viernes, 21 de octubre de 2011

¿Es bueno que los más adultos vivan en la casa de sus hijos?

Con los hijos? ¿En un centro geriátrico? ¿Solos? De cara a la vejez, uno de los grandes problemas en los adultos mayores es el hogar donde pasarán esta etapa dorada, y es que la elección adecuada es importante por la forma en que esta puede afectarles.

La vejez es una etapa en la que se presentan varios problemas y a todos ellos ahora hay que sumarle las afecciones que le puede otorgar una mala elección del espacio donde habitarán en la etapa de la vejez.

VIVIR SOLOS. Para el psicólogo Yohonny Ledezma, después de que los hijos se van de la casa y si los abuelos aún continúan en pareja, estos nuevamente vuelven a verse frente a frente, "es como volver a rencontrarse como matrimonio; en este sentido, es mejor vivir separados de los hijos, pero siempre y cuando los mismos estén al tanto de sus padres", añade.

En estos casos se les debe dotar de las comodidades necesarias, puede estar con ellos una persona que les ayude en las labores del hogar durante el día, también "deben continuar integrados en su círculo social o hay que ver de qué se pueden ocupar en la casa, según las capacidades físicas", dice el experto. Lo mismo sucede con quienes entran en la viudez, "vuelvo a recalcar que siempre y cuando los hijos estén pendientes de ellos", agrega Ledezma.

LA OPCIÓN DE UN CENTRO. En relación a optar por un centro geriátrico como vivienda, el psicólogo señala que tiene sus pros y contras. "Si la persona de la tercera edad está abandonado por la familia es sugerible que en consenso con los hermanos se tome la decisión de un centro geriátrico, es cierto que puede generar en ellos un sentimiento de que la familia se está desasiendo de él o de ella, pero hay que orientarlos para que entiendan que ahí lo van atender en un ambiente más adecuado", dice. Pero es aconsejable planificar visitas para saber cómo se encuentran y para que ellos no se sientan abandonados.

CON LOS HIJOS. El geriatra Eric Blake explica que cuando los adultos mayores "no pueden bañarse, vestirse, o alimentarse por sí mismos, entonces es necesario que dejen de vivir solos". Esta última situación debe ocurrir siempre y cuando al adulto mayor se lo reconozca como un familiar más dentro de la casa y no crea que se le hace un favor. Por su parte, Ledezma advierte que se debe tomar en cuenta que al irse a vivir a casa de los hijos son tres generaciones que se van a encontrar, abuelos, padres e hijos, por lo que se puede crear un conflicto para la familia en cuanto a los roles a desempeñar.

CAPACIDAD DE ELEGIR. Algunas veces la familia, creyendo que le hace un bien al abuelo, lo quiere sacar de su casa porque es muy grande, le quieren cambiar sus muebles porque están viejos, olvidando que su mejor sitio es su "hábitat", ese lugar donde está su vida y sus recuerdos. El derecho a decidir dónde vivir es inalienable a todas las personas, salvo que tengan que ser debidamente internadas por total incapacidad mental o física.

LOS ABUELOS

Deben planificar una nueva vida en la cual se involucre a los hijos como ayuda.

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