domingo, 13 de enero de 2013

El camino al Sexo fantástico tantra

“¿Quieres que tus sesiones en la cama se sientan como el paraíso, literalmente? Entonces es momento de practicar el sexo tántrico”, dice la sexóloga y autora del libro Urban Tantra, Barbara Carrellas. La pregunta es, ¿en qué consiste?

Todas escuchamos sobre el tantra, pero pensamos que es algo complicado de incorporar en nuestras vidas, pues lo relacionamos con posturas extrañas y esos cuentos del cantante Sting y sus maratones sexuales de 36 horas. Pero la realidad es otra. Todas podemos incorporar el tantra en nuestra vida amorosa y lograr una conexión increíble con nuestra pareja. Te contamos en qué consiste.

El objetivo del tantra no es alcanzar el gran “O”, pero prolongar la pasión y excitación para alcanzar nuevos niveles de satisfacción e incrementar la energía sexual. Se trata sobre disfrutar el viaje sexual— y crear vínculos más fuertes con tu pareja en el proceso— en lugar de una carrera hacia el destino final. La excitación sexual puede inducir un estado de conciencia excepcional que todas podemos aprender a utilizar para mejorar nuestra vida íntima.

Las bases

Caricias delicadas, miradas profundas y respiración pausada dejando de lado las prisas y posponiendo el orgasmo al máximo para obtener y proporcionar un placer intenso que nos puede llevar más allá de los límites conocidos… eso, en resumen, es lo que propone el tantra. Al basarse en filosofías hindúes y budistas, como el yoga, en la visión tántrica, el sexo y el orgasmo equivalen el pico de la conciencia spiritual: cuando el Shiva, energía masculina, y el Shakti, energía femenina, se fusionan en una unión sexual, se cree que es el punto más alto del nirvana.

La idea es construir excitación lentamente, incorporando estrategias específicas, entre ellas la respiración coordinada, el contacto visual y el masaje erótico. El resultado: sentirte conectada física y emocionalmente con tu pareja y una experiencia extática fuera de este mundo.

Te damos las claves para alcanzar el paraíso sexual y una conexión inigualable con tu pareja.

El lugar perfecto. Comienza preparando el ambiente, poniéndolo agradable en lo referente a temperatura, música, luces, sábanas suaves, aromas, bebidas y, por supuesto, privacidad.

“Haz que el lugar sea un espacio donde se puedan enfocar en la experiencia. Elimina el teléfono, apaga tu computadora, consigue una luz suave y sensual con velas... Que el cuarto esté impecable y asegúrate de tener agua fresca”, explica Barbara Carrellas para agregar que si el sexo tántrico se siente extraño al principio, pon música suave. “Te sentirás más cómoda y te ayudará a relajarte”. Recuerda que el sentido del olfato es muy importante para la sensualidad: prueba aceites naturales como jazmín, vainilla, ylang-ylang o rosa.

Prepárate. Rodéate de belleza, ¡el tantra es la celebración de todos los sentidos! La suavidad de la piel luego de un baño hace maravillas. “Toma un baño con la intensión de lavarte y quitarte todo lo que acumulaste durante el día. Si quieres despertar los sentidos, corta limones y úsalos como si fueran esponjas”, dice Carrellas. Por su parte, el psicólogo y sexólogo, Ezequiel López Peralta, aconseja en su sitio Web: “Acondiciona tu cuerpo con un buen baño, peinado y depilación”.

Caricias y masajes. Empujadas por el deseo, las caricias serán el paso siguiente. “Masajea a tu pareja lentamente. Explora todo su cuerpo, excepto los pechos y genitales. Busca el propio placer del masaje. Después de quince minutos, cambien”, detalla el sitio e-sexualidad.com, de la sexóloga Diana de Resnicoff.

Respiración tántrica. La respiración es esencial y a través de ella puedes esparcir la energía orgásmica a todo tu cuerpo. Esta sensación lleva a una conexión más íntima y profunda con tu pareja. Tener conciencia de tu respiración es central en todas las prácticas yógicas y es básico en el tantra.

“Tómate tu tiempo mientras se besan y durante el juego previo. Llega al punto en el que se sumergen en cada movimiento individual y se enfocan en la respiración. Mientras más respiras, más sentirás. Entreno a las personas a que alcancen el orgasmo solo a través de la respiración!”, revela Carrellas en su libro.

Beso tántrico. Prueba este ejercicio de respiración con tu pareja. Que él se siente sobre el piso o la cama; siéntate sobre él abrazándolo por la cintura con tus piernas. Mírense fijo. Comiencen a respirar de forma pausada, al mismo ritmo. Comienza despacio, y a medida que el placer crece, acelera el ritmo. Respira profundo. Inhala mientras él exhala y viceversa. Mientras inhalas contrae tus músculos pélvicos; relájalos mientras exhalas. “Sentirás sensaciones sexuales”, dice Dawn Cartwright, famosa instructora y escritora de tantra, creadora del Chandra Bindu Tantra Institute en Los Ángeles. Mírense fijo a los ojos, respiren y conéctense. “La increíble conexión que sentirás te volverá loca. Sus campos energéticos se sincronizan, por lo que ambos estarán en el mismo estado y más sensibles hacia el otro. Es muy eléctrico”, asegura Cartwright en su sitio Web.

Luego bésalo y compartan la respiración. “La penetración ya no es necesaria porque están fundidos en el otro”, dice Cartwright. “El tantra es sobre sumergirte profundamente al deseo y placer. Si te sientes bien y extática, entonces estás en el camino correcto”.

Ejercita tus músculos. “Mueve tu pelvis mucho y aprieta los músculos del piso pélvico. Piensa en los ejercicios Kegels como el motor erótico del sexo tántrico. Mueven la energía erótica a través de todo el cuerpo”, explica Carrellas

Abstente. La abstinencia logra increíbles resultados. Muchos seguidores del tantra recomiendan restringir las relaciones para acumular energía sexual y hacer de cada acto un encuentro memorable. A primera vista cuesta comprenderlo, (y ponerlo en práctica) pero la abstinencia ayuda a acumular energía sexual.

Usa tu imaginación. “Muchas mujeres tendemos a pensar en otras cosas mientras hacemos el amor. Nuestra mente divaga hacia las diligencias y el trabajo, lo que disipa la energía sexual. Usa tu mente para pensar en cosas más sexys y lo que estás haciendo con tu pareja”, aconseja Carrellas en su libro.

El poder de la mirada. Los ojos son el espejo del alma, y cuando miramos profundamente a los ojos de nuestra pareja, miramos su alma. “Llegado el momento del encuentro, dedíquense a mirarse de forma fija, hasta que el deseo se vaya encendiendo”, explica Peralta.

“La mirada profunda es increíblemente poderosa. Los ojos y el rostro de tu pareja debe ser el punto de enfoque, especialmente cuando lleguen al orgasmo. Transmite una energía increíble”, asegura Carrellas

Olvídate del gran O. Aunque el orgasmo tiene fama de ser el pico y final de la relación sexual, en el tantra el gran “O” no es la meta. Si te enfocas en llegar a un “big bang” al final, puedes perderte miles de otros “placeres orgásmicos” que suceden en el transcurso del acto sexual.

“En el sexo tántrico no hay metas. Relájate y disfruta el viaje; verás que existen más experiencias extáticas en el camino”, asegura Carrellas. Los instructores tántricos prometen que tendrás orgasmos más intensos.

“Tenemos que estar dispuestos a vivir una experiencia diferente en la cual el placer no esté enfocado en el orgasmo sino en el disfrute de los sentidos. Para eso vamos a dedicar no menos de cuatro encuentros a explorar diferentes sensaciones sin llegar a la penetración ni al orgasmo”, sugiere Peralta en su sitio.

¡A jugar con el deseo! “Para hacer que las cosas duren más, no te enfoques en el miembro de tu pareja. Hagan el amor con otras partes de sus cuerpos. Tenemos miles de diferentes zonas erógenas—los pezones, los labios, la parte trasera de la rodilla, el pulgar. Puedes tener un orgasmo provocado por los pechos, el cuello o… quién sabe”, explica Carrellas.

Prueba “el beso del deseo”: recuéstense uno junto al otro, mírense a los ojos y bésense sin tocarse. Deben seguir el ritmo de la respiración. También pueden mirarse fijamente y besarse la piel… Poco a poco y sin apresurarse van llegando a los genitales con suavidad. Si estás dispuesto a vivir una experiencia diferente y profunda, anímate a explorar diferentes sensaciones, sin llegar a la penetración. Puede no ser fácil al principio, pero practicarlo será muy placentero.

Por último, un largo y profundo orgasmo. Sus seguidores aseguran que “el orgasmo no es el final de la fiesta sino el principio de la celebración”. “Permanezcan unidos, mediten relajados, disfruten de él. Hay que prolongarlo, liberarse de todo lo que pesa, abandonarse por completo. Entregarse el uno al otro, no pensar en nada, sentir. Que no se apague la llama en un simple desahogo sexual. Tengan la valentía de ir más allá del placer”, dice Carellas.

Postura

Mujeres arriba. La postura clásica de dominio es conocida como Kali. La mujer se sienta en cuclillas sobre el hombre y sin moverse comienza a trabajar con los músculos pélvicos internos. El resultado final es un orgasmo prolongado que liberará a la pareja de energías que puedan tener bloqueadas. “Cuando una mujer logra en la postura de Kali llegar al orgasmo y que el hombre llegue al orgasmo también, habrá dejado atrás muchos bloqueos o karmas”, explica la página Web Escuelatantrica.com, dedicada a esta práctica sexual.

QUICKIE

En el tantra, el orgasmo no es sinónimo de eyaculación; se dice que 90% de los hombres desconoce el orgasmo, pues busca prolongar la etapa última, inhibiendo el espasmo para permanecer indefinidamente en el punto límite.

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