Marcela (nombre ficticio) jamás imaginó padecer cáncer, justo cuando se encontraba en el mejor momento de su matrimonio. A pesar de que su vida se dividía entre el hospital y su casa, su esposo estuvo cuidando y acompañando de ella siempre. Y es que de eso se trata el matrimonio, de acompañar a su pareja, en la riqueza y pobreza, en la salud y enfermedad, en las buenas y malas. "No es una cosa de uno, sino de dos", manifiesta el psicólogo Oliver Silva.
Crisis que ayuda. Generalmente, las personas imaginan una vida ya resuelta, sin problemas. Pero cuando tropiezan con algún contratiempo se genera una crisis. Desde el aspecto individual o relacional esta suele desestructurar al ser humano. Sin embargo, esta situación no es del todo mala, porque en cada crisis que se afronta se van desarrollando herramientas y habilidades para una próxima oportunidad mucho más complicada. "Por esto mismo es que el tiempo de convivencia en una relación es importante, ya que cuando sea el momento de enfrentar una enfermedad crónica o terminal la pareja tendrá las condiciones necesarias para asimilarlo", explicó Silva. 0
Apoyo mutuo. El especialista señala que como pareja se está en la obligación de ser el apoyo. Lo que más necesita la persona que está en situación de crisis es sentirse apoyada. Necesita saber que cuenta con esa persona que eligió para compartir el resto de su vida y que van acompañarse aún más allá del camino.
Apoyo familiar. Aconseja no ocultar la enfermedad a la familia, ya que se necesita un acompañamiento, ya sea en la adecuación del hogar en cuanto a las necesidades de la persona. “Si el enfermo se da cuenta de que la familia está haciendo modificaciones por su presencia, entonces se sentirá acompañado", dijo Silva.
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