Deben sentir amor y ganas de mejorar; al asistir a cada sesión tiene que estar consciente de sus propios problemas. Evite señalar todo el tiempo a su novio o esposo y no quiera descargar sus impulsos destructivos.
Elija a un terapeuta que los trate como individuos. La función principal del terapeuta de parejas es hacer que cada uno entienda de qué forma contribuye a los problemas de la relación.
Asista con una actitud abierta. "Cuando pregunto a la pareja qué está mal en el matrimonio, uno de sus miembros siempre responde con el nombre del otro miembro", explica Terry Real.
Busque que su terapeuta estructure bien cada sesión. Cada parte de las sesiones debe estar dirigida a un objetivo en particular. Si siente que no hay avance, hable con su terapeuta./Esmas.es
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