Consejos para las parejas, como actuar en infidelidad, noviazgo y mucho amor
martes, 16 de abril de 2013
La ‘frater’, ¿por qué ellas la rechazan?
Las famosas noches de ‘frater’ son en nuestro medio un encuentro muy popular entre los varones. Pero así como ellos esperan con ansias que transcurra la semana para acudir al próximo encuentro con los amigos, algunas mujeres parecen detestar esas ‘benditas noches de soltero’.
¿Por qué a ellos les gustan tanto? y ¿por qué ellas tratan de sabotear la salida?
Gabriela tiene 32 años de edad y nueve de casada. Su esposo es un buen tipo y le ayuda en lo posible en sus actividades en la casa. Eso sí, los jueves de ‘frater’ son sagrados. Él no falta a la cita así llegue el sur, salga molido del trabajo o esté resfriado.
Eso molesta sobremanera a Gabriela: “Pareciera que tiene que marcar tarjeta o que le van a poner una multa si se falta”, coincide con sus otras amigas.
¿Por qué él se da una noche libre mientras yo me quedo en la casa con los chicos? ¿Se divierte más con sus amigos que conmigo? ¿Los prefiere a ellos que a mí? ¿De qué hablan o es que hacen cosas de las que no quieren que seamos parte? Esos son algunos de los pensamientos que rondan por las mentes femeninas.
La otra interrogante está implícita: ¿por qué a las mujeres no les gusta que sus parejas salgan con sus amigos? Este fenómeno fue puesto bajo la lupa de tres sicólogos que analizaron la mente masculina y la femenina.
Lo que piensan ellos y lo que creen ellas
La sicóloga Ruth Pareja cree que a ellos les gustan las noches de ‘frater’ porque son espacios para hablar entre hombres, mientras que las mujeres sienten que le quitan un espacio para compartir con el esposo. A eso se suma que les dejan la responsabilidad del cuidado de los hijos pequeños cuando salen y por último hay un tema de desconfianza y hasta de celos. Para Hugo Alejandro Velarde se trata de cuestiones de género: “En nuestra sociedad se asignan roles específicos de comportamiento tanto para hombres como para mujeres. En este sentido, se promueve que los varones tengan un espacio entre ellos, para hablar de ‘cosas de hombres’ que pueden tener que ver con lo sexual.
Una de las razones por las cuales a las mujeres no les suele ‘gustar’ este tipo de reuniones es porque temen que aumenten las probabilidades de infidelidad”.
Oliver Silva por su parte, hace una diferencia: “Una cosa es el tiempo de pareja y otra el tiempo personal. Toda pareja tiene ratos de intimidad, para compartir los dos juntos, pero ser esposos no significa estar prendidos uno del otro. El individuo necesita un tiempo personal para estar solo o con sus amistades, es un momento de ocio que disfruta, cuando se distrae, se relaja y se distiende de la tensión diaria.
Se debe hacer un equilibro entre el tiempo de ser pareja y de ser individuo, eso va a dar armonía a la vida. No hace bien estar exageradamente en pareja o con los amigos. Hay que saber equilibrar”.
¿Las mujeres satanizan las noches de ‘frater’?
“No todas piensan mal, quizás antes sí, pero los tiempos han cambiado, se está llegando a una igualdad de género, las mujeres han encontrado su día para hacer ‘cosas entre mujeres’. Claro que aun hay las que creen que los esposos pueden no estar diciendo la verdad y usar el pretexto de la ‘frater’ para irse con otra persona. En general se trata de mujeres con una mala experiencia, o muy posesivas”, opina Pareja.
Silva considera que algunas mujeres creen que los temores inspirados en sus celos se pueden concretar: “Imagina que su esposo está confabulando cuando en realidad este señor puede ir a su fraternidad para pedir consejo respecto a un buen mecánico, hacer un negocio o a distenderse”.
Ellos se transforman cuando están en grupo
“Evidentemente actúan de otra manera. Hay que tomar en cuenta varios factores: por un lado la presión del mismo grupo que induce a un determinado tipo de comportamiento (el comportamiento grupal es diferente al comportamiento individual y lo grupal siempre tiende a imponerse) y la necesidad de afiliación que tiene cada ser humano que lo lleva a identificarse con un grupo determinado, en este caso uno de género”, sostiene Velarde.
Sobre este tema Silva hace comparaciones: “Las mujeres cuando están solas no son las mismas que cuando están en grupo, solitas están calladitas, no matan ni una mosca y en Lady’s Night se transforman. De igual forma un individuo calladito más tarde puede estar gritando ‘ajos y cebollas’ al árbitro en el estadio. Por eso existe la sicología social, porque el individuo se camufla dentro del grupo, no es hipocresía, es que los seres humanos nos adaptamos a una circunstancia”.
Pareja apoya esta teoría, cree que indudablemente el grupo marca las actitudes; los hombres se sienten cómodos entre ellos y pueden hablar en confianza, eso hace que tengan posturas distintas que den la impresión de que han cambiado, pero sus conductas están en función del grupo en el que se están desenvolviendo.
Es saludable otorgarse espacios mutuamente
“Es bastante saludable tomarse un día para estar con los amigos siempre que esto no exceda los límites establecidos por la misma relación de pareja y que los amigos no pasen a ocupar el lugar principal en el orden de prioridades de la vida de la persona”. En otras palabras, Velarde recomienda un día para que cada miembro de la relación busque un rato de relax, pero ojo, esto no significa que habrá lunes de ‘fulbito’, martes de comparsa, miércoles de cacho, jueves de ‘frater’, viernes de soltero, sábado de piscina y domingo de ir al estadio.
Por eso Silva vuelve a decir que la clave es guardar equilibrio. “No es bueno absorber a la otra persona y querer transformarla en un apéndice de uno. Si nunca llevo a mi esposa a que se tome un helado conmigo y no le dedico un día para estar en pareja tampoco puedo pretender que se quede feliz cuando sí me ocupo de tener un día con mis amigos. Hay que negociar en la relación”.
Por su parte, Pareja recuerda que “somos ante todo, seres sociales. Ambos tienen que darse un espacio para los hijos, para estar en pareja y para los amigos”.
Recomendaciones para las mujeres celosas
De entrada Velarde sentencia: “Ser celosa (o) o posesiva (o) es uno de los mejores caminos para fracasar en la relación de pareja. ¿Vale la pena estar con una persona a quien tengo que controlar para que me ame? Muchas veces nos olvidamos que amar es algo totalmente voluntario y no se puede realizar ‘a pedido’, no podemos hacer que nos amen, sino que podemos alimentar ese amor una vez establecido”.
Pareja recomienda dejar que cada uno de los dos tenga un espacio (es parte del crecimiento personal y de pareja) y darse mutuamente un voto de confianza. “Las mujeres pueden encontrar su propio espacio, generar otro día para estar entre ellas para pasarla bien sin que medie una especie de venganza”.
Por todo esto Silva recomienda: “Si usted entrega confianza va a recibir confianza. Eso sí, una cosa es ‘salir de joda’ y otra salir con los amigos. No es lo mismo irse a tomar un café y a cierta hora recogerse a la casa, que salir en plan de cacería.
Una vieja tradición masculina
Su mundo particular
A los hombres les gusta reunirse para jugar poker, cacho, billar, ver un partido, jugar fútbol y comer churrasco. Es una noche solo para ellos
Voto de confianza
Cuando él salga...
Sin preguntas. No le pregunte a qué hora va a llegar, ni lo espere despierta para que le cuente con lujo de detalles qué hizo.
Respeto. No le exija que le cuente las intimidades de sus amigos, qué se contaron entre ellos.
Sin hostigar. Jamás lo llame a cada rato para comprobar que está en el lugar que dijo que estaría y si contesta no se la pase pensando que escuchó poca bulla al otro lado del teléfono y que podría estar en un lugar privado con alguien más.
Confianza. Evite la tentación de ir a espiarlo a la ‘frater’ y no instigue a sus amigas a seguirla.
Ideas positivas
Actividades. Busque un día de encuentro con las amigas del colegio, la universidad o con las colegas del trabajo. Unas horas fuera de casa y de la monotonía son buenas para relajarse.
Espacio propio. Propicie actividades que no impliquen estar pegada a la pareja. Ir al gimnasio, trotar, salir a tomar un helado o a ver su película favorita son parte de su propio espacio.
No generalizar. Si uno de los amigos de su pareja pecó no significa que va a ejercer mala influencia en los demás. Cada uno es dueño de sus actos.
Equilibrio para vivir en armonía
Sí
Un día fuera
Se puede aceptar de buen grado que los esposos tengan un día para estar fuera de casa. Es parte de darle de su espacio propio.
No
Todos los días fuera
Es intolerable que todos los días tenga algo que hacer en su agenda y no planifique ninguna actividad para estar en pareja. También se necesita un espacio para estar juntos.
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