sábado, 17 de diciembre de 2011

Posturas para un mejor parto

No es difícil imaginar que una mujer con un estado de embarazo avanzado encontrara dificultades para tener comodidad a la hora de dormir, y es que la postura que la futura madre emplea para descansar, especialmente durante las últimas semanas de gestación, puede condicionar el éxito del parto, según algunos estudios.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Auckland (UA), en Nueva Zelanda, han descubierto que las mujeres que no duermen sobre su costado izquierdo la última noche del embarazo corren el doble de riesgo de que su bebé nazca muerto, en comparación con aquellas que sí descansan sobre ese costado. No obstante, sus autores advierten que "ese riesgo es muy reducido".

El costado del beneficio. Según la Fundación Nemours de Estados Unidos, “algunos médicos recomiendan que la embarazada duerma sobre el costado izquierdo. Dado que el hígado está del lado derecho del abdomen, si duerme sobre el lado izquierdo, evita que el útero se apoye en ese órgano. Dormir de lado también mejora la circulación hacia el corazón y permite un mejor flujo sanguíneo hacia el feto, el útero y los riñones”, dicen. Y en los últimos meses, cuando las caderas de la mujer ya están muy abiertas, se recomienda colocar una almohada entre las piernas, eso le hará sentir mucho más cómoda.

Poco recomendable. Recostarse sobre la espalda, o sea boca arriba, no es aconsejable. Si está en los últimos meses de embarazo seguramente se sentirá apretada y sofocada. Pero no solo por incomodidad esta posición no es recomendable. Según la “Asociación Americana del Embarazo”, no se debe dormir sobre la espalda ya que puede causar problemas de respiración, digestión, dolor en la espalda y hemorroides, así como también existe un peligro potencial de causar un daño tanto a la madre como al bebé por disminución de la circulación en ambos. Tampoco es recomendable dormir boca abajo.

Dormir bien. Un mal sueño durante la gestación tampoco es saludable, estos se originan por estrés, pesadillas, mala posición al dormir, la frecuente necesidad de orinar, el aumento de su ritmo cardíaco, la sensación de que le falta de aire, calambres en las piernas y el dolor de espalda entre otros. Según un estudio en Estados Unidos hay un nexo significativo, entre las siestas diurnas o dormir menos del promedio durante la noche, y el riesgo de nacimiento de un feto muerto, por ello se debe buscar descansar bien en esta etapa.

Al estar sentada. Lo ideal es sentarse en una silla cómoda con el trasero bien atrás para que la espalda permanezca recta. Es fundamental que las caderas y rodillas estén bien flexionadas, para hacer que la zona lumbar quede bien pegada al respaldo. En el trabajo, cuando se siente frente al escritorio y tenga que girar hacia un lado y otro (para acceder al ordenador, al teléfono...) debes procurar que sea la silla la que gire y no tu cuerpo. Si la silla no es giratoria, las piernas deberán acompañar el movimiento del tronco hacia los lados.

Al agacharse. la forma correcta es flexionando las rodillas y caderas, de modo que alcance fácilmente el objetivo que quiera agarrar del suelo. Si este es pesado, antes de iniciar el recorrido de vuelta hacia arriba, debe pegárselo al pecho, para que pase a formar parte del peso de su propio cuerpo. De esta forma, al volver a la posición inicial son las piernas las que trabajan y no la columna, con lo que evitará sobrecargarla.

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