La vida en pareja debería ser algo sencillo y hermoso, pero la ausencia del romanticismo en ambos hace que sea bien complejo y calamitoso.
En estos tiempos donde el amor en las personas se ha enfriado, el romanticismo parece ser que se ha acabado, los hombres ya no hablan con estilo y elegancia cuando quieren expresar sus sentimientos a la mujer deseada.
El querer lo confunden con los deseos ardientes de ejercer el poder sobre la persona amada, y este pensamiento malvado ha hecho creer a muchos que dominando a su pareja la mantendrán siempre a su lado.
Pero nada es más erróneo que esta forma de pensar, porque cuando del corazón se apodera el demonio la felicidad de las parejas se empieza a quebrantarse.
Estar enamorado es como un dulce despertar, es sentirse iluminado, es sonreír sin parar, es por eso que vale la pena estar enamorados siempre de nuestra pareja, pero también hay que saber qué hacer para mantenerla cada día enamorada de nosotros. Y eso sólo es posible cuando abandonamos la rutina para romper con la monotonía, porque son estas cosas las que nos agobian cada día.
Para mantenernos enamorados todos los días. Es necesario estar al pendiente de nuestra pareja y no descuidarnos nunca de los detalles, pero cuando hablo de detalles no me estoy refiriendo solamente a esos detalles materiales como el comprarle algún regalo, sino a los detalles sentimentales, los cuales hacen que mantengamos viva esa chispa que un día en encendió nuestro amor por esa persona que hoy tenemos como pareja.
Detalles como un abrazo tierno, unos besos sensuales, unas caricias placenteras, de esas que hagan que nuestra pareja se sienta sorprendida y sueñe con nosotros la noche entera. Hagamos cosas nuevas cada día, como salir y visitar lugares que comúnmente nunca visitamos, hablar ya no de lo mismo, hacer cosas juntos, tales como jugar, ver una película y salir a caminar.
Y hasta hacer que los momentos de intimidad sexual no sean solamente un acto sexual, sino una forma íntima de expresar nuestros sentimientos por nuestra pareja, que éste sea una forma de comunicación corporal, tenemos que hacer de nuestra pareja un cómplice, hay que involucrarlo en todo nuestro accionar, porque esto aparte de mantener enamorado de nosotros a nuestra pareja nos ayuda a fortalecer nuestra relación sentimental, pero a esto también tenemos que agregarle ese maravilloso sentimiento de gratitud hacia nuestra pareja, empezando por su maravillosa existencia, no sólo en este mundo sino en nuestra vida, para hacer que ella o él se sientan muy importantes para nosotros, dale siempre las gracias por haber querido estar junto a ti en cada momento y en cada lugar, por ejemplo, gracias por venir conmigo, gracias por el beso que me has dado el cual con gusto lo he saboreado.
El encanto y el atractivo de las personas se van acabando por la rutina, lo cual con el tiempo pasa a convertirse en una costumbre. Hay muchos que dicen que la costumbre es más fuerte que el amor y en esto tienen razón, porque como la costumbre es tan fuerte pronto termina matando al amor, y una relación es hermosa y placentera cuando ambos están unidos por los lazos del amor y no por una costumbre. Y si algún día tenemos que acostumbrarnos a algo que sea al amor. El amor es un cultivo y por eso tenemos que cuidarlo muy bien, rociándolo cada día con ternura y alimentarlo con el abono de sentimientos y emociones positivas, creando espacios de sano esparcimiento, acostumbrándonos a escuchar al otro con atención e interés. Porque siempre existen razones que deben ser escuchadas y atendidas.
Un abrazo tierno, unas suaves caricias, un dulce beso y las expresiones halagadoras demostradas con profundo sentimiento y sinceridad como un te quiero, te amo, una carta romántica, un ramo de flores, mantienen siempre viva la llama del amor.
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