Expertos aseguran que los 16 años es buena edad para que las mujeres comiencen a pensar en su independencia económica. ¿Y por qué? La dependencia es el motivo principal por el cual mujeres soportan maltratos de todo tipo. Motivar a que las mujeres tengan la capacidad de tomar sus propias decisiones y prepararse para enfrentar la vida solas, es imperativo. La violencia contra la mujer no es un tema nuevo, ni se va a acabar mañana, pero hay que disminuir sus efectos. Y no es cierto de que la mujer sufre más en los estratos pobres, el grupo más vulnerable lo forman las que dependen económicamente de sus maridos. Este fenómeno no distingue grupo cultural ni rango social, atraviesa todos los espectros sociales, sin distinciones de ningún tipo; el asunto es que en algunos grupos logran fingir mejor que en otros.
¿Qué hacemos para cambiar? Formemos nuevas generaciones de mujeres superadas. Rompamos la cadena. Criemos nenas con educación, con autoestima y con ambiciones. Futuras independientes, nunca mendigas ni eternas hijas. Que hagan cuentas, planeen negocios, inversiones y se relacionen con el mundo. Nada de aguantar el “yo pago, yo controlo, yo maltrato, yo decido, yo golpe
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