Según explica, Fanny Parrado Flores, sicóloga terapeuta de pareja y familia, el cuerpo más allá de las palabras, tiene su propio lenguaje, por ser el principal instrumento de comunicación por el cual transmitimos una infinidad de mensajes, desde la misma expresión facial (miradas, gestos, sonrisas), posturas de las manos, los pies, forma de pararse, sentarse, etc.
Actitud mental. Uno de los secretos de los seductores es que están relajados y en control cuando se trata de situaciones sociales. Además de ello utilizan algunas técnicas como mirar a los ojos de la mujer a quien pretende seducir, mostrar el rostro relajado y amable, sonreír cuando corresponda, evitan la postura agachada, manteniendo la postura erecta inclinando ligeramente su cuerpo hacia ella colocando un pie hacia adelante, explicó Martha Heredia Asebey, sicóloga clínica educativa.
Qué evitar. En ese sentido, si observa que ella da un paso atrás, evite volver a hacerlo ya que la mujer no está cómoda al sentir que se invade su espacio íntimo, indicó Heredia. "Si el varón está sentado inclinado ligeramente hacia adelante, debe evitar apoyar la mano en la cara, debido a que es un signo de aburrimiento, así como evitar gestos que muestren que fanfarronea o habla demasiado de sí mismo. Más importante es escuchar a la mujer, observar si ella muestra interés en él. Entre las señales que da ella es el de echar su cabello hacia atrás, largas miradas, y sonrisas persistentes", acotó la sicóloga. Tanto en el varón y la mujer cuando muestran interés se da una dilatación en las pupilas. Un rasgo común a muchos hombres subordinados es que están tan dispuestos a complacer que cuando alguien dice su nombre, se los ve girar sus cabezas hacia la otra persona tan rápidamente que no es natural.
A tomar en cuenta. Por otra parte, explica Parrado, no es lo mismo seducir a una mujer extrovertida que a una introvertida, ni a una adolescente que una mujer adulta, pero de cualquier manera la actitud mental que debe de tomar en cuenta el galán seductor, es de transmitir confianza y seguridad en sí mismo mediante su lenguaje corporal, mantener una actitud positiva, responsable, caballerosa, considerada, detallista, y al hablar utilizar palabras con criterio, sentido y determinación.
Precaución. Es parte de la estructura del ser humano, tener la necesidad de seducir, para conseguir pareja y procrear, pero cuando este afán de seducción se torna patológico, se requiere de terapia psicológica, ya que puede considerarse un signo de baja autoestima, explicó Heredia.
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