lunes, 28 de enero de 2013

No es bueno presionar a su niño para que coma mucho

Generalmente los más pequeños se ponen difíciles con la comida, y los padres se preocupan porque ellos no comen o no lo hacen en suficiente cantidad y variedad. Sin embargo, para solucionar esto no es buena idea obligarlos a acabar su plato de comida. En este sentido, un nuevo estudio publicado en el sitio bebeunico.com, ha llegado a la conclusión que ser autoritarios con los hijos a la hora de la comida, puede llegar a ser contraproducente para su salud, puesto que los niños pueden desarrollar alteraciones en su peso.

El sobrepeso. Julie Lumeng, autora principal de este estudio, indica que cuando las madres son excesivamente "mandonas" con sus hijos pequeños durante la comida, los niños solían tener sobrepeso a los 3 años. El equipo a cargo les pidió a 1.218 madres que concurrieran al laboratorio con sus hijos. Los grabaron durante 10 minutos mientras los niños comían. Las familias concurrieron tres veces, cuando el niño tenía 15 meses, 2 y 3 años. Las madres más "mandonas" mientras los niños comían tendían a tener hijos con sobrepeso, aun tras considerar factores como el ingreso familiar y la etnia.

Cantidad y calidad. Por su parte, el pediatra Juan Carlos Antezana, indica que el aprendizaje influye notablemente al momento de comer, y eso queda demostrado no solo con la cantidad, sino también con la calidad de lo que se come. Por eso, indica mejor no obligar a los niños a comer, pues su cuerpo sabrá detectar cuándo necesita alimento y cuánto es suficiente para abandonar la ingesta.

Recomendaciones. Por supuesto, indica Antezana, siempre es recomendable supervisar la dieta de los niños en casa y su repercusión en la salud, pues si el crecimiento y su desarrollo es adecuado, ya no tendremos de qué preocuparnos aunque no coma lo que queremos ni la cantidad deseada por los adultos", aclaró. Asimismo, Lumeng sugirió que los padres sigan la recomendación de los expertos: es decir, darles a los niños alimentos saludables y dejarlos que controlen a ellos mismos cuánto quieren comer. "Naturalmente, los niños tenderán a comer la cantidad adecuada", dijo. Y si los padres están preocupados porque sus hijos no comen, sugirió que conversen con el pediatra.

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