Las relaciones que los abuelitos tengan con sus familiares influirán en su estabilidad mental y física. Por ello una buena relación hace que la vida tenga sentido dice el sicólogo Willian Villagómez quién asegura que los ancianos a los que se atiende el aspecto emocional tienen más espectativas de vida porque tienen la ilusión de conocer a sus nietos y bisnietos para brindar el amor que tienen para dar. Mientras que si los familiares, especialmente los hijos no se interesan por el anciano, este sentirá que no valió la pena haber vivido. Para contrarrestar estas situaciones es importante que los hijos dediquen tiempo a mejorar y optimizar la relación con su padre o madre realizando actividades que fortalezcan los lazos afectuosos.
Festejar los cumpleaños. El sicólogo enfatiza que entre las actividades que no podemos pasar en alto, es el festejo de su cumpleaños. "Las mismas actividades que los padres nos hacían de niño, tenemos que hacerles nosotros" y en esta fecha aprovechar para tener detalles como regalos. Así también se puede aprovechar otros fechas importantes para realizar algo significativo junto con ellos
Hacer un viaje juntos. Nuestros abuelitos también se cansan de estar encerrados en la casa, llevarlos de viaje al lugar donde nacieron o crecieron es gratificante para ellos. "Les encanta ver estos lugares puesto que recordarán buenos momentos", enfatiza el sicólogo .
Llevarlo a visitar a sus viejos amigos. Si bien uno de los objetivos es que puedan interrelacionar con sus amigos, la intencionalidad de esta actividad es que el hijo pueda acercarse más a su padre compartiendo momentos en el que su padre pueda distraerse y sentirse seguro "porque a veces no se animan a salir de casa solos". Con el solo hecho de que el hijo proponga y mejor si lo lleva a visitar a sus amigos significará para el anciano un gesto grato.
La compañía de los hijos es alentadora, sin embargo en ocasiones la mala organización no permite que sean bien aprovechadas. Si son varios deben turnarse en ir para cada actividad. De la misma manera organizar visitas semanales, estableciendo un horario "es importante, para no dejar a los abuelos en la incertidumbre de que si vienen o no", indica.
Hablar de temas en común y realizar actos de servicio. Dialogar sobre nuestra rutina, pedirles consejos y hablar de temas que ellos puedan opinar es clave para integrar al anciano a la charla sin que se aburra, por eso es bueno saber como está su sentido de la audición y visión. Por otra parte, otras acciones que podemos tener con ellos son actos de servicio desde preguntar si pueden ayudar a lavar la ropa, hasta el pequeño detalle de cortarle las uñas, concluye Villagómez.
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