Cómo sujetarlo, qué precauciones tener, cuál es la temperatura ideal, cómo introducirlo y cómo sacarlo. Estas son algunas de las dudas y preguntas que los padres, en especial los primerizos, se plantean cuando tienen que bañar a su bebé las primeras veces. Sin embargo, explica el neonatólogo de cuidados intensivos de la maternidad Percy Boland, Alfredo Arroyo, son dudas normales, compartidas por muchísimos padres, y que además es una estupenda oportunidad para poder transmitir al hijo sensaciones de bienestar.
Las cosas necesarias. Es importante tenerlo todo preparado. Con una buena organización, los papás se sentirán más seguros. Para lograrlo, indica Arroyo, nada mejor que reunir y tener a mano todo lo necesario: jabón neutro y champú para bebés, una toalla del algodón del tamaño del bebé, peine o cepillo, ropa limpia, pañales, una bañera (móvil o fija) y una esponja (opcional).
El agua y el ambiente. En cuanto al agua, el neonatólogo recomienda utilizar agua hervida y enfriarla a la temperatura adecuada, es decir tibia, de acuerdo a la sensación de la piel de la mamá, que oscila entre los 35 y 37 grados centígrados. Por otra parte, también indicó que se deberá proceder al baño en un ambiente cerrado sin corrientes de aire de preferencia en horas de la tarde.
Paso a paso. Desnuda al bebé y límpiale la zona que esté en contacto con el pañal y envuélvele en una toalla, mientras limpias su carita y sus orejas con un trocito de algodón ligeramente húmedo. Después, sostén al bebé con el brazo derecho, de manera que la cara interna del codo sostenga su cabeza y las manos lleguen a tocar su colita. Inclínalo sobre la bañera y, con la mano izquierda, lávale la cabeza con una cantidad mínima de champú. Una vez lavada la cabeza, sostén los hombros del bebé con una mano, introduciendo los dedos por debajo de la axila, mientras sujetas las piernas o el trasero con la otra mano, de modo que su cabeza quede fuera del agua, mientras utilizas la otra mano para lavarlo. Es importante no dejar de sonreírle y hablarle mientras le bañas. Con o sin esponja, lava, enjuaga, y seca de arriba abajo. Primero el pecho, los bracitos, las manos y luego, las piernas y los pies. Gira cuidadosamente al bebé para lavar su espalda y sus nalgas. Una vez que esté totalmente limpio y bien enjuagado, levanta al bebé con suavidad y arrópalo con una toalla. Sécalo bien, y envuélvele para darle calor. Comienza a vestirle de arriba abajo para que no pierda calor.
Recomendaciones. Nunca deberá dejarlo solo al bebé. La altura de la bañera debe ser adecuada a la estatura de la persona, que está bañando al bebé. Aprovecha para revisar al bebé y así descartar erupciones o inflamaciones.
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