Consejos para las parejas, como actuar en infidelidad, noviazgo y mucho amor
jueves, 27 de diciembre de 2012
5 cosas que espantan a las chicas fiesta
Ahora que te agarró soltero, el flamante 2013 debe empezar con bombos y platillos. Así que ponte el tradicional boxer rojo, alista tus mejores pilchas, péinate de forma casual y usa una rica colonia. Luego de esto, presta mucha atención: éstas son las cinco cosas que hacen que pases de galán codiciado a un verdadero espanta solteras durante una fiesta de Año Nuevo.
1. El borracho. “La noche empieza bien, ves al chico de tus sueños frente a ti, y ¡eso que no querías ir a esa tonta fiesta!”, cuenta Rafaela, de 25 años. “Como no quieres pasar el nuevo año sola, le devuelves las sonrisas, pero con el pasar de las horas, se va desfigurando hasta que se cae de su silla. De príncipe pasa a patético”. Beber más de lo debido no es un afrodisíaco. “La clásica es que se emborrache y acabes con un saco de arena en vez de pareja”, se queja Analía.
2. El amiguero. Me emocioné cuando me invitó a festejar Año Nuevo con él y yo estaba segura de que tendríamos algún momento para nosotros, hasta que se convirtió en ‘alcuza’: se pasó toda la noche de mesa en mesa. Me enojé y lo dejé ‘circulando’ por ahí”, recuerda Ruth (22), aún ofendida.
3. El peleador. “No me molestó que este chico estuviese borracho, pues yo también lo estaba, pero de pronto empezó a portarse bravucón con los de mi mesa —mis primos— y los desafió a sacarse la mugre afuera. Como los chicos se quedaron boquiabiertos, el imbécil empezó a soltar patadas y puñetes. Lo sacaron a la fuerza del local”, rememora apenada Paulina (31).
4. El tacaño. “Después de que estuviste 48 horas preparándote para tal evento, pasando desde la depilación, el facial, la peluquería y demás, hasta el vestido, el tipo te termina llevando a un sucucho de quinta y ni se toma la molestia de decir que estás bonita”, aporta Mireya. “Estaba charlando con un tipo hasta que se le ocurrió pedirme que le invite un trago. O sea...”, resume Lía.
5. El galán. Cuando él se me acercó, tenía la sonrisa más cautivadora del mundo y una mirada seductora. Luego de hacerme algunos chistes, se fue a traerme un trago, el trago más lento de la historia, pues en el camino a la barra usó la sonrisa cautivadora y la mirada seductora para coquetear con cualquiera que se topaba en el camino. Me cansé de su actitud y lo mandé a rodar”, relata Melanie. “José me invitó a una fiesta para que conozca a sus amigos, pero lo único que pillamos fue una turba de amigas confianzudas que le secreteaban al oído y se reían. Preferí irme con un chico menos popular, pero con sus ojos puestos en mí”, concluye Carola.
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