Crisis de sentimientos existen personas contraindicadas
Muchos se enredan en enlaces tóxicos sin saber a lo que se arriesgan.
Cierto es el dicho de que hay amores que matan, siendo esta una gran lacra de nuestra sociedad. El amor entre una pareja de cualquier edad debe construirse en base a unos valores: el respeto por la otra persona debe ser uno de los principales.
Cuando el respeto se pierde entre dos, se pierde la relación. El problema radica en las emociones y el poder que el uno tenga en el otro. Si es lo suficiente fuerte para cargar y seguir adelante con el noviazgo, estamos ante una relación tóxica.
RECONOCER UNA RELACIÓN
En este tipo de relaciones pueden ser los dos los que, aun estando enamorados y queriendo a la persona, no pueden convivir como pareja. Se aman pero no se soportan. Quieren estar juntos pero cuando lo hacen no paran de tirarse los trastos a la cabeza. Deben tener en cuenta algunos de los factores que se enumeran a continuación para que puedan ver con más claridad los principales aspectos de estas parejas:
* Manipulación: una o ambas partes se sienten manipuladas. Por ejemplo: “Si tu sales, yo también”. Esto, unido al chantaje emocional, hace que tengamos un continuo enganche a la persona con la que estamos.
* Sentimientos de culpabilidad: a pesar de que somos conscientes de la relación que tenemos, hacer algo que pueda comprometer la situación de la pareja, por mínimo que sea, provoca que no hagamos cosas cotidianas o que al hacerlas tengamos un sentimiento de culpabilidad. Por ejemplo, hablar por teléfono con un amigo o llevar a un compañero del trabajo a casa.
*Tristeza: tu pareja no te llena y no te hace feliz. Cuando estan juntos la situación mejora, pero cuando te separas en vez de dejarte con una alegría inmensa lo que hace es crear en ti un vacío total.
* Baja autoestima: todo lo anterior desencadena episodios de baja autoestima. Sientes que has fracasado en el amor y que nunca podrás ser feliz. Que te ha tocado vivir esto y que debes acarrear con ello. No puedes dejar a tu pareja, ya que estarías solo y la vida no te daría una segunda oportunidad.
Estos son algunos de los aspectos más destacados de las relaciones tóxicas, pero no todos. Lo que está claro es que si estás pasando por esta situación debes tomar las riendas de tu vida.
¿Cómo terminar con ellos?
Llegados a un punto en el que tu relación se vuelve destructiva hay que poner las cartas sobre la mesa, pero ¿cómo dejar a la persona que quieres?
No siempre es fácil, de hecho, para muchas personas el hecho de ir a terapia les suena a ir al “loquero” y no es así.
Es difícil ayudar a personas que no quieren ser ayudadas por lo que el segundo paso, en caso de no querer recibir el apoyo de un profesional, es encargargarte tú mismo de la situación.
Ser más egoísta: en este momento debes estar rodeado de las personas que te quieren: familia, amigos o profesores serán quienes te puedan acompañar en la batalla contra la enfermedad del amor, pero sólo tú tienes el antídoto para fulminarla.
No vale que todos te hagan ver tu situación si mantienes la venda sobre los ojos. Vivimos para ser felices y el sexo o el amor deben formar parte de esa vida.
Parece que siempre tenemos que mirar por y para los demás, pero en determinados aspectos, debemos ser más egoístas. Si no nos queremos a nosotros mismos, no podemos querer a los demás. Esta segunda fase comienza por adorar cada segundo de nuestro día que pasamos sin la amenaza del otro, sin el sentimiento de culpabilidad o sin la impotencia del no comprender qué hacemos mal para que el otro se comporte así con nosotros.
Quererse a uno mismo: una vez hayamos aprendido a querernos y valorarnos, tenemos que salir al mundo y dar a conocer a la nueva persona que somos. Sin ataduras y sin miedos, estamos más abiertos a socializarnos y aprender de un mundo con personas que nos ofrecen amor y cariño sin necesidad de pedir nada a cambio. Hay que mantener la mente ocupada.
El trabajo, el deporte o hacer un viaje serán nuestros aliados para que por nuestro pensamiento no se nos pase la idea de llamar al ex.
Es imprescindible desterrar de toda comunicación al que ha sido nuestra pareja, al menos durante el llamado “tiempo de luto”, ya que podrías volver a caer en sus redes.
¿Cómo se lo decimos?: claro, sencillo y conciso, como las tres reglas del periodismo. Eso sí, en un lugar público y siempre acompañados de una persona de confianza en el caso de que la situación se nos pueda ir de las manos.
Nunca hables de terceras personas, no digas que quieres un tiempo (ya que quieres romper del todo) y, sobre todo y por muy cruel que hayan sido contigo, no seas cruel.
Parece fácil escribirlo, pero estas situaciones son las más complicadas del amor. La verdad es que hay muchas personas que han pasado por este tipo de “relaciones tóxicas” y cuando han salido de ellas son otras.
De hecho, se podían considerar personas, ya que antes estaban anuladas ante sí mismas y ante la sociedad. Seas hombre o mujer, no permitas que nadie te aparte de ti mismo, de tu familia o de tus amigos y vive para ser feliz.
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