Consejos para las parejas, como actuar en infidelidad, noviazgo y mucho amor
viernes, 22 de julio de 2016
¡La igualdad es muy sexy!
La igualdad de genero también se traslada a la cocina (y luego a la cama). Y es que compartir las tareas del hogar es un síntoma de salud para cualquier pareja. Lo que hasta el momento no estaba sobre la mesa era que ese método de convivencia también influye de manera muy positiva para el rendimiento sexual. A medida que las dos partes se dividen mejor las responsabilidades domésticas, más y mejores resultados obtendrán en la cama.
Un estudio de la Universidad de Cornell realizado sobre los géneros y los comportamientos domésticos de las parejas detectó que aquellas que comparten las “obligaciones hogareñas”, también disfrutan de una vida sexual plena, activa y feliz.
Más encuentros sexuales
Sí, lo que se convierte muchas veces en un motivo de discusión irremediable, si se sabe repartir de forma equitativa resulta que es un elemento más para tener una vida sexual más satisfactoria. En efecto, romper con los estereotipos machistas es tremendamente sexy; siempre lo había sido, pero ahora los investigadores lo confirman (en efecto, este estudio se refiere solo a parejas de distinto sexo).
Las cifras hablan claramente: quienes comparten la rutina al 50% tenían relaciones una media de 6,8 veces al mes, mientras que en las parejas que habían dejado la mayoría del peso del hogar en uno de los 2 bajaba a 5 veces. Son casi 3 encuentros más que, sin duda, marcan una diferencia. Y, sí, por supuesto, en las parejas más descompensadas en quien recaía la responsabilidad era, en casi todos los casos, en las mujeres. ¿Será que nos resulta tremendamente sexy no cargar con todo el trabajo de la casa? Sería algo muy a tener en cuenta por parte de los hombres.
Rompiendo estereotipos de género
El estudio también muestra que las parejas que repartían igualitariamente actividades como limpiar la casa, ordenarla, preparar la comida, hacer la compra o hacer la colada no solo tenían una vida sexual más activa sino que, además, no tenían divididos sus roles por estereotipos de género. Y es que en muchas familias las tareas se dividen según sean ‘para hombres’ o ‘para mujeres’ de una manera completamente arbitraria; por ejemplo, las mujeres se dedican más a la limpieza y los hombres preparan la comida o van al supermercado. Nos cansamos de decirlo: ¡la igualdad es muy sexy!
Otra conclusión que se extrae de esta investigación es que la atracción entre las parejas del siglo XXI ha cambiado notablemente comparando, por ejemplo, con nuestros abuelos. Los factores que hoy influyen a la hora de tener una vida sexual más satisfactoria resultarían impensables hace 50 años: compartir intereses, gustos, emociones y responsabilidades es tan erótico como una fantasía digna de la imaginación de E.L. James.
Sin embargo y a pesar que las relaciones de la actualidad se muestran más abiertas a un espacio de igualdad plena, todavía hay una brecha entre los dos sexos. El estudio determinó que en el 63% de los hogares analizados, las mujeres realizaban la mayoría de las tareas. Aún cuando ellas pasaban más tiempo en su trabajo y ganaban más dinero que sus maridos.
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