“COMPARTIR”, UNA ALTERNATIVA
De momento los niños con capacidades diferentes de Cochabamba tienen que respaldarse en centros que -pese a ser de iniciativa privada- ofrecen servicios que enmarcan un desarrollo íntegro, en cuanto a aspectos corporales, emocionales, sociales, adaptativos e intelectuales de cada niño.
“Nico” está a las dos y media de la tarde en punto en puertas del Centro de Educación Especial Compartir, no es cualquier día, es un día muy importante para él porque luce un traje de cochalo -que le da pinta de galán- para bailar junto a sus compañeros una coreografía que no fue fácil aprender.
Él es un niño con síndrome de down y sin lugar a dudas Nico puede hacer la mayoría de las cosas que hace cualquier niño, como caminar, hablar, vestirse o ir solo al baño. Sin embargo, su única dificultad es que va aprendiendo estas cosas más tarde que otros niños.
En Compartir, él desarrolló muchas destrezas que le permitieron mejorar sus posibilidades y su calidad de vida. De a poco se va preparando para su adaptación e integración social y escolar.
Además sus padres no omiten responsabilidades laborales, familiares o sociales porque dejan a su hijo en manos de un personal especializado e interesado en el bienestar de Nico.
MULTIDISCIPLINARIEDAD
En general son los padres del niño y/o el médico tratante quienes se dan cuenta de que el pequeño no se está desarrollando normalmente.
Entonces es necesario asistir a una consulta con el médico; que va a establecer un diagnóstico y a tomar o implementar algunas medidas de tipo terapéutico.
La respuesta a los problemas múltiples que presenta la educación de personas con capacidades especiales no puede ser otra que la actuación de un equipo multiprofesional, en el que convergen todas las profesiones capaces de dar respuesta eficaz a los problemas planteados.
La atención y educación de estos niños no se resuelve sólo como problema médico, ni psicológico, ni educativo, ni social y otros, sino como la combinación de todos ellos, ya que exige habilidades, conocimientos y experiencias de todas las especialidades.
TOCANDO FONDO
Hace más de medio siglo en Bolivia (1929), nace una de las primeras acciones de atención educativa a personas con discapacidad.
Este hecho marca el referente sobre ofertas educativas para personas con necesidades educativas especiales en el país.
A comienzos de los años 50 Cochabamba, seguido de Sucre, se incorpora a las acciones educativas para personas con discapacidad. Dos décadas después, en los años 70, ingresa también Santa Cruz.
A partir de la Ley de Reforma Educativa 3.200 niños y niñas con capacidades diferentes han sido incorporados al proceso de educación formal; lo que representa apenas un 1,4 por ciento de los beneficiarios potenciales de este servicio.
Este dato da la pauta de que aún queda mucho que hacer en el campo de la educación especial e integración.
MISIÓN DIFÍCIL, NO IMPOSIBLE
La educación especial se ocupa del cambio real de la vida del ser impedido. En eso se basa su misión, su fundamento, su impulso de dedicarse a este trabajo.
Respecto a la afirmación surge la interrogante de ¿cómo se podría mejorar su situación de vida de estos niños?
La directora del Centro de Educación Especial Compartir, Mgr. Elke Bertodt, asegura que el ser humano con capacidades diferentes -para mejorar- no sólo deberá estar ubicado en una institución para que ésta le ofrezca todas las terapias posibles para llenar su vida cotidiana con diferentes programas.
Pese a que el equipo didáctico con el que cuente la institución es imprescindible para el progreso constante de los niños, un factor -además de importante- clave para “hacer crecer” a los niños es con amor en cada una de las enseñanzas que se les brinda.
LA HORA DE CLASES
En cuanto al contenido que avanzan los niños con capacidades especiales, existe equilibrio entre las materias que se les enseña, sus vivencias y actividades. Para ello se seleccionan los contenidos que sean significativos y de interés para el niño, es decir, los adecuados a su desarrollo y los que les sean útiles para desenvolverse en su entorno.
Según la directora de Compartir, las perspectivas para las personas con síndrome de Down son mucho más alentadoras de lo que solían ser.
En definitiva la mayoría de los problemas de salud asociados con el síndrome de Down pueden tratarse y la expectativa de vida es actualmente de unos 55 años.
Los niños del centro realizan actividades como en cualquier unidad educativa. Por ejemplo, el 27 de mayo, conmueven a sus mamás regalándoles tarjetas hechas por ellos mismos y danzando coreografías en las que prima el talento de cada niño e incluso sus maestras tocan acordeones para amenizar el día.
Mastak’u-Halloween es otro de los festejos que no se obvia en Compartir, los niños se disfrazan con sus atuendos
favoritos y arman mesas con alimentos característicos de Todos Santos, sin lugar a dudas además de pasarla muy bien, aprenden mucho sobre la cultura boliviana y extranjera.
EXPERIMENTAR PARA IMPLEMENTAR
Las variaciones en la capacidad de cada niño hace que se ofrezcan diferentes alternativas de enseñanza en Compartir. En principio, se establece una etapa experimental para comprobar la eficacia de los métodos que se están usando en los niños.
Sin embargo los parámetros que priman en este centro de educación especial -al dar una clase grupal en una sala- es la perfección del lenguaje; de las habilidades básicas de la vida diaria (alimentarse, ir al baño, vestirse, jugar independientemente, entre otras); de la formación y entendimiento de conceptos; del juego con otros, participación, colaboración, tolerancia, respeto de normas, reglas y más.
Las habilidades que desarrollan los niños van desde la percepción visual, acústica, táctil, olfativa, oral y corporal. Además la psicomotricidad, es decir que los niños aprenden a cortar, pegar, rasgar, pintar, saltar, correr, brincar, equilibrarse, tener ritmo, coordinación, postura y aquello que es útil.
Pese a que muchos creen que el futuro de los menores con capacidades especiales está truncado, la implementación de centros de educación especial a futuro y el uso de los que están establecidos ahora, hacen posible que estos niños encuentren su lugar en la sociedad.
UN FUTURO PRÓXIMO
La singular mirada de los niños con capacidades especiales -les duplica la ternura que suelen irradiar los niños- es el motor que mueve a propios y extraños en torno a un solo fin: buscarles un espacio en la sociedad.
Cochabamba necesitó bastante tiempo para que sus centros de educación especial se consoliden básicamente, es decir, que sus ambientes, educadores y métodos de enseñanza brinden las condiciones mínimas que los niños con capacidades diferentes requieren.
Sin embargo aún no se puede afirmar que todos los centros de educación especial alcanzaron un nivel de consolidación íntegro necesario.
Por tal motivo el Ministerio de Educación, centrará su mirada en la construcción de tres “mega” centros multidisciplinarios en Cochabamba, La Paz y Santa Cruz -uno en cada departamento- como sitios iniciadores de la primera fase del proyecto que luego se consolidará en todo el país.“Son grandes centros, no es una unidad educativa más, sino lugares donde va haber atención de fisioterapia, psicología, atención médica, pero además el tema educativo”, explicó el Ministro de área. Roberto Aguilar.
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