martes, 9 de octubre de 2012

Grupos sí, camarillas no

Mientras van creciendo se hacen más independientes, su entorno ya no son solo los padres. En el colegio, las sensaciones de la preadolescencia ya se hacen sentir y las necesidades de afiliación en ellos no se hace esperar. La psicopedagoga Claudia Cabrera enfatiza en la importancia de la amistad en el desarrollo de un niño; sin embargo, advierte que algunos círculos pueden influir de manera negativa a los pubertos.

Camarillas, grupos cerrados. "Los grupos de amigos guardan importantes diferencias con las camarillas", difiere Cabrera y puntualiza que en el primero los integrantes pueden socializar y juntarse con otras personas ajenas al mismo, sin miedo a ser expulsados. "Es posible que no hagan todo juntos y eso está bien así", precisa.

Cabrera especifica que los integrantes de la camarilla suelen seguir las reglas del líder, ya sea en el uso de determinada ropa o en el desarrollo de una actividad. "De esta manera, este grupo, por lo general, implica muchas reglas, así como una gran presión por seguirlas", dice.

Riesgo en la salud. Según la psicopedagoga, los niños que integran una camarilla tienen muchas presión. "Sobre todo en el caso de las niñas, quienes pueden someterse a dietas extremas o sufrir trastornos alimenticios o incluso intentar hacerse una cirugía plástica", indica la profesional. "Asimismo, existen casos más graves en los cuales los niños pueden verse bajo la presión de tener que correr riesgos tales como robar, comprar ropa costosa o de participar en chismes o burlas", señala Cabrera.

La importancia de los valores. Para Ruby Toledo, psicopedagoga, los padres por su parte tienen que estimular las amistades entre adolescentes. Sin embargo, es de vital importancia conocer a los amigos de sus hijos y comunicarse abiertamente con ellos. "El inculcar valores en ellos hará que busquen un grupo de pertenencia semejante, donde el respeto, intereses y motivación serán objetivos del grupo. Así como la sinceridad y solidaridad", resalta la especialista.

Espectadores. Toledo enfatiza que el padre debe ser aliado y, sobre todo, consejero de la camarilla. "Para ello solo debemos recordar que alguna vez también tuvimos esa edad", recuerda la profesional, que destaca que estos grupos son de influencia positiva cuando el motivo de reunión es productivo (estudios). "Por el contrario, si el grupo de amigos solo se reúne para desperdiciar el tiempo, planear actos delictivos, lastimar o amedrentar a otros va inclinándose a formar un grupo de pandilla, que es negativo no solo para el adolescente y su familia, sino también para la sociedad", advierte la profesional.


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