Postergar la paternidad puede ofrecer ventajas de supervivencia, según reveló un estudio en Estados Unidos. La investigación encontró que los hijos y nietos de hombres que fueron padres más viejos están genéticamente programados para vivir más.
Así, la edad a la que el padre y el abuelo paterno han tenido hijos influye en la longitud de los telómeros de sus nietos y puede tener beneficios para la prolongación de sus vidas, según un artículo que publica “Proceedings of the National Academy of Sciences”.
Los telómeros son los extremos de los cromosomas, regiones de ácido desoxirribonucleico no codificante, altamente repetitivas, cuya función principal es la estabilidad estructural de los cromosomas en la división celular y regular el tiempo de vida de las estirpes celulares.
Un equipo de investigadores, encabezado por Dan Eisenberg del Departamento de Antropología en la Universidad Northwestern, de Illinois (EEUU), llegó a la conclusión de que los telómeros protegen contra el envejecimiento y las enfermedades.
"Como los protectores de plástico en los extremos de los cordones de zapato, los telómeros protegen los extremos de los cromosomas contra la degradación", señala el artículo.
La longitud de los telómeros se abrevia con la edad en la mayoría de los tejidos que proliferan y esto limita la división celular, con lo cual contribuye al envejecimiento.
"Pero en el esperma, la longitud de los telómeros se incrementa con la edad y, por lo tanto los hijos de padres de más edad heredan telómeros más largos", agrega el documento.
"Esto se explica por el hecho de que la actividad de la telomerasa, una enzima que extiende la longitud de los telómeros, es elevada en los testículos".
Los investigadores analizaron los datos y muestras de un extenso estudio longitudinal en las Filipinas para verificar, primero, la conclusión de que la edad del padre al nacer su hijo está vinculada con telómeros más largos en las criaturas.
"Luego demostramos que esta asociación de edad paterna con la longitud de telómeros en los descendientes se acumula a lo largo de generaciones múltiples", explica el artículo.
Sin evidencias en la madre
En la muestra analizada, "los nietos de abuelos que tenían edad más avanzada cuando nacieron sus hijos tienen telómeros más largos", añadieron. Este efecto no disminuye si el padre -el hijo del abuelo- tiene descendencia siendo joven pero sí aumenta si tiene hijos a edad más avanzada.
"El alargamiento de los telómeros calculado por cada año que se demora la reproducción en el abuelo o en el padre es igual al acortamiento anual de la longitud de telómeros que se aprecia en las mujeres de edad media a avanzada en esta muestra", señaló el estudio.
DATOS DEL ESTUDIO
El trabajo de los investigadores involucró un análisis de telómeros en muestras de sangre de un estudio grande y multigeneracional en Filipinas.
Un análisis de aproximadamente 2.000 personas confirmó la idea de que entre mayor edad tenía el padre al momento de nacimiento de su hijo, más largos tendían a ser los telómeros. Eso se cumplió a través de todo el rango de edad de los padres, quienes tenían de 15 a 43 años al momento del nacimiento de sus hijos o hijas.
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