Decir la verdad contribuye a una buena salud física y mental y ayuda a formar relaciones de pareja más satisfactorias.
A dichas conclusiones llegó un estudio realizado por la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos), que encontró que cuanto más tiempo logran las personas decir la verdad, mayores son los beneficios para su salud.
MENTIRAS QUE ENFERMAN
Anita Kelly, psicóloga a cargo del estudio, trabajó con 110 personas de 18 a 71 años de edad, con un promedio de 31 años. La experta pidió a los voluntarios que durante 10 semanas no dijeran ninguna mentira, ni grande ni chica. Además, cada semana los participantes completaron un cuestionario destinado a evaluar su salud y el estado de sus relaciones sentimentales.
Kelly también les hizo una prueba poligráfica semanal que midió la cantidad de mentiras grandes y pequeñas que habían dicho en los días previos. Y resultó que las personas dicen un promedio de 11 mentiras por semana.
Kelly notó que los voluntarios que dijeron menos mentiras se quejaron mucho menos de su salud física y mental. Por ejemplo, se sentían menos tensos y melancólicos, y no sufrieron tantos dolores de garganta y de cabeza. En promedio, tres mentiras menos por semana garantizaron el alivio de cuatro dificultades psicológicas y tres problemas físicos. Este efecto fue igualmente positivo para las mentiras grandes y pequeñas.
En la quinta semana, los participantes que lograron mentir menos se sentían más honestos y conformes consigo mismos. Además, sus relaciones de pareja e incluso con sus amistades mejoraron marcadamente. "Esta mejora en las relaciones es en gran parte responsable de los beneficios de salud asociados a decir menos mentiras", consideran los investigadores.
Kelly detalla que los voluntarios adoptaron diversas estrategias para dejar de mentir. Por ejemplo, algunos empezaron a decir la verdad sobre sus logros en vez de exagerarlos, otros dejaron de poner falsas excusas para explicar faltas como llegar tarde, y otros evitaron mentir al responder a una pregunta con otra pregunta que generó distracción.
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