jueves, 8 de diciembre de 2011

¿Tu hija te dijo que te odia?

Escuchar a tu hijo decirte que te odia puede ser algo muy doloroso. Para que esto no se repita, analiza muy bien las causas que lo han llevado a decir una frase de ese calibre para luego actuar adecuadamente.

“Cuando los niños son menores de siete años expresan esas palabras sólo porque las aprendieron y porque las asocian con la frustración, pero no porque las estén sintiendo”, señala el psicólogo Carlos Velásquez.

El especialista explica que es una reacción circunstancial, a diferencia de cuando pasa con los niños mayores de ocho años y adolescentes, que lo dicen porque existe una intencionalidad de expresar el rechazo frente a algo que se ha ido construyendo desde siempre y que, como están en la edad de la rebeldía, no les cuesta decirlo.

En este caso, y tomando en cuenta que tienen mayor conciencia de lo que sienten, como padre preocúpate por investigar lo que está pasando con él o ella, entablando una conversación empática y tranquila para que lleguen a entenderse y se planteen formas de solucionar las diferencias.

Consecuencias

El resentimiento que motiva este tipo de declaraciones no surge de la noche a la mañana, en el caso de adolescentes. “Es una consecuencia de diferentes circunstancias que han estado acumulándose dentro de su cabeza y que, llegado el momento, las expresan”, dice Velásquez.

La psicóloga Mónica Quitón señala que a veces es mejor que los hijos expresen lo que sienten para tener clara la advertencia de que algo no está bien. “Hay niños que sienten ese odio por sus padres por alguna razón, pero se callan porque tienen cautela, por temor o por no lastimar a ese ser”, dice la experta.

Ambos especialistas coinciden en señalar que como padre debes analizar el fondo de la situación y tratar de modificar tu conducta para que ese sentimiento no siga creciendo. Decir lo siento es muy simple y puede hacer tu vida y la vida de tu hijo más feliz.

Confesar el odio

Si tu hijo te confiesa que te odia, es consecuencia de diferentes circunstancias, como la suma de frustraciones y enfrentamientos que han hecho que ese adolescente genere un sentimiento consciente de rechazo y lo verbalice aprovechando el momento.

Respeto y amor

La posibilidad de cambiar las circunstancias depende tanto del padre de familia como del hijo y la responsabilidad debe ser compartida. Ayuda a tu hijo a superar las frustraciones y evita los enfrentamientos para que la relación sea amable, respetuosa y, sobre todo, exprésale tu amor para que no exista odio.

Causas del odio

En la mayoría de los casos en los que los niños y adolescentes dicen sentir odio por los padres, es porque los progenitores son autoritarios, represivos y no aceptan ningún tipo de negociación en sus órdenes. Por eso los menores arrastran frustraciones y rabias acumuladas que llegan a flote cuando tienen capacidad de juicio y crítica.

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