En el anterior acápite hemos hablado sobre la intimidad, la preparación de un ambiente amoroso con excitación adecuada que ayude a disminuir muchas preocupaciones.
El propósito de las relaciones sexuales es la extensión de nuestra identidad, la exploración de nuestro cuerpo y el gozo de compartir una intimidad física y emocional, por ello la importancia durante el acto sexual, que exista una necesidad de dar, recibir y compartir placer, lo que tradicionalmente será satisfecha a través del acto sexual.
Para muchas personas en nuestra cultura, el sexo significa el acto sexual o la sexualidad que también se refiere al acto sexual, la sexualidad es un concepto amplio que se refiere a todo el entorno del ser humano.
Tampoco es necesario que una relación sexual incluya o termine con un acto sexual, puesto que algunos podrían referir la intensidad del orgasmo, mientras que para otros la sensualidad emocional de la intimidad es más importante.
El acto sexual consiste en tres fases, el periodo de excitación sexual, coito, orgasmo o resolución.
En la excitación sexual contribuye cada miembro de la pareja a la excitación del otro, es la etapa más placentera, es una forma de compartir el placer sexual y no solo un "preliminar" a la experiencia "real".
Uno de los aspectos más importantes en esta etapa es la atracción personal, la estimulación visual que tiene su importancia en la relación sexual.
El aspecto personal, como pelo limpio y lustroso en cuerpo aseado, la ropa apropiada contribuyen a un escenario deseable para el sexo opuesto, el olor agradable ayuda en la motivación sexual. El mal olor en la zona de los genitales, puede inhibir la excitación y la atracción.
Tanto los hombres como las mujeres deben tener cuidado de hacerse el aseo con agua y jabón para eliminar las secreciones que se acumulan en el prepucio en el pene y en el clítoris, son zonas delicadas que para ser aseadas solo se debe usar agua en forma cuidadosa.
La duración en relación a un buen disfrute, son asuntos totalmente personales. Pero no obstante, la mayor flexibilidad y amplitud de tiempo que se le proporcione a la relación dará más oportunidad a una mayor satisfacción.
En la mujer, goza mas del placer de la relación si su pareja es capaz de continuar el acto por un periodo de tiempo largo y el hombre puede alcanzar el orgasmo en cuatro minutos después de la penetración o introducción del pene en la vagina, mientras que la mujer en promedio necesita diez minutos para alcanzar el orgasmo.
El control de los músculos asociados con la retención de la eyaculación puede ser manejado por el hombre con un poco de práctica. El hombre puede condicionarse utilizando la atención e imaginación para responder sexualmente a las necesidades de su pareja, logrando una comunicación sexual que beneficie en su felicidad (Continuará…)
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