Mucho podría decirse sobre los tópicos de los hermanos mayores y los pequeños. Sin embargo, en relación con el primogénito por el mismo hecho de ser un referente para el menor muchos padres le delegan ciertas responsabilidades que son netamente de ellos, pero ¿es realmente justo cargarles con esto?
Según responde la psicóloga, Eva Oberlander, "Al ser los primeros, los padres vuelcan muchas expectativas en ellos y también se apoyan en los mayores para criar a los pequeños, esto los hacen más exigentes consigo mismos y hasta más responsables", señala, "Sin embargo, es importante recalcar que estas responsabilidades deben tener sus límites", enfatiza.
Grado de responsabilidad. Es fundamental también resaltar que los hermanos mayores son los que van abriendo el camino a los otros en muchos aspectos. Por lo tanto, el comportamiento del "más grande", su aplicación en el colegio o su relación con los padres, adquiere una gran importancia, ya que serán un modelo a imitar por los que vienen detrás.
"Los padres deben hacer ver a su hijo este hecho y él debe tomar conciencia de esa posición de influencia y de la responsabilidad que esto conlleva. La asunción de esta responsabilidad le hará madurar más pronto que los demás", dice la psicóloga. "Es bueno que los padres se apoyen en el primogénito, incluso su ausencia pueden sustituirlos en algunos roles, como organizar tareas de la casa, tomar las lecciones a los pequeños, etc.", explica la profesional.
Marcando límites. "No obstante, hay ciertas atribuciones que no se deben delegar en los hijos mayores, como la potestad de imponer castigos o de premiar a los hermanos, de establecer las horas de llegada a casa, etc.", agrega Oberlander. En ocasiones es bueno darles un margen de autoridad, pero haciéndoles ver que la autoridad real es de los padres aunque en algún momento estos la pueden delegar.
Los padres deben mantener cierto equilibrio a la hora de apoyarse en el hijo mayor. "Darles demasiada responsabilidad con respecto a sus hermanos es contraproducente, puede que el mayor se canse y persiga cierto distanciamiento y más independencia. Pero por el otro lado, puede que los que acaben hartos sean los pequeños, que lleguen a considerar a su hermano como un tirano que no los deja en paz. A veces son los propios padres los que tienen que intervenir para evitar esos abusos de poder del mayor sobre los demás".
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