martes, 22 de mayo de 2012

Masturbación en la adolescencia

Se atribuye a Sigmund Freud el descubrimiento de que la masturbación es algo común en la infancia

En la adolescencia la masturbación forma una parte importante de un desarrollo sicosexual adecuado, porque al implicar la exploración del cuerpo identificamos los patrones de nuestra propia respuesta sexual. Como se dijo anteriormente, la adolescencia es un período crítico de búsqueda de identidad y de experiencias. Todas estas experiencias se las vive más intensamente; dentro de la búsqueda de nuestra identidad también está la de la consolidación sexual, donde la masturbación empieza a tener sentido como un juego auto erótico.
Siendo una actividad natural que se inicia desde los primeros años de vida, cuando el bebé explora su cuerpo y se detiene principalmente en el área de los genitales porque lo encuentra más placentero, y se la puede realizar hasta la muerte, no es propio hablar de ventajas de la masturbación, porque dicha actividad no se la puede comparar con otra, lo que sí se puede decir es que en la estimulación autoerótica (masturbación):
- No hay riesgo de contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual.
-Tampoco hay riesgo de que se pueda producir un embarazo no deseado
-Suele ser la primera manera de que el adolescente experimenta un orgasmo.
-Es una forma de liberar tensiones si es que no son canalizadas en alguna otra actividad.
- Proporciona al adolescente un canal de desahogo a la excitación sexual, porque en esta etapa el deseo sexual suele presentarse con mayor intensidad y es dificultoso encontrar a otro par con quien desahogar dicha excitación a través de la relación sexual.
No tiene ninguna consecuencia a nivel biológico ni fisiológico, no daña de ninguna manera al cuerpo, ni causa ninguna enfermedad de ningún tipo.

Cuándo se vuelve adicción
Se puede considerar una adicción cuando la actividad masturbatoria interfiere en el ritmo de vida normal, y cuando se evita realizar cualquier otra acción porque se prioriza la masturbación.
Es decir que el adolescente centre su vida en ello. Por ejemplo, que ya no quiera salir con sus amigos a una fiesta porque prefiere masturbase esa noche. Ya no le dé interés a estudiar porque está concentrado en masturbarse. En ese caso podría haber un problema mayor ‘disfrazado’ que es necesario tratar.
También es aconsejable, y para evitar que la masturbación se convierta en una posible adicción, dirigir y canalizar las sobrenergías propias de esta etapa, en actividades propositivas que demanden concentración física y mental, que a su vez traigan beneficios a la vida del adolescente.
Estas acciones propositivas pueden estar ligadas a los deportes que, además, contribuyen con la salud física, o estar ligadas también a tareas creativas como la pintura, escritura y teatro, las cuales además contribuyen al desarrollo síquico, social, mental y sicológico del adolescente.

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