mirarle y mantener la mirada?
24.¿Sabes diferenciar la necesidad de equilibrio y estabilidad del amor auténtico?
25.¿Dedicas tiempo y cuidados a la relación?

El cuestionario lo cierra Luis Castellanos, filósofo y sabio en el manejo de las palabras, autor de 'La ciencia del lenguaje positivo'. Está convencido de que las palabras son el pedestal del amor. "Lo que intuyen los sentimientos, lo confirman las palabras. Cada una impacta en el cerebro y transforma nuestro modo de querer. Según qué expresiones eliges, estás alentando el amor o delatando el desamor".

26.¿Tiendes a evitar palabras de desprecio, los zascas, el insulto y el sarcasmo con tu pareja?
27.Si disparas una palabra negativa, destructiva o malsonante, ¿serías capaz de contrarrestarla con cinco palabras positivas?
28.¿En tus pensamientos y diálogos internos está presente tu pareja?
29.¿Te muestras receptivo a hablar con ella?

30.¿En tu hogar llueven más palabras positivas que negativas?
31.¿Has eliminado el silencio en tu relación como esa versión de la ira o del resentimiento?
32.¿Podrías mencionar ahora mismo más de una palabra o expresión que utilices a menudo relacionada con los afectos?
33.¿Hay sinceridad en esas expresiones que a veces se utilizan ya por costumbre, como "cariño", "amor" o "te quiero"?

34.Cuando dices "Un beso", ¿realmente estás sintiendo el beso?
35.¿Eres capaz de discutir sin destruir, de un modo creativo y constructivo?
36.¿Disfrutas reparando en cada palabra amable que esta persona te dirige?

Resultados
La respuesta afirmativa al menos a la mitad de las preguntas de cada bloque es síntoma de un estado de enamoramiento sereno y consciente de que el amor ahora se manifiesta de un modo más tibio.

Si hay un claro predominio de respuestas afirmativas solo en el primer bloque, puede que exista una fuerte atracción sexual, pero la relación puede tambalearse por falta de comunicación y proyectos en común.

Si hay mayor abundancia de "sí" solamente en los dos últimos bloques, es posible que el enamoramiento haya derivado hacia un estado de seguridad, estabilidad y equilibrio, pero gélido en pasiones y afectos. Tanta serenidad también tiene sus riesgos.

En general, cada respuesta afirmativa en este cuestionario garantiza un buen suministro de sentimientos de gozo, afectividad, energía y motivación para seguir adelante. El test debe tomarse como un entretenimiento útil para reconsiderar nuestro enamoramiento, pero sus resultados no indican diagnóstico. Como indica González Veiga, "cuando no hay claridad suficiente, los profesionales de la sexología pueden acompañar y ofrecer herramientas que permiten una buena evaluación y gestión de la situación".

domingo, 20 de noviembre de 2016

Saber vivir como pareja

Los comportamientos son parte de la comunicación y la sexualidad de las personas. El comportamiento en la mujer es guardar silencio frente al hombre lo que equivale una virtud. En la sociedad el comportamiento del hombre está asignado más en la emisión que en la recepción.

Continuamos aceptando las construcciones sociales que muestran que el dueño del proceso comunicacional es el hombre como que también se ve como una comunicación vertical, perjudicando a una formación de pareja exitosa.

Cuando existe una buena comunicación y la participación, es de ambos, se consolida la pareja, esta relación busca satisfacer necesidades afectivas fisiológicas, económicas.

Es importante comprender que comprometerse en la relación de pareja supone estar dispuesto a trabajar por el éxito de la misma y de hecho implica invertir energía y tiempo sin pensar en cosas que empañen la relación. El desarrollo de las potencialidades tanto del hombre como de la mujer, en el paso influye en la independencia, la fuerza y la seguridad de la pareja.

La vida nos enseña que tanto hombres como mujeres tenemos el derecho de comunicarnos con sentimientos de ternura y afectividad, todas las actividades compartidas dentro la vida familiar y comunitaria la realizamos en el sentido único del amor que ambos se tienen.

Esa comunicación abierta enseña a distribuirse tareas, ambos de igual manera llegarán a tomar decisiones y resolver los conflictos sin agresividad ni lastimándose.

En la intimidad, la pareja tiene un espacio reservado y propio de ambos. Buscando compartir sus sentimientos, ideas y comportamientos que llegarán a descubrirse ambos en lo más profundo, dándose la confianza, serán pilares que ayudarán en la intimidad como el compromiso, la honestidad, la empatía, hermoso construir para que la vida misma de uno sea de verdad de uno, no pensar que cosas negativas destruyan la ilusión de vivir siempre feliz porque como pareja no hay otra meta sino ser feliz.


Quiero ser tu prioridad

Cuando enamoramos o vivimos con alguien, siempre queremos que nuestra pareja haga de nosotros la prioridad de su vida y nos enojamos o resentimos cuando vemos que nuestra pareja tiene otras prioridades como su trabajo, los hijos, algunos eventos sociales con amigos, etc.

Ser prioridad de alguien no necesariamente significa que tiene que dedicar el 100% de su tiempo a pensar y vivir para nosotros.

La vida se compone de muchos espacios para una persona y estos necesitan ser atendidos sin confundir los demás, por ejemplo los hijos que hayan nacido, dentro o fuera del matrimonio, necesitan su espacio de atención por parte de uno de sus progenitores y por mucho que un padre o una madre quiera a sus hijos, y por muy importante que estos sean para él o para ella en su vida, ellos jamás podrán ocupar el lugar que está reservado para su pareja, y lo mismo ocurre con la presencia de nuestra pareja, por mucho que a él o a ella l@ amemos ésta jamás podrá ocupar el espacio dedicado para nuestros hijos, amigos y demás personas o actividades que forman parte de nuestro cotidiano.

Una persona inteligente sabe ubicarse en el lugar que le corresponde en la vida de su pareja, sin pretender invadir los demás espacios para quererlos llenar con su existencia.

La vida de una persona es comparada con el interior de una vivienda la cual está dividida en distintas reparticiones tales como sala, comedor, cocina, dormitorios, baños y demás dependencias y éstas a su vea se subdividen en pequeños espacios los cuales son llenados con cosas diferentes según nuestras necesidades personales. Y hay un espacio o lugar para cada cosa como por ejemplo, no podemos poner la vajilla en el baño o el coche en el dormitorio, ni la cama en el tejado. Y no es porque no podamos poner estas cosas en estos lugares, podemos hacerlo porque son objetos de la casa pero hay un lugar especial para cada cosa y debemos respetar ese orden establecido, porque es ahí que las necesitamos.

A las personas también le debemos darles el lugar que les corresponde y la debida importancia para que no alteren el orden normal de nuestra vida.

Es por eso que como parejas que somos jamás pretendamos querer acaparar toda la atención de nuestra pareja, ni querer invadir los espacios que están destinados para otras personas u otros fines, ni entrometernos en sus distintas actividades, aprendamos a respetar esos espacios personales y sociales de nuestra pareja sin involucrarnos tanto en el todo para no entorpecer la paz y la armonía en la vida familiar y sentimental.

Si tu pareja amorosamente te incluye y te hace partícipe en los diferentes espacios donde se mueve, debes sentirte privilegiada y aceptarlo con amor, para contribuir a su felicidad, pero si no es así, respétalo y ocupa bondadosamente el lugar que tienes en la vida de tu pareja, pues es ahí donde él o ella te quieren tener.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

¿Eres infiel por entrar en una red social de contactos?

"Me inscribí ahí por curiosidad, para divertirme y descubrir qué se cuece en ese mundo, nada más”. Es la excusa más escuchada por los expertos en terapia de parejas cuando sale a colación que uno de los protagonistas de la sesión (con independencia del sexo) descubre que el otro está apuntado en una página de citas. Lo afirma Carme Sánchez, codirectora del Institut de Sexologia de Barcelona y coincide con ella Esteban Cañamares Medrano, sexólogo y psicólogo clínico.

El dilema, revelan ambos, llega cuando hay que valorar si estar en una de esas páginas (sin que la pareja lo sepa) es o no una infidelidad. Problema que ahora acecha a millones de clientes de la red de sitios porno y encuentros sexuales AdultFriendFinder, cuyas conversaciones y datos personales han sido hackeados.

"Es complicado afirmar que por el simple hecho de estar en una de esas páginas son ya infieles”, afirma Carme Sánchez. Pero la excusa de que están ahí sólo para divertirse, sin intención de engañar a sus parejas, "siempre será muy débil”, añade esta sexóloga. Esteban Cañamares considera, por su parte, que las personas que han llegado a una de esas páginas por pura curiosidad "no llegaría al diez por ciento de los inscritos”.

Otro veinte o treinta por ciento "entrarían para tantear ese mundo porque ya están pensando en engañar a su pareja”, mientras que el resto (la mayoría) "tiene muy claro qué buscan ahí”, indica este psicólogo clínico.

Lo que sí tienen claro ambos sexólogos es que estas nuevas herramientas (las páginas y aplicaciones de citas) lo ponen todo más fácil a la hora de cometer una infidelidad. Aunque sería un error, recalca Cañamares, afirmar que ahora hay "más ganas de engañar” a la pareja. "El nivel de deseo –añade este sexólogo– está en los mismos niveles que décadas atrás, lo único que ha cambiado esque ahora los caminos para conseguir ese objetivo son mucho más accesibles”.

Carme Sánchez y Esteban Cañamares también coinciden –parten de su experiencia en sus consultas como terapeutas en conflictos de pareja– en que la mayoría de personas considera como una infidelidad el simple hecho de que su compañera o compañero se inscriba en una de esas páginas de citas sin revelarlo a la otra parte, con independencia de si ha habido o no contacto físico o un encuentro real para conocerse en persona. Así que las personas casadas o que viven en pareja y ahora saben que sus datos están en manos de hackers no lo van a tener fácil para explicar en su entorno familiar la "aventura cibernética ” si al final esa información privada se hace pública.

Los humanos estarían perdiendo la capacidad de excitación

"Voy a ser tu mayordomo y vos harás el rol de señora bien. O puedo ser tu violador, la imaginación esta noche todo lo puede", escribió Gustavo Cerati en su célebre Juegos de Seducción, algo que algunos aseguran se estaría diluyendo con el machismo y feminismo y la consecuente liberación sexual del siglo XXI. Cuestión que las personas se volvieron "más insensibles a los contenidos sexuales y están perdiendo capacidad emocional de excitación". Así lo demostró un reciente estudio de la Universidad Pompeau Fabra de Barcelona que midió las respuestas de los sujetos frente a ciertos estímulos eróticos.

"En los años 90, los resultados pueden ser imprecisos ya que imágenes calificadas originalmente altamente excitantes, hoy en día tienen una carga emocional disminuida y son menos excitantes", precisa el informe publicado en la revista científica PLoS ONE impulsado por los investigadores Alberto Betella y Paul Verschure.

Por ejemplo, los desnudos ya no son un paisaje reservado a la industria del porno, modelaje o actuación de revista, sino que hace décadas que los medios de comunicación y hasta las propias personas han ido desmitificando su connotación negativa y prohibida, volviéndolo algo más natural y corriente. Ya no resulta alarmante ver escenas de sexo explícitas en películas de Hollywood, cuerpos desnudos y en pose en las redes sociales.

La piel ha dejado de ser vista como un pecado y –según cómo se presente- hasta realza la belleza natural del cuerpo humano. Lo mismo fue sucediendo con la liberación sexual, fundamentalmente la de la mujer, quien hoy suple sin pudores sus necesidades sexuales al igual que los hombres lo hacen desde el principio de la existencia. Pero, el problema no radica en ese punto, sino en la deserotización y disminución del deseo.

Algunos sexólogos le atribuyen esa caída al exceso de oferta mientras que otros hablan de la ansiedad del ser humano de concretar el acto sin disfrutar el ahora. via GIPHY El sexólogo Juan Carlos Kusnetzoff lo resumió perfectamente en una frase: "Las ganas de llegar a retiro, hace que el humano se pierda en el camino el paisaje de las relaciones que van ocurriendo". Esa ansiedad es la misma que se intenta domar y apaciguar con técnicas de meditación porque –según argumentan algunos gurúes- nos alejan del disfrute del momento.

El equilibrio entre deseo, seducción, conquista, erotismo y culminación aparecerían entonces como un todo, algo que no estaría ocurriendo. "Obviamente las personas son cada vez más insensibles. Hay un enorme vacío erótico en beneficio del desempeño sexual y en mejorar los orgasmos. Hay una oferta de la industria farmacéutica que apunta únicamente al final orgánico de la sexualidad y poco a la provocación del estímulo, al erotismo", explicó Kusnetzoff en diálogo con Infobae. En la misma línea, expresó que la apariencia también vende eso.

"Lo cierto es que una cosa es la visión que uno tiene de la promoción de contenidos sexuales, la utilización propagandística del sexo y el erotismo, y otra muy distinta es la acción concreta que sucede en la cama. La mirada desviada y puesta en la finalidad del orgasmo, hace perder la aparición del deseo sexual", dijo. De acuerdo al estudio, el placer y la excitación –denominada "The Affective Slider" (AS)- disminuirían en la medida que el individuo adquiere más experiencia frente a algo, alguien o una situación ya vivida.

Betella y Verschure plantean la reflexión sobre "en qué medida la experiencia emocional y la expresión humana pueden ser mayormente moldeadas por la experiencia, y más específicamente en lo que concierne al placer y a las situaciones excitantes". Al respecto, el sexólogo insistió en que la idealización y expectativas depositadas en el sexo son a veces el peor enemigo: "Es necesario cerrar los ojos, abrazar, concentrarse en la sensibilidad propia y del otro, intentar disminuir la obsesión por la eyaculación y el orgasmo".

Y comentó que esto es algo que sucede cada vez más con mujeres" quienes "suelen tener orgasmos de una manera muy suave que puede pasar inadvertida para ellas y para los hombres" porque "están esperando un tsunami". via GIPHY Algunos detalles de la investigación El trabajo tenía un doble propósito: Probar la fiabilidad de la nueva escala AS y replicar las calificaciones proporcionadas por el International Affective Picture System (IAPS)".

El IAPS consiste en un banco de imágenes con múltiples categorías semánticas utilizado como estándar en estudios de psicología que permite obtener datos individuales a partir de la respuesta de los sujetos ante los estímulos. La escala The Affective Slider (AS) se compone de dos controles deslizantes que miden emociones básicas en términos de placer y excitación, siendo así una herramienta "más simple e intuitiva" para la autoevaluación en tiempo real que se basa en la escala Maniquí de Autoevaluación (SAM), una de las más usadas en psicología para el autoinforme.

Una de las conclusiones del estudio fue la demostración de que la escala AS puede sustituir la SAM en la autoevaluación de placer y excitación, "con las ventajas adicionales de ser un método autónomo y que se puede reproducir fácilmente en dispositivos digitales". Los investigadores concluyeron que existe una respuesta afectiva significativamente menor a los estímulos emocionales, es decir, que los autores muestran empíricamente que "hoy en día las imágenes IAPS no impactan tanto como en el pasado".

Los resultados del estudio apuntaron a una "insensibilidad ante los contenidos que provocan excitación", que según los autores está causada "muy probablemente a la gran presencia de este tipo de contenidos en los medios de comunicación".

lunes, 14 de noviembre de 2016

Los hombres que ayudan en las labores tienen una mejor vida sexual



Limpiar la casa, lavar la ropa, cocinar, arreglar el jardín y realizar tareas del hogar junto a tu pareja pueden darte una buena recompensa en la cama. A esa conclusión llegó un estudio de la Universidad de Alberta (Canadá), pues repartirse las tareas domésticas de forma igualitaria sería la garantía de una vida sexual más satisfactoria.

Sí, los hombres que participan equitativamente en la ejecución de las tareas del día a día tendrían relaciones sexuales más frecuentes y más satisfactorias. ¿No crees que es una buena razón para agarrar la escoba, el trapeador y los detergentes?.

Solène Paillet, directora de comunicación de Gleeden, valora este estudio: "Estos resultados concuerdan completamente con los testimonios de mujeres que recibimos cada día. Aunque se sientan realizadas en el seno de su relación de pareja y de su hogar, a veces están cansadas de un día a día pesado y no se sienten lo suficientemente respaldadas. Se liberan de sus responsabilidades, toman tiempo para sí mismas y vuelven a encontrar su identidad de mujer. Es una de las razones por las que ellas son cada vez más numerosas en nuestra plataforma", publica el sitio Gleeden.com

domingo, 13 de noviembre de 2016

La felicidad con sexo una vez por semana

¿Cuánto sexo es suficiente? Solo una vez a la semana es suficiente para lograr un nivel óptimo de felicidad entre los matrimonios heterosexuales o las relaciones de pareja de largo plazo, según un estudio publicado en el diario especializado Social Psychological and Personality Science.

Los científicos se basaron en encuestas a más de 30 mil estadounidenses durante cuatro décadas.

"Aunque un sexo más frecuente se asocia con más felicidad, esta relación ya no es significante a una frecuencia mayor a una vez a la semana", dijo la investigadora Amy Muise, psicóloga social de la Universidad de Toronto, Mississauga.

Los hallazgos sugieren que es importante mantener una conexión íntima con la pareja, pero no es necesario tener sexo todos los días mientras mantengas esa conexión.

Los investigadores observaron que el estudio no estaba diseñado para mostrar la causa-efecto, por lo que aún queda por determinar es si la felicidad conduce a tener una relación sexual por semana u ocurre en sentido contrario.

El estudio también fue limitado a personas con pareja.

"De hecho, no hay asociación entre la frecuencia del sexo y el bienestar en las personas solteras", dijo Muise.

Los resultados del estudio también fueron consistentes entre grupos de edades, género y la duración de la relación, ya sean meses o décadas.

La psicóloga indicó que las parejas deberían discutir si sus necesidades sexuales son satisfechas, en lugar de simplemente presionar para tener más sexo.

"Es importante mantener una conexión íntima con tu compañero sin poner demasiada presión en tener relaciones sexuales con tanta frecuencia como sea posible", añadió.

CONDICIÓN

No querer tener sexo no es un síntoma de padecer un problema patológico, ni mucho menos es sinónimo de insatisfacción en la relación. En muchas ocasiones, el estrés y la falta de un ambiente adecuado son determinantes al momento de decir que no.

La inapetencia sexual no es única en las mujeres. Los hombres también tienen desequilibrios, causados por el cansancio o alguna enfermedad, y no por ello debe considerarse que la relación en pareja no funciona, que existe una tercera persona o que el amor se acabó.

Para la médica sexóloga Nereyda Lacera existen cuatro causas fundamentales para que haya indisposición al momento de tener sexo. La primera, es el cansancio físico o mental "por eso se incluye el estrés, el agotamiento y la depresión que podemos definirlas como las principales causas psicológicas de la negativa en la relación sexual".

La segunda, es la falta de un ambiente adecuado. Especialmente en las mujeres los factores externos como, la televisión encendida y los niños despiertos, entre otras influencian su apetito sexual.

Mientras que el tercero, está relacionado con el sueño "sobre todo cuando las personas tiene largas jornadas de trabajo y llegan a su casa con la única intención de ver su almohada", dice Lacera. La última causa son los conflictos en pareja. Los resentimientos, las peleas e incluso la ira influyen al momento de tener una relación sexual, de acuerdo con la sexóloga "si bien muchas parejas intentan resolver las diferencias en la cama, hay otras que les quita el deseo, es lo más común que uno espera".

"Negociar es fundamental. Uno puede conversar y entender, pero yo soy una de las que hablo mucho del poder de masturbación de las parejas", dice la sexóloga Flavia Dos Santos, quien además especifica que a la hora "de satisfacerse, el que necesita de sexo puede acudir a un vibrador o a la masturbación y el otro no se siente presionado a dar más de lo que puede o quiere".

Lacera asegura que al momento de no querer tener una relación sexual es decirlo "en un tono cálido y amable", con el fin de que la otra persona no se sienta rechazada ni lastimada. Así mismo, dice Lacera, es importante que el otro no magnifique el hecho y entienda que no es una situación de la cual preocuparse, a menos que se vuelva repetitiva.

La mejor solución contra el no, es el diálogo, dice Lacera, sobre todo en el caso de las mujeres que prefieren no decir nada hasta el momento que se encuentran en la cama. Las excusas son válidas, pero "hay que buscar nuevas alternativas, cambiar el ambiente, las posiciones y sobre todo cuando el no es muy evidente, porque en muchas ocasiones se calla cuando existen frustraciones o depresiones", acotó la sexóloga.


sábado, 12 de noviembre de 2016

El amor maduro

De todos es sabido que el amor maduro es el que perdura. El amor romántico termina en poco tiempo. El romanticismo es tan candente que se disuelve en su propio fuego o como burbuja de jabón que derrite el sol y que de un momento a otro desaparece.



El amor que permanece

Lo que permanece es el amor que es alimentado con comprensión y respeto por parte de la pareja y se convierte en un amor maduro. ¿Cómo madura una relación amorosa?

El amor maduro no nace, se construye a través del tiempo de convivencia. El amor que madura es el verdadero, es un amor sin infidelidades de parte de ninguno de los dos, un amor donde los resentimientos, el rencor y el irrespeto están ausentes durante la relación.

Es un amor sincero, que anida cariño, lealtad y muchos deseos de compenetración en cuanto a sentimientos y otros ingredientes que lo fortalezcan.



Cuando el amor no madura

Muchas veces el amor que no madura, se compara con un fruto que cae del árbol antes de tiempo. Este fruto cae verde y termina secándose con sabor agrio o amargo.

El filósofo y psicólogo Erick Fromm, quien fue muy reconocido en el siglo XX escribió un libro llamado "El Arte de Amar" en el cual el afirma que el amor maduro no es sinónimo de amar al otro porque lo necesitas, sino porque tú necesitas a esa persona en tu vida, entonces lo amas.

Muchos comparan el amor con el vino, entre más se añeja en el corazón más sabroso sabe.



El amor durante la vejez

Llegar a la vejez con es una etapa muy satisfactoria porque el amor ha perdurado, madurado y ha llegado a su máximo esplendor. Es precisamente durante la vejez cuando el amor se vuelve más noble y adquiere una mayor madurez.

Aquí es donde se vuelve más real y práctico y no es adornado con la ilusión que tiene la pareja joven de llegar a ser felices.

Llegar a conocer al otro es una tarea ardua que lleva tiempo y a veces no hay tiempo que alcance, porque toda persona es única en sus gustos y personalidad.



Las características del amor maduro

El amor maduro comparte ciertas características como la comunicación efectiva entre la pareja. Dos personas que se aman verdaderamente al solo mirarse se leen sus sentimientos en su mirada.

Este tipo de amor se alimenta de sabiduría y no ha sido contaminado con relaciones ilícitas ni aventuras pasajeras para afirmarse.

El amor maduro se alimenta de la confianza que tiene el uno por el otro para amarse con la libertad que da el no guardar secretos ni de ninguna clase por parte de ambos. Estas cualidades del amor maduro son las que lo convierten en el amor verdadero y lo hacen fuerte al punto de resistir desafíos y problemas que la vida les presenta.



viernes, 11 de noviembre de 2016

Flirtear: ¿una infidelidad?



De acuerdo con Google Trends, una cuestión que preocupa a la humanidad, dada la cantidad de preguntas al respecto, es la duda existencial de si flirtear es engañar o no a la pareja. Aunque es una pregunta con tintes inocentes, despierta todo tipo de opiniones (e interpretaciones). Pero puesto que esta cuestión quita el sueño a muchas parejas, muchos expertos en la materia teorizan sobre esta afición, tendencia o como quieras llamarlo. Y es que según David Dryden Henningsen, profesor de la Northen Illinois University, en EEUU, flirtear no siempre tiene una motivación sexual. Y es que desde pequeños nos programan para ‘caer bien a todo el mundo’ y nos inculcan que sonreír y ser amables es nuestra mejor tarjeta de presentación.

Henningsen distingue cuatro razones por las que los humanos flirteamos, muy aparte de la erótica. Flirteamos como diversión, cuando las dos partes entran en el juego pero saben que éste no tiene ningún fin más allá de pasar el rato. Flirteamos como forma de elogio o de masajear el ego de nuestro interlocutor, al mismo tiempo que nos hacen lo mismo con el propio: “los hombres y las mujeres se enzarzan en el flirteo porque es agradable y les hace sentirse atractivos. Es también una forma de hacer que los demás se sientan mejor”, comentaba Dryden al diario online Huffington Post. Asimismo, practicar este “deporte” puede ser también, según este experto, utilizado para conseguir cosas o persuadir a alguien, como quien tontea con el camarero para obtener más rápido las bebidas. Lo que no se traduce, necesariamente, en que quiera irse a casa con él. Este arte es también usado para explorar el posible interés romántico u erótico que suscitamos en los demás. Una especie de simulador para cuando queramos lanzarnos de con quien más nos interese.



¿Un arte que debemos abandonar?

Sea el flirteo un arte, una práctica o un juego… la pregunta que surge es: ¿Debemos abandonarlo el momento en que estamos con alguien? De acuerdo a Iván Rotella, sexólogo, terapeuta de pareja, director de Astursex, centro de atención sexológica en Avilés, y miembro de La Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS), “el tema es un clásico y uno de los puntos que causa más peleas porque la pareja es una de las pocas sociedades que se forman sin negociar antes las bases o los estatutos que van a regularla. Algunas personas se enamoran del Ché y luego, cuando llevan meses conviviendo con él, le reprochan que viste siempre con el mismo uniforme y lleve barba. Las parejas deben ser lo que ellas elijan y llegar a acuerdos, en los que ambos tendrán que ceder. Aceptar el flirteo es uno de esos puntos a negociar si a alguno de los miembros le molesta y, si se admite, debe tener también sus reglas”, apunta Rotella.



Una forma de canalizar el deseo erótico

Queremos tener pareja y, al mismo tiempo, mantener el deseo centrado en una sola dirección durante el mayor tiempo posible, algo que es más complicado de lo que parece. De acuerdo a Rotella, es natural querer canalizar ese deseo y que sean compatibles con la pareja. “Flirtear es, junto con las fantasías sexuales, una de las maneras en las que poder gestionar el deseo erótico que cualquier persona sana debe tener. Si la pareja llega a acuerdos y pone los límites, esta actividad puede ser muy saludable porque fomenta la autoestima y es una forma de entrenar la libido, que luego podemos utilizar con nuestra media naranja. Algunas personas pueden sentirse también halagadas al ver que su pareja, siendo atractivo/a a mucha gente, los ha elegido a ellos. Y esto puede resultar muy excitante”, asegura en una entrevista al diario El País.



Totalmente natural

Por otro lado, no olvidemos que muchas personas son seductoras por naturaleza y pueden tener una actitud de flirteo sin ser conscientes de ella. Aunque, en opinión de Rotella, “esto puede ser también una estrategia para ocultar la inseguridad, Muchos seductores son, en el fondo, grandes tímidos o personas necesitadas de afecto que buscan su cuota de atención. Flirtear es casi siempre una actividad sin muchas consecuencias porque, la mayoría de las veces, el placer está en la caza y no en la pieza”.

Si luego de saber todo esto, aun sigues prohibiendo el flirteo, Rotella aconseja hacerlo cuando estemos solos para evitar molestar a terceros; ya que imponer el criterio de uno cuando el otro no está de acuerdo solo logra crear víctimas y despertar rencor. “Siempre digo que una cosa es la sinceridad, fundamental en las relaciones afectivas, y otra el sincericidio. No hay que decirlo todo a la pareja, no estamos obligados a contarle nuestras fantasías o cosas sin trascendencia que puedan generar susceptibilidades. Hay cosas que pertenecen, única y exclusivamente, a nuestro jardín privado”.



LO DIJO:

“No hay que decirlo todo a la pareja, no estamos obligados a contarle nuestras fantasías o cosas sin trascendencia que puedan generar susceptibilidades. Hay cosas que pertenecen, única y exclusivamente, a nuestro jardín privado”.


Sexo sin ganas: qué nos impide decir 'no'

El sexo debería ser lujurioso, sensual, lúbrico, caprichoso, pasional, cariñoso... adjetivos en los que el deseo se sobreentiende. Sin embargo, se practica muchas veces sin ganas. Ahí tenemos el débito conyugal para salvar el matrimonio, el consentimiento en un contexto laboral por miedo a represalias o el coito como la guinda forzosa que remata el coqueteo entre dos tórtolos en una noche de jarana. Son algunos de los ejemplos que expone el psicólogo alicantino Pablo Vallejo-Medina, que investiga el fenómeno como director del Laboratorio Sexual Konrad Lorenz, en Colombia.

Su mayor interés es averiguar por qué nos falta decisión a la hora de rechazar una propuesta sexual, repudiar un beso o incluso frenar en seco una vez iniciado el sexocuando uno madura la situación y no quiere seguir. Su primera apreciación es que toda persona tiene el derecho de interrumpir una escena sexual cuando lo desee sin recibir reproche o crítica por parte de nadie. "Lo contrario es sexo forzado, o al menos involuntario, algo que está ocurriendo muy a menudo".

Al laboratorio Konrad Lorenz podríamos trasladar también, como objeto de estudio, el comentario que hizo recientemente un concursante de televisión ante una audiencia casi adolescente: "Si tú me das a entender una cosa y yo... me acelero, luego no me digas hasta aquí, ahora ya no, me voy, porque sinceramente yo ya no razono". Y si este hombre ya no razona, el psicólogo se plantea varias cuestiones: ¿Cómo se puede definir su actitud de un modo suave? ¿Abuso? ¿Atraco a la dignidad femenina? ¿No es una norma elemental en la sexualidad humana el consentimiento mutuo, aunque la ropa interior cuelgue ya de la lámpara?

En sus investigaciones, Vallejo-Medina observa cómo hay personas con mayor tendencia a la excitación sexual y otras a la inhibición sexual, si bien pueden darse los dos fenómenos a la vez. Es decir, una mujer, pongamos por caso una de las pretendientes del susodicho concursante, está muy excitada sexualmente, pero de repente se inhibe. "Puede tener mil razones. Que piense que no es el momento, que decida que realmente no le gusta este caballero o que repare en las consecuencias que podrían derivar de un escarceo sexual con él".

El psicólogo habla desde la neurología y está utilizando el modelo de control dual para ver qué sustancias se van activando en el cerebro y analizar así la tendencia de cada persona. "El problema es que no todo el mundo tiene la normalidad que le capacita para frenar. Se dan muchos casos de individuos que, aparte de no reprimirse, se excitan fácilmente e interpretan como una señal sexual cualquier gesto o palabra. Un escote, por ejemplo, sería para ellos una insinuación sexual. También un guiño o una carantoña. Son hombres y mujeres que puntúan muy alto en excitación, pero muy bajo en inhibición, y esto va a modular su comportamiento en las relaciones".

Todo ello explicaría, según Vallejo-Medina, por qué a veces tenemos sexo cuando no queremos y otras veces no lo tenemos cuando sí queremos. "Cuando alguien no responde de acuerdo con su deseo a este tipo de personas acaba teniendo sexo sin ganas o involuntariamente, casi coaccionado o sintiéndose presionado por el contexto". Lo normal es tener un equilibrio entre excitación e inhibición, de manera que podamos decidir nuestro comportamiento sexual y contenernos si vemos que no sería apropiado llegar a más.

A la espera de más resultados en el laboratorio, su propuesta es una sexualidad asertiva como factor de protección y como predictor de una relación de deseo mutuo, satisfacción sexual y orgasmos más intensos. "La asertividad es sutil, evita que la persona rechazada se sienta herida y elimina la culpabilidad y la sumisión en la pareja y permite experimentar mayor gozo con el propio cuerpo", concluye. Los tres pasos básicos serían:

•Saber decir "no". Es importante que exista un equilibrio entre lo que dicta el cerebro y el deseo del cuerpo. Si la cabeza se niega, parece complicado que el cuerpo se prepare para un sexo placentero. Es preferible, por tanto, saber negarse que un sexo forzado o condicionado por las circunstancias.

•Habilidad para iniciar el sexo cuándo y cómo uno desea. El sexo por inercia es nefasto para los dos. Siempre tiene que haber un deseo y un consentimiento mutuo. Esto incluye también la negociación del uso del preservativo.

•Expresar nuestros deseos y nuestros gustos sexuales. En la cama nos volvemos pésimos comunicadores y esto impide que haya satisfacción. La buena comunicación es uno de los factores más decisivos en el bienestar de la pareja.

martes, 8 de noviembre de 2016

¿Sabes realmente cuándo le gustas a otra persona?

Una mirada, un guiño o una sonrisa son gestos que pueden hacernos creer que le gustamos a la persona que los ha hecho. Este pensamiento puede ser cierto o puede, simplemente, ser una película que nos montamos en la cabeza.

Según apunta una investigación realizada por expertos de las universidades estadounidenses de Iowa e Indiana, la manera en la que percibimos este tipo de señales varía según nuestro sexo.
Para analizar cómo se percibe el interés sexual, los investigadores mostraron 173 fotos de mujeres que expresaban distintas señales a las 276 mujeres y 220 hombres que participaron en el estudio.

Algunas de las mujeres retratadas mostraban actitudes claras sobre el interés sexual, o bien muy interesadas o todo lo contrario; en otro grupo de imágenes lo que variaba era la vestimenta, o muy provocativa o lo opuesto; y en las terceras cambiaban el contexto en el que estaban.
Además, los expertos explicaron ciertas pautas sobre lenguaje emocional no verbal a la mitad de los participantes. Mientras que a la otra mitad no se le dieron este tipo de indicaciones.

Tras ver las fotos, los 250 participantes contestaron a un cuestionario basado actitudes relacionadas con el acoso sexual sobre lo que habían visto en las imágenes.

El grupo que había recibido las pautas sobre lenguaje no verbal fue capaz de mostrar mayor comprensión de las emociones y el lenguaje corporal de las mujeres de las imágenes. Mientras que las respuestas de aquellos que no recibieron las indicaciones se inclinaban más hacia un comportamiento abusivo.

"Los juicios de los hombres se basan principalmente en lo atractiva que era la mujer y en lo provocativo que era su atuendo”, explica en un comunicado Teresa A. Treat, líder de la investigación.

"Las mujeres, por su parte, se fijan más en la vestimenta y las señales emocionales”, añade Treat. También notaron más el atuendo y las señales no verbales aquellos que habían recibido las pautas sobre lenguaje emocional.

La conclusión de la investigación indica que los hombres tienden a sobreestimar el interés que muestran las mujeres y ellas subestiman la atracción que sienten los hombres. Y, según otro estudio de la Universidad de Texas, mientras más atractivo es el hombre, más tiende a sobreestimar la atracción que pueden sentir las mujeres.

Señalan que no todos importan para el sexo ocasional

El encuentro.
Una copa, la conversación se anima, otra copa y, la última, en casa. Da igual si es en la tuya o en la suya, el caso es que en un entorno privado las posibilidades de que la noche culmine en sexo, aumentan. Pero claro, al día siguiente, resaca aparte, los remordimientos aparecen.

El estudio.
El estudio publicado por la psicóloga Anne Campbell, de la Universidad de Durham (Reino Unido) deja constancia de dicha culpabilidad y asegura, además, que cuando hombres y mujeres mantienen relaciones sexuales esporádicas, solo un 54% de las féminas disfrutan del encuentro, frente al 80% de ellos. ¿Razones del fracaso para las mujeres? Muchas se sienten utilizadas y, la mayoría, no alcanzan el orgasmo.

Los placeres.
Paula England, socióloga de la Universidad de Nueva York, tiene mucho que decir al respecto. En un estudio que llevó a cabo a lo largo de cinco años, observó que las mujeres que mantenían relaciones esporádicas sólo alcanzaban el clímax el 40% de las veces, mientras que las que tenían pareja lo alcanzaban el 75% de las veces -chicos, un poco más de arte-. Ellos, en ambos casos, se mantienen en el 80% (sorpresa).

Los sociosexuales.
Entonces, ¿por qué hay hombres que sienten remordimientos después de un encuentro fugaz si, físicamente, están satisfechos? Zhana Vrangalova, profesora de psicología de la Universidad de Nueva York, ha encontrado la respuesta: hay personas con una orientación natural hacía las relaciones esporádicas, a los que ella ha denominado sociosexuales.

Los beneficios.
Aunque no han encontrado diferencias entre hombres y mujeres, sí han encontrado beneficios psicológicos y físicos para quienes disfrutan de una de esas citas de placer sin ataduras Qué os vamos a contar.

Los hombres inteligentes son menos infieles



De acuerdo con un estudio publicado por estilodevida.televisa.com la fidelidad masculina está relacionada con un alto coeficiente intelectual. La monogamia masculina sería por tanto una consecuencia de la evolución que lleva a los hombres más inteligentes y abiertos a valorar más la exclusividad sexual. El experto en sicología evolutiva de la Escuela de Ciencias Económicas de Londres, Satoshi Kanazawa, sostiene que la fidelidad puede darse en gran medida por la inteligencia. "Los hombres inteligentes son más propensos a valorar la exclusividad sexual", afirma. Kanazawa determinó que los hombres que engañan a sus esposas o novias tienen menor coeficiente intelectual. El estudio no sólo se ha centrado en la fidelidad, sino que es un estudio amplio sobre el coeficiente intelectual y cómo este está relacionado e influenciado por conceptos y actitudes cotidianas como la religión, las relaciones de pareja o las ideas políticas.

Infieles con bajo coeficiente intelectual
Los hombres que engañan a sus esposas o novias suelen tener menor coeficiente intelectual, según la investigación divulgada por la revista Social Psychology Quarterly. El experto en sicología considera que los hombres más listos tienen menos aventuras y dan más importancia a las relaciones estables que aquellos que poseen un cociente intelectual bajo. De este modo, y según el especialista, los hombres que se identifican como liberales, ateos y fieles poseen unos coeficientes intelectuales más altos que los que se definen como creyentes e infieles.

Para llegar a esta conclusión realizó un amplio estudio en el que relacionó las conductas sociales y el nivel de inteligencia de varones de edades diversas. El sicólogo analizó dos grandes bases de datos estadounidenses: el estudio nacional longitudinal de salud adolescente y la encuesta general social, que miden actitudes sociales y el coeficiente intelectual de adolescentes y adultos. Con esto, el autor observó que las personas que daban importancia a la fidelidad sexual en una relación tenían coeficiente más alto, y concluyó que el comportamiento "fiel" del hombre más inteligente podría ser una señal de la evolución de la especie.

Evolución de la especie
Según Kanazawa a lo largo de la historia de la evolución, los hombres siempre fueron "relativamente polígamos"', algo que está cambiando al asumir una relación monogámica, una "novedad evolutiva", contrario a el hombre primitivo, que era propenso a la promiscuidad. Así, esta relación entre el intelecto y la monogamia se entiende mejor al "buscar en el pasado evolutivo. Como el objetivo biológico masculino primigenio era expandir sus genes, por eso los hombres primitivos solían tener varias parejas". Con el paso de los años, las personas más inteligentes han ido adoptando prácticas más nuevas, y serían "más evolucionadas", añade, porque serían más abiertas a nuevas ideas y se cuestionarían más los dogmas. Según Kanazawa estos resultados no se aplican a las mujeres ya que ellas siempre fueron relativamente monógamas, por lo que no supone una evolución.

Conoce lo que nunca hay que hacer luego de tener sexo

Un estudio de la Universidad de Wilkes en Pensilvania, Estados Unidos, reveló hace tiempo que una vida sexual activa podría ayudar al cuerpo a protegerse de determinadas enfermedades, así como también aliviar otras. Sin embargo, según los expertos, hay tres cosas muy importantes que las mujeres deben evitar hacer luego de un encuentro sexual con su pareja. Y, aunque prestar atención a estas acciones en el momento posterior a la finalización del acto no parece ser la idea más romántica, es imprescindible para la salud física íntima femenina.

Pero ¿cuál es la razón? Según la ginecóloga estadounidense Leslie E. F. Page, "cuando los tejidos vaginales se lubrican e hinchan debido a la fricción producida por los movimientos usuales del acto sexual, hay un cambio en cómo ese tejido reacciona ante el ambiente. Ante todo, hay un riesgo exponencialmente mayor a contraer infecciones".

Usar jabón
Si se siente la necesidad de bañarse o refrescarse, no hay que usar jabón. Aunque en principio parezca una buena idea, lavar con jabón o con algún otro tipo de gel de ducha las partes íntimas femeninas podría causar más daño de lo que uno se imagina. No sólo se puede generar una reacción alérgica si la piel se encuentra más sensible a los químicos de estos productos, sino que también "usar jabón puede llevar a irritación y resequedad vaginal", según el médico ginecólogo Robert Wool. "La vagina es un órgano autolimpiante, y se debe tratar con mucho cuidado", agregó Page.

Olvidarse de orinar
Cuando una mujer tiene relaciones, hay varias bacterias que pueden llegar a alojarse en la vejiga. "Esto puede resultar en infecciones de la vejiga que se presentan y manifiestan luego del acto sexual", advirtió Wool. "Después uno puede quedarse abrazado todo lo que quiera, pero es importante orinar dentro de la hora luego del encuentro".

Relajarse en un hidromasaje
¿Qué actividad más placentera que relajarse en un hidromasaje luego del coito? Sin embargo, es una actividad que hay que evitar a toda costa para salvaguardar la integridad física de las partes íntimas femeninas. Meterse en un hidromasaje con agua caliente junto a la pareja significa una exposición a la bacteria que se encuentra en su cuerpo. "Cuando la vulva se hincha como respuesta al estímulo sexual, se revela la apertura de la vagina, lo que quiere decir que hay una mayor probabilidad de contraer infecciones de todo tipo", aseguró Page.

lunes, 7 de noviembre de 2016

INTERROGANTE DEL CÍRCULO ÍNTIMO ¿Cómo actuar cuando una pareja amiga se separa?



Cuando una pareja del círculo de amistades se separa, plantea un interrogante que a primera vista parece muy simple pero que en realidad no lo es. ¿Cómo lo manejamos en el grupo? ¿Seguimos viendo a su ex? ¿Cómo vamos a organizar las fiestas de ahora en más?

Las separaciones nunca se producen de un momento a otro. Por lo general están antecedidas de alguna crisis, ya sea algo puntual y dramático o un distanciamiento paulatino. Cuanto mayor es la eclosión o, por decirlo de otro modo, cuanto más repentina es la ruptura y más virulenta la causa de la separación, mayor es la carga para el círculo de amigos, que de pronto queda desorientado.

Decir que uno, como amigo, debería inmiscuirse en los conflictos de pareja y asesorar a sus amigos en el momento del ventarrón, es imposible. Eso depende de cada caso y de lo que busquen en uno los que atraviesan ese momento.

En cambio, sí suele ser casi imposible no estar más a favor de una de las partes. Y es que uno, ya de por sí, suele ser más amigo o tener un vínculo más fuerte con una de las partes de la pareja, y eso hace que uno respalde más a esa persona y no a la otra al producirse una ruptura.

Para la pareja en sí, la separación siempre genera grandes cambios en todo su contexto de vida. En casi todos los casos el círculo de amigos se deshace o se reordena, y justamente por eso para ellos es tan más importante sentir que algunos amigos siguen estando igual de presentes y dan estabilidad.

Muchas veces sucede que solo "ella" se ocupaba de mantener activo el vínculo con el círculo de amistades. En ese caso, para "él" la separación puede llegar a ser un disparador para cambiar y cuidar de sus amigos.

Por supuesto, también puede ocurrir que a ninguno de los dos les moleste que el otro siga viendo a los amigos en común. Y, a su vez, puede ser que una de las partes se retraiga porque quiera estar sola. En ese caso no se puede forzar un encuentro, pero sí vale la pena no dejar de invitar a esa persona, que seguramente atraviesa un momento difícil.

domingo, 6 de noviembre de 2016

5 consejos para tener buena relación de pareja



Las parejas ideales se deben basar no el decir sino en el demostrar, según un estudio publicado por la revista Cromos.

Para esto, es necesario que las parejas cumplan con una serie de requisitos, con el fin de que en el interior de la relación todo pueda darse de la mejor manera. Si se pone de su parte es más llevadera la forma de construir algo fuerte y duradero.

Conoce estos 5 aspectos que se debe tener en cuenta para contribuir en una buena relación de pareja.

El top cinco de fantasías sexuales de las mujeres

Mientras que los hombres sueñan con tríos, enfermeras y masoquistas, las mujeres quieren más, sus deseos rompen incluso sus propios preceptos.

La web especializada en sexo, BaDoink, recoge las top cinco fantasías sexuales más comunes de mujeres.

1. Ser una stripper

Parece que a las mujeres los juegos de cambio de roles están entre sus principales fantasías. Según la encuesta, el papel que más las excita es el de la bailarina que se desnuda al ritmo de la música seduciendo al público asistente. Vaya, parece que con este sueño las mujeres aúnan la idea de cambiar de personalidad y que las miren.

2. Sexo con una mujer hermosa

No, no se trata del soñado trío típico de los hombres, a ellas les atrae la idea de estar en la cama con otra chica, pero sin ningún hombre de por medio.

Tanto si eres gay, heterosexual o bisexual, fantasear con alguien del mismo sexo es natural y normal. “Puede ser interesante imaginar un tipo de sexo que nunca has tenido o visualizar algo que estás interesada en probar”, explica Bibi Deitz, experta de la web especializada. Ella dice que se pueden experimentar nuevas ideas y sensaciones cuando fantaseas con alguien del mismo género”.

3. Exhibicionismo

En efecto, a ellos les gustaba mirar y resulta que a ellas les pone candentes cuando las miran. Si a esto le sumamos el disfraz de stripper, pack completo para una noche de pasión como en sus mejores sueños.

4. Ser dominada

Y vuelta con la burra al trigo y el tema de los cueros, los atares de manos, los tirones de pelo y las palmaditas en el trasero... pero solo la idea.

Según los expertos en sexología, están las que sueñan con ser dominadas y las que se sienten atraídas por el papel de dominatrix. Las primeras podrían tener demasiado control sobre sus vidas y anhelar perderlo durante el sexo, mientras que las que fantasean con forzar a alguien a tener sexo con ellas podrían estar deseando tener más poder en la vida real.

5. Sexo con un extraño

De todos los posibles tabúes, el sexo casual con un desconocido hace a la mujer sentirse especialmente ilícita y fuera de la norma, gracias a las costumbres sociales establecidas.

Apuntes

Hay quienes todavía son incapaces de compartir con su pareja cuáles son sus fantasías sexuales.

Leer sobre estos deseos es alimentar los sueños eróticos que posteriormente pueden encender la llama y encaminarlos a vivir nuevas experiencias juntos.

sábado, 5 de noviembre de 2016

4 hábitos para alcanzar el ‘deseo sostenible’

El amor y el deseo son sensaciones diferentes y que idealmente vienen con la misma persona, pero otras veces, la pasión, que suele ser más inquieta y ambiciosa, se disuelve cuando ve que ya no es lo mismo que antes o que ya no hay muchos frutos. Que la pasión y el amor convivan juntos y felices durante largas temporadas, no es cosa fácil. Y es que son sensaciones opuestas. Es decir, el amor congenia muy bien con la seguridad, la dependencia, la confianza, la permanencia; mientras que el deseo se inclina más por la aventura, la incertidumbre, el misterio, el riesgo y hasta el peligro.

Pero como mujeres, y en cuestión de amor y pareja, lo queremos todo: amor y pasión, deseo y seguridad… Por eso se empieza a hablar de un nuevo concepto: ‘deseo sostenible’, que busca alargar la vida de algo que, generalmente, es transitorio.

La psicoterapeuta belga, Ester Perel, estudia la compatibilidad entre la seguridad y la libertad en las relaciones humanas. Su charla en TED titulada “El secreto del deseo en la relación a largo plazo” (febrero del 2013) es altamente recomendable y ha recibido desde entonces cerca de 9 millones de visitas en la red. “Básicamente estamos pidiendo a una sola persona que nos de todo lo que un pueblo entero solía proveer antiguamente a sus habitantes: sentirnos queridos, sentimientos de identidad, continuidad, trascendencia y misterio. Dame confort y llévame al límite, novedad y familiaridad. Dame predictibilidad y sorpresa. Creemos que todo esto nos puede ser dado por una sola persona y que los juguetes eróticos y la lencería sexy nos salvarán del aburrimiento”, apunta Perel en el TED Talk.

La cuestión es que en esta búsqueda de la utopía se han encontrado parejas que han reconciliado estos dos términos; que viven bajo el hechizo de la pasión y la dulzura del amor.

De la misma manera que se estudia a los centenarios para saber qué hábitos de vida le han proporcionado tan larga existencia, los expertos empiezan a observar a los que, tras seis años de convivencia, siguen manteniendo la chispa entre las sábanas. Estos son algunos de sus más interesantes descubrimientos.

Besarse, besarse mucho

“Hay que besarse como si no hubiera mañana”, ese es el consejo. The Normal Bar, un libro escrito por Chrisanna Northrup, Pepper Schwartz y James Witte, profundiza en los hábitos que hacen que las parejas se separen o permanezcan unidas. Es el resultado de un estudio elaborado con 100.000 participantes en los que se llega a conclusiones interesantes. A saber, las uniones que resisten son las que hacen el amor, que es distinto a tener sexo. Pero, contrariamente a lo que se podría deducir de esta afirmación, la cantidad es tan importante como la calidad de los encuentros. El sexo mecánico no aparece cuando se hace a menudo, sino cuando no hay interés y lo que se busca es cumplir.

Pero lo más revelador de esta lectura es el capítulo entorno al beso. “Besarse puede ser tanto o más íntimo que el sexo. Es, definitivamente, un elemento clave en la vida sexual de las parejas felices y un 85% de los entrevistados reconoce que es una de las practicas que más le gustan”. ¿Les suena?, ¿no es el beso un buen barómetro de la salud de una buena relación?

El libro continúa, “besarse es la forma en que la gente establece conexiones íntimas. Es un ingrediente esencial cuando se hace el amor y refuerza la unión. Un 86% de las parejas que no disfrutan del sexo reconocen que ya no se besan. Está claro que los bajos niveles de besos indican siempre problemas en la relación”.

Espacio e individualidad

Olvídate de esa idea cursi e inexacta de que los amantes se funden en una sola persona porque, generalmente, los problemas llegan cuando se ha perdido la individualidad. Según Perel, el deseo necesita de un ingrediente esencial: espacio. Cuando esta terapeuta preguntó a miles de personas de todo el mundo cuándo se sentían más atraídos por sus parejas, recibió respuestas como estas: “Cuando lo veo en el estudio, cuando está por su cuenta, en su elemento, cuando hace algo que le apasiona. Cuando está en una fiesta y otras personas se sienten atraídas por él/ella. Básicamente cuando está radiante y se siente bien consigo mismo”. Lo común a todas estas reflexiones, como apunta Ester en su charla, es que hay una cierta distancia.

“El deseo busca al otro, alguien en el otro lado al que podamos visitar. El deseo necesita de un puente que haya que cruzar. En otras palabras, si el fuego necesita aire, el deseo necesita espacio (…) Deseo es cuando veo a mi pareja desde una distancia confortable. Cuando esa persona que ya me es familiar se vuelve, por un momento, misteriosa otra vez. En ese espacio entre yo y el otro reside el pulso erótico. Pero como decía Proust, “el misterio no es viajar a nuevos lugares, sino verlos con nuevos ojos”.

La amabilidad es la base de la relación

Hasta el inicio de los años 70, cuando se dispararon los divorcios, no se empezaron a hacer estudios sobre la durabilidad de las parejas. ¿Eran los matrimonios infelices y sin sexo a medida, o tenían rasgos comunes? El psicólogo John Gottman fue uno de los que se interesó en estudiar las peculiaridades de las parejas con larga vida y creó, junto con su colega Robert Levenson, The Love Lab, en 1986. Su método de trabajo consistía en preguntar a los cónyuges, a los que se monitoreaban sus constantes vitales, sobre sus relaciones, al mismo tiempo que se les hacía un seguimiento de seis años. Estos psicólogos clasificaron a sus participantes en dos secciones: masters, los que seguían juntos y felices tras ese periodo de tiempo y los “disasters”, los que habían roto o se mantenían unidos por diferentes motivos, todos ajenos a la atracción.

Las conclusiones a las que llegaron con sus estudios es que los “disasters”, aún cuando no estuvieran discutiendo ni tratando asuntos espinosos, manifestaban síntomas de estrés cuando hablaban de su matrimonio o estaban junto a su media naranja; algo que no ocurría con los masters. La teoría de Gottman es que lo importante es el espíritu de la relación. Si éste es de amabilidad, generosidad y apoyo, las posibilidades de que la cosa dure son mucho mayores a si éste es de criticismo u hostilidad. Y la buena noticia es que una actitud amable y positiva es un músculo que puede ejercitarse.

Haz del sexo una prioridad

Este año se ha publicado en The Journal of Sexual Research uno de los estudios más elaborados sobre la satisfacción en las parejas de larga duración. En el trabajo han participado investigadores de la Chapman University, en Orange (California), la California State University, en Los Ángeles; Sonora State University, en Rohnert Park (California), el Kinsey Institute y la Indiana University, en Bloomington (Indiana). Todos ellos entrevistaron y estudiaron a 39.000 parejas que llevaban un mínimo de tres años juntas. Las conclusiones parten de la idea de que las uniones que tienen una vida sexual satisfactoria son más felices, como si el sexo fuera el motor del que dependen todos los demás factores. En lo que no están de acuerdo es en lo que viene primero: si la frecuencia sexual o la satisfacción –¿el huevo o la gallina?– ya que los dos factores se interrelacionan.

En lo que casi todos los estudios coinciden es en la habilidad de las parejas felices para continuar con la vida sexual por encima de los obstáculos de todo tipo (estrés, falta de tiempo, hijos, problemas de salud, deterioro físico), cuyo único fin es doblegar a la lujuria. Según Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga, directora del Institut Clinic de Sexología de Barcelona y directora del Instituto Iberoamericano de Sexología, “existen muchas falsas ideas entorno a lo que debe ser la vida sexual en pareja. Por ejemplo, que el sexo tiene siempre que partir del deseo previo –¿cuántas veces los encuentros sin demasiadas ganas acaban siendo los mejores?–. Planificar está también mal visto en este terreno pero, si no se hace y se confía en la espontaneidad, es probable que las oportunidades no surjan tan fácilmente. Con el tiempo, se pierde la novedad pero se gana en complicidad corporal, un potente afrodisíaco”.

“El secreto de una larga vida sexual es no claudicar ante las dificultades e ir adaptándose a las circunstancias. Si uno pasa por un bache emocional o una enfermedad que le baja la libido siempre puede satisfacer al otro o dejarse hacer”, apunta la experta al diario El País. “Hay que saber envejecer sexualmente e ir adaptando las prácticas a nuestras posibilidades, como hacemos en los otros ámbitos de la vida. Hay una edad crítica en la que abandonar la vida sexual puede ser muy peligroso, a partir de los 50. Si se claudica, puede que la vuelta sea ya muy difícil”.

viernes, 4 de noviembre de 2016

La historia de amor entre un príncipe y una soldado

Ella era una chica de origen humilde que se convirtió en soldado condecorada en Kosovo. Él, un príncipe que pasaba revista. El romance fue inmediato. Las maledicencias, también.

Acaba de cumplir 31 años con la misma discreción con la que hace 10 años se casó con el príncipe Luis de Luxemburgo.

La princesa Tessy no destaca en las fotos de familia. Resulta prudente y discreta, casi oculta entre la gran familia ducal a la sombra de las cuñadas –la exuberante Claire, la melancólica condesa Stephanie y Alejandra, la hermana de su marido–. Aunque agradable de presencia, Tessy no es la más atractiva ni la de mejor pedigrí y tampoco la mejor vestida. Pero seguramente la princesa Tessy de Luxemburgo es la de sonrisa más sincera y noble de todas las que se prodigan en las imágenes regias. Su aspecto dulce no hace adivinar el militar que lleva dentro.

Porque Tessy Antony, antes de ser princesa, formó parte de la milicia. Con 18 años se unió con su hermano gemelo Ronny al Ejército de Luxemburgo. La dulce princesa obtuvo el permiso para conducir carros blindados con rango de suboficial. En 2004 participó en una misión en Yugoslavia, como miembro de la fuerza de paz de la OTAN en Kosovo. Por su labor obtuvo la medalla de la ONU y la OTAN. Tessy era la única mujer miembro del contingente de Luxemburgo. El príncipe Luis –tercer hijo de los Grandes Duques Enrique y María Teresa– tenía 18 años cuando acudió como miembro de la Familia Real a pasar revista a las tropas. Y ocurrió lo que ocurre en las películas románticas, pero a la inversa: flechazo entre el príncipe y la soldado. La pareja mantuvo un romance secreto que, con el tiempo, fue imposible de ocultar.

UN ROMANCE SECRETO, UN ENLACE DISCRETO

En septiembre de 2006 Luis y Tessy se casaban en la iglesia de Gilsdorf. Una boda discreta con una novia que sujetaba el velo con un sencillo tocado que no llevaba un solo diamante, calzaba guantes a lo Gilda y vestía traje con escote palabra de honor, nada habitual entre las novias del Gotha. Pero ese día no había demasiados miembros de tan selecto club.

Aun así, los protagonistas no fueron solo los novios. También lo fue el hijo de los contrayentes, el pequeño Gabriel, nacido meses antes del enlace y que posaba curioso en brazos de la abuela María Teresa. El niño era el primer nieto de los Grandes Duques, pero ¿cómo había reaccionado una de las familias reales más católicas de Europa ante la paternidad previa al matrimonio del tercero de sus hijos?

Tessy, una joven de origen humilde –su padre, François Anthony, es alicatador. Su hermano Ronny y ella dejaron los estudios para enrolarse en el ejército–, siempre ha comentado que al conocer su embarazo tuvo gran apoyo de su familia política, en especial de María Teresa. María Teresa, también plebeya aunque rica de cuna, sufrió en su momento las descalificaciones de su suegra, la Gran Duquesa Josefina Carlota, por su origen (“la criolla”, la llamaban). Tal vez por no repetir con Tessy los errores que cometieron con ella, siempre la trató como una madre, como ha confesado Tessy.

Sin embargo, un mes antes de la boda el príncipe Luis hubo de renunciar a sus derechos al trono para él y sus descendientes. Y tras la celebración del matrimonio, Tessy no se convirtió en princesa, tan solo cambió de apellido (Anthony por Nassau). Pocos creyeron que lo que unía a Luis y Tessy no era solo un hijo en común y un amor serio y profundo. Demasiados pensaron que Tessy andaba a la caza y captura de un príncipe.

DIEZ AÑOS DESPUÉS...

El tiempo ha demostrado el gran error de quienes pensaron mal de la pareja. Un año después nacía el segundo de sus hijos, Noah, y ambos decidieron ampliar su formación. Primero en Estados Unidos y después en Londres, ciudad en la que residen con sus hijos y donde la princesa ha estudiado Relaciones Internacionales. Está muy involucrada en organizaciones benéficas, participa con asiduidad en actividades humanitarias tanto en Londres como en su país y tiene su propia ONG, Profesores sin Fronteras.

Forman una de las parejas más interesantes y estables del mundo de la coronas. No son asiduos en las portadas ni en fiestas de sociedad, compaginan la afición por el buceo y otros deportes y el interés por las labores humanitarias. Acuden puntualmente a Luxemburgo para participar en las actividades de la familia ducal.

La princesa habla luxemburgués, inglés, francés y alemán, es aficionada a Instagram y a la música de jazz y participa regularmente en foros y conferencias relacionadas con la psicología y el desarrollo social, sus temas favoritos.

En 2009, el mismo día en que se celebraba la fiesta nacional del principado, el Gran Duque Henry otorgó finalmente a Tessy el título de princesa de Luxemburgo, princesa de Nassau y de Borbón Parma y el tratamiento de Alteza Real, reconocimiento extensible a los pequeños Gabriel y Noah. Así se sumaba al listado de princesas de origen plebeyo que entraba en una familia real. Sin embargo, Tessy ha seguido en segundo plano, respetando las normas de la casa de su marido con la mejor de las sonrisas. Y, probablemente, la más bonita y natural de todas las royals europeas.

Qué mira un hombre en una mujer

Por si alguna vez te has preguntado qué es lo primero que un hombre ve en una mujer, especialistas afirman que no es tan difícil de predecir. Ellos son poco discretos que observándolos cuidadosamente se puede percibir su mirada.

Paul Dobransky, siquiatra y autor de The Secret Psychology of How We Fall in Love and The Power of Female Friendship, explica que en los primeros cinco minutos de conocer a una mujer, es la belleza física lo que le atrae a los hombres”.

Este rasgo es el primer paso para el cortejo. Y como no siempre se sienten atraídos por las supermodelos, estos son los encantos de una mujer que ellos miran “primero”.

SONRISA

Es uno de los rasgos que los hombres notan casi “inmediatamente” en la mujer. Cuando ellas sonríen sinceramente y con frecuencia les resultan más atractivas y accesibles porque en ellos se activa la señal de recompensa.

Cuando las mujeres sonríen (en los hombres) se activa la corteza orbitofrontal, ubicada en el lóbulo frontal del cerebro, encargada de procesar el sentido de recompensas y satisfacción”, indica un artículo publicado en la revista American Phychological Association.

OJOS

Aunque parezca inverosímil, los ojos son el reflejo del alma y los hombres lo saben (inconscientemente) por ello es uno de los atributos que llama su atención.

Con la mirada en ellos se producen reacciones químicas y se acelera el ritmo cardiaco. Si mantienen la mirada fija por más de 8,2 segundos es señal de que sucumbió a los encantos de la mujer, afirma una investigación publicada en Archives of Sexual Behavior.

CABELLO

Una cabellera larga y abundante atrae a los hombres porque lo relacionan con la salud, juventud y fertilidad.

Especialistas explican que el pelo más largo ayuda a disimular rasgos faciales. Tiende a hacer que la línea de la mandíbula se vea más perfilada y los pómulos con mayor definición.

CURVAS

La proporción de las caderas y la cintura atrae la mirada de los hombres. Para ellos, este tipo de cuerpo es sensual, símbolo de fertilidad y de buena salud en general.

Steven Platek, neurocientífico de la Universidad Georgia Gwinnett College en Lawrenceville, Estados Unidos, dice que los cuerpos curvilíneos activan el sistema de recompensa en el cerebro, produciendo un efecto de placer tal como pasa con la cocaína”.

PECHOS

Después de la sonrisa y los ojos, la mirada de los hombres se fija activa y discretamente en los pechos de la mujer. Aunque no necesariamente sean grandes. Regularmente prefieren los de un tamaño discreto y bien formados.

Además de lo anterior, los hombres consideran que las piernas largas son otro atractivo en la mujer que suelen escanear a primera vista.

Son muchas las partes del cuerpo femenino que pueden resultar irresistibles para uno u otro hombre, pero en este tema siempre habrá controversias.

Noviazgos violentos, tema de un encuentro juvenil

Los adolescentes son las principales víctimas de violencia en el noviazgo. Al principio la agresión es muy sutil con llamadas telefónicas para saludar o preguntar por su ubicación, luego sube de tono con reclamos injustificados, esto pasa al primer bofetón inesperado y de ahí va en aumento hasta llegar a lesiones graves.

En general, este tipo de violencia pasa desapercibida por los propios jóvenes, quienes no notan el abuso de poder que ejerce su pareja sobre ellos para controlarlos y manipularlos. En la adolescencia esto se manifiesta sutilmente en varones y mujeres, porque comienzan a aislarse de sus amigos e incluso cambian su manera de vestir por los comentarios que reciben, afirma la psicóloga Paola Miranda.

“Las situaciones de violencia en el noviazgo avanzan en forma gradual, primero pasan desapercibidas porque piensan que esa persona es el amor de su vida y van cediendo a las peticiones de su pareja. Cuando enamoran se encuentran embelesados el uno por el otro y no ven lo que sucede en su entorno”, dice la psicóloga Marcela Montaño.

ACCIONES

El tema de violencia en el noviazgo fue parte del Encuentro Nacional de Agentes de Cambio para los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, que reunieron a adolescentes de 14 a 19 años de 6 departamentos para intercambiar experiencias y a su término los mismos debían dar charlas destinadas a sus compañeros de colegio para prevenir los noviazgos violentos.

Participaron instituciones como Vivir Juntos (Pando), Cies (Potosí, Cochabamba y Santa Cruz), Gregoria Apaza (El Alto) y Ecram de Tarija, esta actividad tuvo la finalidad de descubrir por qué el índice de noviazgos violentos y embarazos no deseados en la adolescencia va en aumento y qué se puede hacer para prevenirlo.

“El trabajo de investigación realizado apunta a identificar por qué se daba un índice elevado de noviazgos violentos y embarazos no deseados en la adolescencia con un planteamiento diferente. Se realizó una triangulación entre los adolescentes, como agentes de cambio; sus padres y los gestores de salud”, explica la coordinadora de Ciudadanía Activa y Prevención de violencia del Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, Beatriz Condori.

Con este propósito se recogieron las demandas tanto de los padres como de los mismos adolescentes participantes en estas organizaciones, para conocer cuáles eran los problemas más frecuentes en temas de género versus sexo, sexualidad y sus derechos sexuales y reproductivos abordando el tema del noviazgo violento.

Ángel Condori de la promoción del Colegio Germán Busch de Potosí habla sobre su experiencia: “Yo no lastimaba a mi pareja, sino era ella quien ejercía este rol, me golpeaba e insultaba, como yo no sabía nada sobre esto lo toleraba, porque me parecía algo normal. Al recibir orientación al respecto puse fin a mi relación para evitar que esto continuara”.

Ese testimonio relata el tema de la violencia en el noviazgo que muchas veces pasa desapercibida por los mismos adolescentes, quienes, por lo general, comienzan a establecer una relación de pareja entre los 14 a 20 años, y en la actualidad mucho antes hay expresiones de agresión de distinto tipo y en diferentes niveles.

“Cuando se hace un análisis de género te percatas que muchos de los adolescentes buscan los modelos que tienen como referente en casa, con una coincidencia del 70 al 80 por ciento. Si observan que el padre grita o golpea a la madre o viceversa el joven considera que esta acción es normal no la identifica como un acto de violencia”, afirma la Coordinadora.

Aidee Donalson es una adolescente de 18 años que cursa estudios de Pedagogía en Potosí. Ella considera que para frenar los noviazgos violentos se debe comenzar por dejar de usar ciertas frases como “mi gordita” o “mi chaparrita” porque se estaría dando un adjetivo negativo a la persona por su aspecto físico.

“Pensamos nosotros que es normal que nos digan mi flaquita, que nos empujen o jalen del cabello. Por esta razón en las charlas que damos en los colegios muchas de ellas dicen que estas palabras con las que se refieren a ellas es una muestra de amor. Ven como cotidiano estas agresiones físicas”, acota Aidée.

PREVENCIÓN

Muchas veces la violencia psicológica o física se justifica por la misma persona que la sufre, porque piensa equivocadamente que es una muestra de amor como el caso de los celos, por ejemplo, el tener que verse obligada a dejar algunas actividades que antes le gustaba realizar en compañía de otras personas porque el novio lo pide.

“Ahora para ejercer control sobre la pareja existe el celular y las aplicaciones como el whatsapp o facebook, primero es bonito que te llame y te digan que soñaron contigo, pero luego que te llamen casa media hora para saber qué estás haciendo es una invasión a tu privacidad que poco a poco se vuelve en una forma de violencia, porque si no contestas o respondes sus mensajes ya comienzan las discusiones”, enfatiza la psicóloga Paola Miranda.

Por su parte, Marcela Montaño afirma que lo más importante en materia de prevención es la educación en los valores que comienzan en la familia y, el segundo lugar, donde más tiempo pasan los jóvenes son en colegios o escuelas en los cuales se debería contar con profesores capacitados para hablar entre otros temas sobre la violencia en el noviazgo.

El encuentro de jóvenes, efectuado en La Paz, permitió capacitar a adolescentes y padres de familia en el tema de la violencia en el noviazgo además del embarazo en la adolescencia desde otra perspectiva, que según los entrevistados fueron de mucha ayuda para su vida personal y de sus pares.

martes, 1 de noviembre de 2016

¿Cuál es tu pareja ideal según tu signo?

Es un tema común: todos hablamos de amor. ¿Y si nos ocupamos de las compatibilidades? Cada Signo, según su elemento, tiene ciertas características que se conectan mejor (o peor) con otros.

Podemos dividir a los Signos en los cuatro elementos que conforman el mundo material, representando cuatro formas en las que la energía se manifiesta, cuatro expresiones del todo, desde su forma más densa y pesada hasta la más inmaterial. Hay otras formas de energía, puesto que en el universo todo es energía, pero estas cuatro bastan para describir todo el amplio espectro de las manifestaciones físicas y psíquicas de los organismos. En Astrología, ellas se llaman triplicidades y son:el Fuego, la Tierra, el Agua y el Aire.

Las características de cada uno

Los Signos de Fuego: Aries-Leo-Sagitario

Son líderes natos, vitales, activos, apasionados, impulsivos, confían en sí mismos, se hacen notar. Son, además, impetuosos, orgullosos, sinceros, optimistas y dominantes. En su aspecto negativo, pueden caer en el orgullo, la impaciencia, la vehemencia y -en ciertos casos- resultar algo violentos, destructivos o inclinados a los excesos.

Los Signos de Tierra: Tauro-Virgo-Capricornio
Son constantes, prácticos, realistas y conservadores, cuidadosos en sus acciones, trabajadores, tienden a proteger y conservar lo que consiguen con esfuerzo y esmero. Muy responsables, meditan cuidadosamente sus decisiones antes de llevarlas a cabo. Pueden tender al exceso de materialismo.

Los Signos de Aire: Géminis-Libra-Acuario
Son comunicadores, gustan de razonar, debatir, planificar, proyectar, independientemente de concretar o no sus objetivos, que muchas veces es lo que les cuesta. Analítico, el Aire enfría los sentimientos y tienen dificultad para demostrarlos. Valoran la compatibilidad intelectual y aman la libertad.

Los Signos de Agua: Cáncer-Escorpio-Piscis
Son sensibles, emocionales, intuitivos, tienen inclinación a ser imaginativos y soñadores. Necesitan contención, les gusta proteger y ser protegidos pero no están cómodos con las personas excesivamente dominantes. Muy sensibles a ser influenciados, tienden a retraerse y a ocultar sus sentimientos, muchas veces por temor o timidez.

¿Cómo se relacionan entre sí?

De acuerdo al elemento al que pertenecen cada uno de los Signos observemos cómo interactúan entre ellos.

Fuego- Agua.No es una relación fácil, necesitan trabajar para entenderse. El ímpetu del Fuego, tiende a dañar los sentimientos del Agua, y a no entender su excesiva sensibilidad. El Agua apaga al Fuego y aunque el calor del vapor puede ser curativo y relajante, puede también quemar asfixiar y llegar hasta la ebullición.

Fuego- Aire.El Fuego le causa al Aire un efecto de inspiración y vitalidad que le encanta y lo hace siempre estar en constante actividad. Sin embargo, el Aire necesita mucha libertad y no le gusta la posible dominación de Fuego. Así como el Fuego necesita del Aire para vivir, en esta relación arderá la llama de la pasión y del amor dejándoles muchas cosas buenas a los dos.

Fuego-Tierra.El Fuego calienta a la Tierra con llamas de pasión e intensidad, mientras que la Tierra ofrece al Fuego la disciplina necesaria que se traducirá en estabilidad. La Tierra, sin dudas, puede contener el fuego, pero cuando ruge el fuego, temporalmente puede robar a la tierra de sus vivificantes nutrientes. Habrá una atracción relativamente rápida pero serias diferencias pueden aparecer más tarde.

Tierra–Agua.La Tierra y el Agua son compatibles tal como sucede en la naturaleza. Los rasgos estables y confiables de la Tierra complementan los rasgos sensibles, intuitivos y emocionales de los signos de agua.

Tierra-Aire.En función de su variabilidad, el aire puede proporcionar a la Tierra amor, calor… O darle un frío glacial. A veces puede ser una lucha denodada de la Tierra para que entre el Aire a ver el mundo tal como es -una hermosa realidad- más que un concepto a analizar.

Aire-Agua.No es una combinación favorable. El Aire y el Agua se combinan mal en la naturaleza al formar destructivos desastres naturales como tornados, huracanes y tsunamis. Estos dos signos pueden estar juntos siempre y cuando sean capaces de no dejar que los conflictos se salgan de control.


Compartir el mismo elemento denota complementación entre dos personas. Y puede ser muy estimulante para ambos: la relación entre los mismos elementos hace que entre ellos se ayuden y vean el mundo de una manera semejante. Las mismas fortalezas y debilidades básicas están a menudo presentes en las relaciones en las que el Sol está presente en el mismo elemento y eso denota una cierta dinámica de monotonía.

Fuego-Fuego.Relación intensa y apasionada. Ambas personas se estimulan para desarrollar su individualidad, se dan empuje mutuamente, comparten actividades que les ayudan a expandirse.

Aire- Aire.Libertad absoluta, jamás caerán en el aburrimiento. Dos Signos de Aire pueden ser poco prácticos, aunque se encuentren entre sí intelectualmente estimulante. La relación se basa en la comunicación y en la confianza.

Tierra-Tierra.Una relación honesta, armónica y leal, tienden a apreciar su mutua necesidad de estabilidad y rutina.

Agua-Agua.Con otro signo de agua tienden a ser muy sensibles a las necesidades de cada uno, pero les resulta difícil cuando hay algo que trastorna sus emociones porque tienden a unirse tanto que a veces pierden sus propias identidades.

Si los Signos de la pareja son iguales, aunque tienen muchas cosas en común, muchas veces, con el tiempo, la falta de diferencias podría significar poco estímulo y desmotivación.

Si los Signos de las parejas son opuestos, la atracción inicial es fuerte, las diferencias generan pasión y, con el tiempo, desgaste. Sin embargo, habrá que respetarlas haciendo crecer afinidades para lograr la armonía.

Lugares ideales para tener sexo a escondidas

Si de tener relaciones sexuales se trata, muchas veces pensamos en que no podemos llevar a nuestra pareja a casa, porque vivimos con nuestros padres y hermanos, o en otra circunstancia compartimos departamento con alguna amistad y también puede resultar incómodo si se tiene a los hijos.

En este punto, pensamos desesperadamente en los lugares que podríamos convertirlos en nuestro "nido de amor" ya sea para romper la rutina de los conocidos moteles o incluso como una prueba de adrenalina por el temor al riesgo de ser vistos en pleno acto.

Estos son los sitios donde puede tener sexo a escondidas y vivir una aventura diferente. Incluso cuando se está de vacaciones.

LA PLAYA

Un lugar fantástico con un ambiente lleno de estrellas, el ruido del golpe de las olas, la brisa del mar, y una alfombra sedosa de arena, puede resultar muy romántico y te recomendamos llevar unas toallas, y, si aún no tienes mucha confianza, una carpa para mayor privacidad.

UN BOTE

La misma ubicación de un bote, estimula la excitación. Si se trata de una lancha a remo, guarda fuerzas para la vuelta. Recuerda hidratarte y no pasar muchas horas al sol, además de escoger un lago o laguna tranquila.

EL BOSQUE

Aunque es un poco incómodo también es tentador y puedes elegir lugares de camping, cubiertos de hierba. Evita perderte por senderos que no conoces y recuerda llevar siempre el teléfono bien cargado, agua y algún alimento.

EL PARQUE

Un parque urbano es un buen lugar para ir con tu pareja; siempre con mucha cautela, déjate llevar en algún banco, entre los matorrales, sobre la hierba. Procura elegir horas en las que no haya mucho tránsito de personas paseando. La oscuridad es siempre una buena aliada para el amor.

UN MIRADOR

En la mayoría de las ciudades existen miradores a los que van las parejas de enamorados a declararse su amor... y a demostrárselo físicamente. Es un clásico de las películas juveniles, buenas vistas, intimidad, las estrellas, la luna, tu y yo.

UN BAÑO PÚBLICO

Ese sentimiento hace que tu pasión se eleve al máximo y disfrutes de un gran encuentro sexual con tu pareja.

Los baños son lugares que dan mucho juego para sucumbir a un arrebato pasional. Puede ser el de un museo, durante una cita cultural y tras el visionado de "La Maja Desnuda" de Goya, por ejemplo.

EL ASCENSOR

El ascensor es otro sitio muy erótico donde se llevan los "aquí te pillo, aquí te mato". No apto para preliminares, es uno de los lugares dónde el sexo debe ser más exprés.

LA DISCOTECA

La discoteca es un lugar muy proclive para mantener relaciones íntimas, ya que se suele conquistan a menudo y la música y el alcohol hacen de las suyas. Ese rincón oscuro en el que la gente no se fija o los baños, son buenos sitios para que te dejes llevar por la pasión.