sábado, 30 de abril de 2011

Reglas de oro para el Amor eterno

Psicólogos, sexólogos y religiosos aseguran que la base para un buen matrimonio es el amor, la comprensión, la comunicación y los detalles, sin descuidar las relaciones sexuales que son el complemento
Elena y Raúl Martínez este año celebrarán sus bodas de oro matrimoniales. Ambos coinciden en que en estos casi 50 años juntos aprendieron a conocerse a tal punto que algunas veces hasta con la mirada se entienden.
“Fuimos creados el uno para el otro y sentimos que seguimos amándonos como el primer día. Problemas hemos tenido, como cualquier matrimonio, pero los hemos solucionado hablando. No descuido los detalles con mi esposa. Llego con una flor, dulces o chocolates que le fascinan. Lo mismo hace ella con las cosas que a mi me gustan”, comenta don Raúl.
Doña Elena afirma que el secreto para ser feliz en el matrimonio y mantener viva la llama de la pasión es, en primer lugar, alimentar el amor todos los días con pequeños detalles, que aunque parezcan insignificantes, para el esposo son importantes. En segundo lugar, es indispensable la comunicación y el diálogo en la pareja y, en tercer lugar, el respeto mutuo nunca debe perderse.
“Un consejo que les doy a los jóvenes: nunca se vayan a la cama enojados, traten de conversar y llegar a un acuerdo. Además, después de un pleito, la reconciliación es lo más lindo”, remarca la señora Elena.

Aspectos necesarios
Para el sacerdote Juan Kurajashi, el matrimonio es un sacramento para toda la vida, pero también es un misterio. Explica que para ser feliz en pareja hay dos aspectos necesarios: en primer lugar la oración, para que Dios bendiga e ilumine la vida matrimonial futura y en segundo, conocer bien a la persona con la que uno se va a casar.
“Los jóvenes deben pedir a Dios su guía y evitar un matrimonio a la rápida. Hay que saber cuáles son las virtudes y los defectos de su futuro cónyuge, porque después surgen los problemas que derivan en el divorcio”, expresa el religioso, luego de señalar que una de las estrategias que mejoran la convivencia de los cónyuges es callar y ceder, antes que gritar y pelear.

Buena comunicación
La psicóloga y directora del Servicio de Orientación Familiar, Graciela Redivo, dice que la pareja para lograr la felicidad para toda la vida en su matrimonio debe establecer una buena comunicación, ser sinceros uno con el otro y siempre decir la verdad, tratar de tolerar sus diferencias y resolverlas a través del diálogo y si no se puede, intentar negociar el perdón a uno mismo y al cónyuge es fundamental.
“Antes de casarse hay que hablar y dejar bien estipulado todos los aspectos sobre el número y la crianza de los hijos, la familia de cada uno, la economía familiar y la forma de vida que van a llevar. Así no habrá malos entendidos”, añade.

El sexo sí importa
¿Qué es más importante, el amor o el sexo? Es el clásico debate sobre el que casi nunca las personas se ponen de acuerdo. En este sentido, el médico sexólogo Erland Roca Chaar manifiesta que son ambos. Asegura que la química sexual sí importa y mucho, dado que aunque la pareja comparta asuntos relevantes, las palabras no son suficientes y una inmejorable forma de comunicarse es a través del sexo.
Para lograr una buena relación sexual, dice el especialista, hay que tomar en cuenta no sólo el coito, sino también el preámbulo. Es decir, el juego previo al sexo, donde los besos, las caricias, los abrazos, las palabras bonitas y el contacto en los dos metros cuadrados de piel (hay partes más sensibles que otras) que tenemos las personas son tan importantes como llegar a la penetración y al orgasmo.

Pensar en el otro
“Siempre hay que pensar en el otro, tratar de satisfacer sexualmente a su cónyuge. Hay posiciones que a la mujer no le gusta y viceversa, por eso es importante el diálogo en la pareja para tener un sexo gratificante. Nunca deben fingir, si algo no le gustó es mejor decir siempre la verdad”, resalta el sexólogo.
Un buen consejo para mantener viva la llama de la pasión es que los cónyuges sean amantes, amigos y compañeros uno del otro, así no tendrán necesidad de buscar nada afuera. “Vivan una aventura con su esposo(a), salgan solos a cenar, a bailar y luego terminen en un motel. Dedíquense un día a la semana para ustedes y eviten caer en la rutina que daña cualquier relación”, recomienda Erland Roca.

Creencias que impiden ser feliz
Byron Katie, autora de los best seller Amar lo que Es y Necesito tu amor, ¿Es verdad?, cita cuatro creencias que impiden a una persona alcanzar la verdadera felicidad en la relación de pareja:
- Seré infeliz sin ti.
- El amor es contar con lo que quieres y tener tus necesidades cubiertas.
- Necesito ganar el amor y la aprobación de otras personas.
Mi pareja tiene muchos defectos.
Estos aspectos deben ser desechados de nuestra mente para no perjudicar y complicar el relacionamiento en el matrimonio.

    En busca de la felicidad   
María Cristina de Áñez, directora de la Universidad de la Familia y Susana de Álvarez, responsable del Ministerio de Matrimonios, brindan 10 reglas para vivir feliz en pareja:

Regla 1
Hay que pensar que el matrimonio es un pacto incondicional, es nuestra respuesta de amor.

Regla 2
La comunicación con empatía, que busca suplir las necesidades uno del otro, sin egoísmo.

Regla 3
Asumir las responsabilidades en las funciones que cada uno debe desempeñar.

Regla 4
Poner a Jesucristo como el centro de sus vidas.

Regla 5
La mujer debe estar sujeta a su esposo, no sumisa, que es diferente, pero debe recibir con amor la autoridad del esposo.

Regla 6
Dar prioridad a la relación con su esposa(o), dejar padre y madre. Ojo, no es abandonarlos, pero colocar al cónyuge en el lugar que le corresponde.

Regla 7
Perdonar una y otra vez, sin cansarnos de hacerlo y no dejar pasar mucho tiempo sin hablarse y arreglar los problemas.

Regla 8
Poner las finanzas en una sola bolsa y decidir en común acuerdo el presupuesto de ambos.

Regla 9
Todos los días deben expresarse amor uno al otro, mediante palabras de afirmación y toque físico.

Regla 10
Tener un tiempo para conversar, no sólo los temas del día a día sino del corazón, lo que están sintiendo en su corazón.
“Estas reglas convierten a cada uno en un dador de amor hasta que la muerte nos separe”, concluyen María Cristina y Susana.

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