jueves, 18 de abril de 2013

Prefiero a uno de mis hijos

“Mi hijo mayor nació cuando yo estaba muy joven y tuvimos problemas en el parto, es enfermizo y por eso siempre lo he cuidado mucho. Han pasado varios años y recientemente mi hijo menor, que es adolescente, me ha echado en cara que lo quiero menos, que nunca lo he cuidado como al otro”, cuenta Carmen, una maestra de 48 años.

A muchos padres les angustia la idea de que le podrían estar dando más cariño a uno de sus retoños que al otro. No hay que confundir el afecto con la atención que se le brinda a uno de ellos debido, por ejemplo, a que es el más travieso, el más débil de carácter o el que padece de alguna enfermedad.

Según la psicóloga Katia Oporto, hay papás que suelen demostrar más cariño por alguno de los hijos de manera inconsciente: suele suceder cuando se lo considera “el ejemplo de la casa”. “Cuando hablamos de ser un ejemplo nos referimos a que puede ser el más cariñoso, responsable, respetuoso, solidario con todos y éstas son grandes virtudes que hay que festejar”.

Sin embargo, el padre, por querer mejorar la actitud del otro hijo, muchas veces se expresa con palabras hirientes, como “¿por qué no eres igual que tu hermano?” o con hechos, cuando olvida su cumpleaños o una cita importante, cosa que nunca ocurriría con el predilecto.

“Esto podría provocar que el otro hijo sienta celos, envidia y hasta rabia y derivar en una rebeldía”, adelanta Oporto, que recomienda abordar el tema con cuidado.

El psicólogo Alexis Olivares sugiere a los padres de familia no hacer diferencias marcadas que puedan herir al otro hijo. “Por ejemplo, no le compres al predilecto unos zapatos de Bs 500 y al otro unos de Bs 80 porque no es algo justo y esto marcaría sus vidas por siempre”.

“Tampoco pongas de ejemplo al hijo destacado para que los otros sean iguales porque en lugar de que logren buenos resultados, terminarán por rechazarlo”, subraya Olivares.

Un error imperdonable es tirar la casa por la ventana cuando el hijo preferido está de cumpleaños y olvidar la fecha de nacimiento del otro. “Harás que sienta que no lo quieres y prefieres siempre a su hermano, por tanto su rebeldía crecerá”, asegura el psicólogo especialista en niños.

Otra razón que hace que los padres remarquen esas diferencias, según Oporto, es que ven el reflejo de lo que ellos eran antes en esos hijos. “Si juega bien fútbol, el papá dirá: ‘Es igualito a mí’. O si es estudiosa, la mamá se sentirá orgullosa y dirá: ‘Yo también era así’”.

Todos los hijos son diferentes. Y si bien es natural que se tenga más afinidad con uno o que otro requiera un mayor seguimiento debido a su carácter, tu obligación es darles a todos un trato igualitario siempre. Y si entre ellos surge la duda de a quién quieres más, explícales los motivos por los que quizá pasas más tiempo con uno, pero remarcando que cada hijo es muy especial para ti.

Conversa

Si tu retoño te dice que prefieres a su hermano, no te enojes y habla con él. Explícale que los miembros del hogar son como los dedos: cada uno es diferente, tiene distintas cualidades y capacidades, pero no por eso ninguno es más importante que el otro.

Divide tu amor

No hagas que se genere una competencia entre tus hijos para ganar tu atención y llegar a ser el más amado. Si bien es posible que tengas más afinidad con alguno, busca tiempo de calidad con cada miembro de la familia. La clave es que cada uno de ellos tenga una relación especial y diferente contigo.

Atención

Es normal que sientas más preferencia por el que menos dolores de cabeza te causa, pero nunca olvides que es el otro el que quizá más apoyo, compañía, atención y cariño necesita.

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