Si precisás consejos, escribile a la sicóloga Bitia Vargas (bitiavargas@gmail.com)
Se escucha en muchas ocasiones, “mi pareja ya no es la misma desde que es papá”, o “desde que es mamá”. Esto se debe a que las formas en que reaccionamos ante una determinada crisis no es la misma.
Una de las crisis en la pareja se genera al llegar los primeros hijos.
Al hombre le viene la preocupación de si podrá o no satisfacer todas las demandas económicas de su familia, si podrá o no cuidar tanto a su mujer como a su hijo/a, cómo hará para mantener el trabajo, o buscar un empleo, o mejorar el ingreso económico de su familia. Esta ansiedad no le mantiene más que enfocado en satisfacer la parte económica y material de su hogar, centrándose solo en el trabajo.
El alejamiento emocional del hombre suele deberse también a que observa nuevas conductas en su pareja. Muchas mujeres concentran toda su atención en el bebé, descuidándose por completo de su esposo, alejándolo de manera inconsciente al no brindarle ni atención, ni amor. Descuidan su relación conyugal bajo la premisa de que el bebé les demanda todo su tiempo.
Sin debate
La mujer no debe olvidar que su esposo es tan importante como su bebé, y que el éxito de mantener a su familia unida depende de ser equilibrados -ambos- en la atención de su relación.
Esto tiene el poder de determinar que sean felices o infelices.
Deseo apagado
Muchas mujeres y hombres dicen que tras la paternidad o maternidad, el erotismo y la sexualidad se apagan de repente. El deseo que sus esposos/as tenían durante el enamoramiento o antes de la llegada de los primeros hijos se ha extinguido por completo. Este alejamiento suele estar ligado a los cambios físicos de la mujer luego del alumbramiento. Es un factor por lo que el hombre puede llegar a perder el interés sexual por su pareja, porque los varones reaccionan con excitación ante un estímulo visual atractivo.
Se puede evitar
El alejamiento emocional y sexual tras la llegada de los hijos, puede evitarse. Debemos fortalecer los lazos afectivos con nuestra pareja, más durante esta crisis. Hay que buscar momentos a solas en los que podamos hablar sobre nuestros sentimientos.
Cuando los hijos crecen un poco y pasan los tres primeros meses críticos tras su nacimiento, se debe buscar ayuda de confianza como la mamá o la suegra y tratar de salir solo con la pareja a cenar, al cine o a dar un paseo, por lo menos una vez al mes. Debemos estar bien físicamente, no solo por nuestro cónyuge, sino por nosotras mismas. Hay que superar eso de “estoy muy flácida, no quiero que me vea”. Esta inseguridad la percibe el esposo y, evidentemente, esto le quitará las ganas.
El pasar con éxito esta crisis en la pareja dependerá en gran medida de cuanto interés y voluntad tengamos en fortalecer diariamente los lazos afectivos y sexuales con nuestro amado.
Licenciada, ¿por qué parece que los hombres cambian tanto cuando son papás, hasta perder el interés sexual en sus mujeres? ¿cómo puede una volver a encender la pasión y el amor en su matrimonio tras la llegada de los primeros hijos y, por qué esto les cambia tanto?
Chela.
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