jueves, 24 de septiembre de 2015

La mujer y sus zonas erógenas

Las zonas erógenas consisten en partes del cuerpo muy inervadas (ricas en receptores sensoriales), las cuales permiten sentir una excitación sexual intensa. En las mujeres, son más sensibles y suelen ser categorizadas en tres grupos diferentes: las zonas erógenas primarias (clítoris y vagina), secundarias (pechos, nalgas, pubis, labios, perineo y ano) y potenciales (regiones que tienen una dimensión erótica como el cuello, orejas, pies, entre otras).

En la mayoría de las mujeres, las zonas erógenas suelen ser bastante parecidas, pero su modo de estimulación (caricias manuales o besos, por ejemplo) varía según las personas. Generalmente, la mejor manera para activarlas es a través del tacto. Asimismo, los besos, los cambios en la respiración y ciertos elementos externos como la utilización de vendas para los ojos son otras maneras para estimular las zonas erógenas. No dudes en probar diferentes estímulos con tu pareja para detectar cuál te conviene más.

Para que las zonas erógenas brinden placer, se recomienda estimularlas durante largos juegos preliminares, ya que las caricias y otros estímulos pueden ser desagradables cuando la persona no está lo suficientemente excitada, debido a que las zonas erógenas son regiones del cuerpo muy sensibles.

¿Sabías que?

Estudio científico sobre estímulos y reactividad

No existen muchos datos científicos sobre las zonas erógenas. Sin embargo, se realizó un interesante estudio científico que ha sido publicado en el 2013 por la revista internacional de neurociencias “Cortex”, el cual se llama “Reports of intimate touch: Erogenous zones and somatosensory cortical organization” y demuestra que las mujeres tienen zonas erógenas muy sensibles. Las partes de su cuerpo más reactivas a los estímulos (caricias, besos, entre otros) son el clítoris, vagina, cuello, pechos, muslos y nuca. Asimismo, esta investigación destaca que muchas mujeres disfrutan de estimulaciones en los oídos y nalgas.

ÁREAS QUE DEBEN SER ESTIMULADAS

pechos

La mayoría de las mujeres disfrutan de las caricias en los pechos. Sin embargo, para que el estímulo sea agradable, debe ser delicado y suave, debido a su extrema sensibilidad. De lo contrario, puede provocar molestias y dolores. Toma en cuenta que el pezón es la parte del seno que más reacciona al tacto.regiÓN GENITAL

La región genital engloba zonas erógenas primarias y secundarias. El clítoris permite llegar rápidamente al orgasmo. Para estimularlo, se sugiere efectuar movimientos circulares y caricias. En cuanto a la vagina, es necesario encontrar el Punto G para sentir excitación sexual. Por otro lado, las caricias en el vello púbico y los labios son muy estimulantes y placenteras. Asimismo, muchas mujeres disfrutan de estímulos en las nalgas y ano.

pies

No dudes en pedir a tu pareja que te masajee los pies con loción corporal durante los juegos preliminares, ya que muchas mujeres sienten placer cuando se los estimula. Asimismo, se pueden realizar presiones y movimientos circulares en los dedos del pie, ya que es una parte del cuerpo muy erótica.

muslos

Los muslos suelen ser una zona erógena potencial, es decir que su intensidad varía según las mujeres. Pide a tu pareja que tome unos minutos durante los juegos preliminares para acariciar la parte interior y exterior de tus muslos. Puede utilizar sus dedos y labios. Para tener una excitación máxima, debe subir progresivamente hacia la región genital sin tocarla.

espalda

Generalmente, las mujeres disfrutan de las caricias y los masajes sobre la espalda. Para tener una estimulación óptima de esta zona erógena, pide a tu pareja que empiece por acariciar la nuca y que baje progresivamente hasta la cima de los glúteos. Se sugiere que los besos y caricias sean lentos y suaves para que la excitación sexual incremente y puedas alcanzar el orgasmo.

manos

Es interesante realizar presiones sobre las palmas de las manos y las muñecas durante los juegos preliminares, ya que es una potencial zona

erógena que puede brindarte mucho placer. Asimismo, introduce tus dedos en la boca de tu pareja para que te los bese lentamente.


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