Introducir las palabras primera cita en Google supone acceder a una avalancha de consejos, estrategias y manuales exprés con los que convertirse en seductores irresistibles. La preocupación por esos encuentros iniciales parece obviar el hecho de que una relación es una prueba de fondo cuyo éxito depende de muchos más elementos que la imagen y una charla divertida.
La psicología conoce como 'efecto Halo' esa tendencia a aplicar patrones generales a las personas que acabamos de conocer de acuerdo a las experiencias que hemos vivido con anterioridad, de tal modo que, por ejemplo, haber disfrutado de una relación feliz con alguien de ojos azules nos puede hacer pensar que todos los de ese color de ojos son de fiar, y al contrario. Ese efecto determina, por tanto, nuestrasprimeras impresiones, pero ¿hasta qué punto? ¿Es decisivo? Sobre eso debaten María Garay, coach de la web Meetic, y la periodista Alba Lago.
María Garay: Sí
"Soy de flechazo absoluto, como la mayoría de la gente. Para mí una mala impresión es un no definitivo. Y la mayoría de la gente actúa como yo. Luego está el 4% restante", asegura la 'coach'. insiste también en que "una primera impresión no depende de un aspecto concreto. Es un conjunto de muchas señales que te llegan y que analizas inconscientemente. La imagen es importante, pero aún más cómo te expresas, tu lenguaje no verbal, la coherencia entre lo que dices y tus gestos...".
Alba Lago: No
La periodista cree que en una primera cita "intentamos vendernos siendo más atentos y divertidos. Nadie pone las cartas sobre la mesa". Reflexiona sobre que "según cumples años acumulas prejuicios que no te permiten valorar bien a los demás. Por ejemplo, si tienes una cena con un chico, ves en él algo que no te gusta de su aspecto y ya te sientes insatisfecha. Quizá bastaría una mínima reflexión para darte cuenta de que ese flechazo te impide disfrutar de su discurso o su sentido del humor".
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