Conversar sobre cómo ha ido el día, compartir los sentimientos, reconocer una infidelidad. La comunicación se ha convertido en la palabra maestra de cualquier relación amorosa. Sin embargo, en ciertas ocasiones es muy peligroso contarlo todo y cabe reconocer que el silencio tiene sus virtudes. Aquí te presentamos algunos consejos para saber lo que puedes decirle a tu pareja y lo que no.
"No contarlo todo es un signo de madurez", afirma el psicólogo Jacques-Antoine Malarewicz. Lo contrario, exigir transparencia y sinceridad constante, es una señal que indica una falta de confianza en uno mismo.
Hoy en día, los códigos en las relaciones han cambiado y una pareja fusional se ha convertido en un modelo insostenible. Tomarse una copa con un amigo, o salir a cenar con una antigua pareja sin decírselo… Era algo impensable ayer, pero ineludible hoy en día. El “yo” no se disuelve en el “nosotros”, puesto que prima la autonomía: está claro, es necesario cultivar la individualidad de cada uno, hasta cierto punto, desde luego.
¿Qué decir en el seno de la pareja?
Para Catherine Bensaïd, psicoanalista, jugar la carta de la transparencia en una relación amorosa es arriesgarse a trivializar la sinceridad absoluta. “Al expresarte sin reservas a tu pareja corres el riesgo de perder cierto misterio, lo cual es la base de la seducción”. Sin contar el aspecto inmaduro de esta comunicación verbal a ultranza.
“Explicarle a mi pareja lo que he hecho ese día de forma sistemática me recuerda infaliblemente a mi infancia, cuando mi madre me hacía mil preguntas cuando llegaba a casa”, reconoce Paula. A la larga, el deseo se desvanece y te arriesgas a mantener una relación más fraternal que amorosa.
El momento apropiado para compartir en pareja. Si bien tener un jardín secreto es necesario, se debe reconocer que ciertos silencios pueden ser demasiado pesados.
“Un despido o una enfermedad grave son temas que exigen una conversación al respecto”, comenta Jacques-Antoine Malarewicz. Saber hablar en estos casos es una señal de confianza en el otro. Muchísimas parejas han salido reforzadas tras superar pruebas difíciles o conflictos graves gracias al diálogo. Compartir las emociones ha de salir de uno mismo, sin importar ni cómo ni cuándo. Cada uno tenemos nuestra historia, nuestras heridas. Así pues, ante una dificultad, es inútil mostrarse de hierro.
Catherine Bensaïd aconseja “esperar al momento apropiado es la base de una comunicación respetuosa en la pareja”. Una vez más, el equilibrio es la clave para aprender a escucharse y, por lo tanto, a entenderse.
Consejos para que la pareja dure. Algunos consejos que pueden ayudarte a encontrar el punto medio entre la transparencia y el silencio:
Qué no hace falta contar: los pequeños secretos. Paseas con tu mejor amigo, o mejor amiga, después del trabajo y, sin poder remediarlo, llegas un poco tarde a casa. O imagina que sales a cenar con una antigua pareja. Si sabes que tu pareja se volverá loca y te montará una escenita humillante, no digas nada. Evita las discusiones inútiles y disfruta de la preciada sensación de libertad sin haceros daño a ninguno de los dos.
Qué hace falta contar: el tabú del dinero. Te mueres por adquirir el último aparato de alta tecnología, aunque el precio es exorbitante. Haz que tu pareja confíe plenamente en ti y encuentra el momento adecuado: hazle la cena durante una semana, por ejemplo. Si te han despedido, es absurdo que finjas ir al trabajo al día siguiente, lo cual sucede a menudo, o que esperes a encontrar un nuevo trabajo. En esos casos, las cartas siempre deben estar encima de la mesa.
Depende: la infidelidad. Si tu canita al aire es un verdadero síntoma del malestar en tu pareja, deberías contarle tu infidelidad. "Esto no funciona, así que te he engañado".
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