Es tiempo de que las mujeres dejen de lado la vergüenza y den el primer paso en la intimidad
Las mujeres están acostumbradas a esperar que sea el hombre quien tome la iniciativa en el sexo. Muchas veces se quedan con las ganas de hacer el amor porque no se atreven a decirle a su pareja que quieren sexo, dice la sexóloga Liliana Zabala.
Muchos de los fracasos matrimoniales son por eso. Las féminas se niegan a tener relaciones sexuales o simplemente quieren el clásico misionero y con la luz apagada. “Hay que borrar el mito de la abuela de que las mujeres no tomar la iniciativa en el sexo, porque su esposo va a creer que es una tal o cual. Eso ya es pasado”, explica.
Deben entender, agrega, que a los hombres les gusta el sexo salvaje, primitivo e instintivo, en cambio las mujeres buscan lo emocional y pasional.
Recomendaciones
Para que las mujeres puedan dejar de lado la vergüenza y disfrutar de su sexualidad, como profesional, sugiere algunos pasos a seguir:
- Deben buscar literatura sobre sexualidad femenina para conocer su propia fisiología y respuesta sexual. Las mujeres son multiorgásmicas por naturaleza y no lo saben, por ello tienen que buscar asesoramiento.
- Deben despojarse de prejuicios y tabúes que han impuesto las abuelas.
- Hay que vencer los miedos y fobias con lo relacionado a la sexualidad.
- Dejar que salga su sexualidad muy pausadamente y dejarse guiar por su sexto sentido.
- Es necesario que hablen y se comuniquen entre ambos. Si es que siente vergüenza y le cuesta hablar en el momento para decirle que desea hacer el amor, la esposa, previamente, debe indicarle a su pareja cuáles son sus señales y hacerse entender con su pareja.
- La mujer tiene que ser morbosa con su pareja, debe mirarle a los ojos en forma insinuante, darle algunas señales de que quiere algo.
- Las acciones y los gestos hablan más que las palabras. Las insinuaciones sexuales son la mejor forma que tienen las féminas de expresar su sexualidad.
Por ejemplo, dice Liliana, la mujer puede servirle una tasa de café o comida al esposo por detrás de su espalda y apoyar sus senos en el hombro. Eso es una señal que hablará más que 1.000 palabras.
“Las mujeres deben estar alegres, siempre de buen humor, que baile, cante y rían, que sean agradables. Eso le gusta a los maridos”, remarca.
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