La búsqueda de pareja Cuidado con el amor en la oficina

“Nos conocimos siendo profesores de inglés. Todo surgió muy rápido. No pensé que fuese un problema el que trabajáramos en el mismo lugar, pues no teníamos actividades juntos, cada quien daba clases en diferentes horarios. Sin embargo, cuando la gente se enteró de nuestra relación, empezó a hablar de todo: desde que andábamos besándonos por las esquinas —totalmente falso— hasta que mi novio me metía los cuernos con otra profesora. Con el tiempo, las habladurías pudieron más y terminamos. Lo peor es que yo no aguanté el verlo tan seguido y, al final, renuncié”, cuenta Patricia N., de 27 años.

En una época en la que es tan difícil encontrar a personas que compartan nuestros gustos y con el poco tiempo disponible, es muy común encontrar a alguien que nos guste en nuestro ámbito de trabajo. “La oficina es un lugar donde suelen surgir grandes pasiones debido a la gran cantidad de tiempo que estamos expuestos a otras personas. Allí las conocemos mejor, nos familiarizamos con sus reacciones y las vemos en facetas distintas que pueden despertar más sentimientos que el conocer a alguien en un bar”, comenta la psicoterapeuta Susana Cortez.
“Los coqueteos incluso sirven para desestresarse, siempre que no vayan más lejos”, recalca Cortez. Sin embargo, si lo que sientes es muy fuerte, toma en cuenta algunos puntos de reflexión antes de entablar una relación seria con alguien de tu trabajo.

En primer lugar están los rumores. Aunque creas que nadie se da cuenta, la gente siempre está pendiente de la vida ajena y, tarde o temprano, se enterará de tu relación. “Si lo asumes y eres madura como para que no te afecte, adelante. Pero ten en cuenta que toda la empresa le dará seguimiento tu relación: habrá análisis, críticas, supuestos y exageraciones. Cada reacción o saludo diferente será motivo de una nueva controversia”, agrega Cortez.

Si sales con tu jefe es más complicado aún: el resto del personal cuestionará tus aptitudes laborales y no dudará en decir que has ascendido previo paso por el dormitorio. “En estos casos, lo mejor es mantener la relación totalmente fuera del ámbito laboral”, recomienda la psicóloga Marianela Ramos.

Si bien no hay leyes que prohíban relaciones en el trabajo, es posible que hasta se llegue a despedir a un empleado si se demuestra que una relación ha perjudicado en su desempeño.

La situación se agrava cuando alguien tiene un puesto superior, pues en momentos de conflicto de pareja puede haber represalias laborales, desde que el novio subalterno se niegue a hacer un trabajo para afectar a la jefa o que el supervisor asigne tareas extras a la novia vendedora. “En estas relaciones, tarde o temprano, alguien suele salir perjudicado sentimental o laboralmente, en general, es el subalterno”, dice Ramos.

El otro punto a considerar es el equilibrio en la pareja. “Tu trabajo, aunque sea el peor del mundo, no deja de ser tuyo, algo que forma parte de tu vida y que te permite desarrollar en una faceta diferente a la relación sentimental”, señala Ramos. En el momento de compartir tu vida en pareja, es un riesgo el no poder escapar de las conversaciones en torno a la oficina y hasta llevar los problemas laborales a la casa.

Si analizas estos problemas e insistes en tu relación, trata de enriquecerla durante el fin de semana y en los tiempos libres que compartan. Conoce mejor al hombre que está detrás del cargo. Sobre todo, divide los dos universos: jamás hables de problemas personales en la oficina y viceversa. También debes dejar de lado la competición: Alégrate cuando tu pareja logre un ascenso y apóyalo moralmente cuando tenga que trabajar horas extra en alguna ocasión. De esta forma, la relación será más linda y sólida.

Superar la ruptura

Si terminan, el proceso será duro, pues tendrás que ver todos los días al desgraciado que te dejó o al infeliz que abandonaste. Ante todo, mantente firme y, cuando te pregunten, di que no mezclas el trabajo con el amor.

Problemas de pareja

En caso de que haya una pelea o surja un tercero en tu relación, esto también se amplificará en el ámbito laboral. Gracias a la comunicación no verbal, lo más probable es que todos se enteren o, al menos, sospechen.