La llegada a la familia de un padrastro o madrastra casi nunca es fácil, más aún cuando hay un hijo adolescente de por medio, ya que la situación en muchos casos se torna conflictiva tanto para el papá o mamá sustituta; sin embargo, los expertos afirman que aunque el tema es delicado no es misión imposible encontrar el equilibrio y armonía en el hogar.
Cuanto mayores sean los hijastros, más difícil les resultará la adaptación al padrastro-madrastra, explica Eva Oberlander, psicóloga clínica, "es importante comprender que para los chicos la transición puede causarle confusión y probablemente durante el periodo de estrés manifestará lo peor de él, la paciencia es clave", dice la experta.
Dos puntos importantes. Álvaro Cabo Rivas, psicólogo clínico, a través de la página web todohijos.cl hace entrever dos aspectos importantes durante la etapa de adaptación.
En primer lugar, porque llevan más tiempo con un modelo anterior y, en segundo lugar, porque cuando se trata de adolescentes que están intentado independizarse de la familia, les cuesta aceptar que la nueva pareja esté intentando reconstruirla. "En este último caso, puede ocurrir que muchos padres y padrastros sin información confundan esta actitud de independencia del adolescente con el sabotaje de éste a la nueva pareja", recalca el experto.
Más que por el deseo de no querer ver a sus padres, a los adolescentes les disgusta vivir en dos casas porque normalmente les impide mantener la relación con sus amigos. Esta actitud suele ser entendida por los progenitores como una muestra que no les importan o que están enfadados con ellos, en lugar de entender que a esta edad el grupo de amigos tiene mucha importancia, precisa Álvaro Cabo.
Adaptación poco a poco. Para ambos expertos la facilidad o dificultad con la que el joven acepta al padrastro o madrastra es directamente proporcional al modo en que esta figura ha sido introducida en su vida.
Sin embargo, en toda esta situación quienes siempre juegan un papel principal son los padres sustitutos. La actitud que tengan ante el niño será vital para que éste les acepte o rechace con más ahínco. No es sencillo saber cómo comportarse porque cada niño es un mundo y reacciona de una manera, pero los expertos aconsejan comportarse de acuerdo a su personalidad y su forma de ser: una nueva figura adulta en el hogar y en la vida de los niños.
1 Paciencia. Comprenda que el amor y el afecto solo se desarrollan con el tiempo, especialmente con los adolescentes. Al principio, es posible que el niño sienta su presencia como una amenaza, o que esté resentido. Deles espacio y tiempo para establecer una relación de confianza con usted.
2 Dele su espacio. Concédale ratos sin usted. Permita que pasen ratos exclusivamente con su padre biológico. La exclusividad que los niños tenían con sus padres biológicos es importante y al ofrecerles este espacio usted honra a sus hijastros y esto ayuda a que lo respeten y lo estimen más pronto.
3 No lo controle. La última cosa que usted debe hacer si está tratando de ganarse el corazón de sus hijastros es tratar de controlarlos. Sobre todo si se trata de adolescentes. Deje que sean los padres biológicos quienes establezcan las reglas hasta que usted tenga una buena relación con sus hijastros.
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