Una parte muy importante de la vida en pareja es la satisfacción sexual, pero sucede que en muchos casos este aspecto se ve afectado por un sinnúmero de problemas; sin embargo, a veces por vergüenza o descuido se quedan "entre las sábanas". Los expertos aseguran que una de las alternativas para darle solución podría ser la terapia sexual de pareja, pero ¿cuándo está es realmente necesaria?
Desde el punto de vista del psicólogo y terapeuta de parejas del centro médico Sirani, Oliver Silva, una pareja en su trayecto de convivencia siempre va a presentar conflictos porque, obviamente, son dos personas distintas; estos también pueden darse en lo social cuando hay problemas de relacionamiento ya sea con familiares de uno de los dos de la pareja o con los mismos hijos.
Señales de alerta. Ahora cuando se habla de la terapia sexual Silva aclara que se debe buscar ayuda cuando la pareja ve alguna dificultad para hallar su satisfacción sexual, ya sea porque alguno de los dos está teniendo conflictos particulares, "en el caso de los hombres: problemas de impotencia, falta de deseo, eyaculación precoz o eyaculación tardía, es decir que no puede terminar y eso le causa también ansiedad. Ahora en las mujeres en aquellos casos en los que no pueden alcanzar el orgasmo o cuando sienten inhibición por el deseo sexual". Pero eso no es todo, también es necesario buscar ayuda cuando en la intimidad sexual, no saben comunicar si están sintiendo la satisfacción o no en el acto sexual.
Según el caso. Sin embargo, es importante aclarar que hay distintos especialistas que abordan esta temática, Oliver señala que si se trata de un aspecto físico lo tendría que ver un urólogo andrólogo (en los hombres) o un ginecólogo (en las mujeres). Pero si es un aspecto de relación de pareja, entonces lo más indicado sería un terapeuta de pareja o terapeuta sexual de pareja.
La obligación no cuenta. Por otro lado, puede surgir el caso en el cual uno de los dos no quiere ser parte de una terapia sexual, aquí el experto señala que no se trata ni de convencer, ni de engañar para que el otro vaya a la terapia. "No hay que trabajar con la mentira, tampoco vale lo que es obligatorio, como pareja tenemos que ser lo más abierto y sincero para decir esto no está funcionando, debemos buscar ayuda e ir en mutuo acuerdo”, agrega. Pero si no se logra persuadir o convencer a la pareja igual se puede iniciar una terapia sexual solo, "Con que vaya uno de los dos ya se puede ir trabajando un cambio, porque luego este se transmite en la pareja”.
La claves. “Un tratamiento psicoterapéutico es efectivo en la medida de que el paciente ponga de su parte y esté dispuesto a trabajar con su contenido afectivo o emocionales”, enfatiza Silva. También tome en cuenta que si usted decide ir a una terapia tiene que ir dispuesta a contar toda su verdad para que la relación mejore en el grado y expectativa que la pareja espera.
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