Hasta ahora nadie ha descubierto una fórmula para que el amor dure "para siempre" y tampoco hay garantías de que el matrimonio no se deshaga. "Si pudiera retroceder atrás no me casaría nunca", dice Maur, quien apenas hace un año tuvo su boda. Aunque nada garantiza el éxito, el psicólogo Oliver Silva Olmedo nos da algunos consejos para no fracasar en el matrimonio.
Conocerse a sí mismo. Primero tenemos que conocernos a nosotros mismos, para poder conocer a la otra persona, indica el especialista. Cuáles son nuestras aspiraciones, deseos, fracasos y frustraciones. "Si nosotros queremos que la otra persona acepte nuestros aspectos negativos, tenemos que entender que él o ella también tiene su lado negativo", agrega Silva.
No crearse falsas expectativas. "Yo me caso y espero que la otra persona sea capaz de resolver todos mis problemas”, no debemos crearnos demasiadas expectativas sobre la otra persona, recomienda.
"Esperamos que la pareja sea muy buena amiga, compañera, que sepa lavar, cocinar”. Exigimos muchas cosas a la otra persona y llegado el momento a veces, no encontramos todo lo que pedimos. Eso hace que nos frustremos, para evitar ello, nuestras expectativas tienen que ser reales y conocer las limitaciones de la pareja, enfatiza Silva.
Aceptar a nuestra familia política. Cuando nos casamos debemos ser capaces de aceptar a nuestra familia política. “Muchas veces se dice “yo me casé con mi esposa, no con su madre”. Lo que se tiene que entender es que son dos familias enteras que se están casando. "Mi familia entera, se casa con tu familia”, subraya Silva. La pareja debe aceptar las costumbres de su nueva familia, enfatiza.
Aspectos en común. Al casarnos, tenemos que tener en cuenta qué aspectos en común tenemos, entonces será mejor la relación. “Lo opuesto se atrae, pero no dura”. Es común enamorarse de una persona muy distinta, dice el especialista. Un ejemplo, yo soy deportista y mi pareja en una persona hogareña. Al principio me acompañará a la cancha, pero se cansará. Entonces la otra persona dirá “antes vos no eras así”. No es que la pareja haya cambiado, sino que estaban más enamorados.
Complementación sexual. Este punto, es muy importante, al practicarlo nos comunicamos más allá de las palabras y somos más nosotros. Las diferencias sexuales, dificultan la relación. Mientras mejor sea nuestra vida sexual, nuestra vida matrimonial será un éxito, concluye.
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