Tener un jefe abusivo no solo hace difícil y tenso tu ambiente laboral, sino que puede complicar las relaciones con la familia, arruinando así otro aspecto de su vida, a esa conclusión llegaron investigadores de la Universidad de Baylor (Texas).
“Puede ser que a medida que aumenta el abuso del jefe (con rabietas, groserías y críticas en público), tensionando la relación con él, el empleado está menos motivado a participar en una interacción positiva con la pareja y el resto de los miembros de la familia”, señaló en un comunicado una de las investigadoras del estudio, Merideth Ferguson.
“El trabajo es uno de los espacios vitales que ocupa más tiempo en la vida, por lo tanto, guardar día a día la sensación de ser explotado, criticado y no reconocido es altamente riesgosa y no debiera prolongarse por mucho tiempo, dado que tarde o temprano va a desencadenar una enfermedad física o psicológica”, alertó, la psicóloga de la Clínica Alemana, Solange Anuch./
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