domingo, 3 de julio de 2016

Las 12 reglas de oro para vivir en pareja

No es fácil mantener y conservar el amor en la pareja, aunque el ser humano haya nacido para vivir acompañado por esa persona que es especial entre todas las demás, que nos completa, que da sentido a nuestra vida y nos hace feliz.

El camino del amor tiene muchos baches y cada pareja también. Ese es el territorio que mejor conoce el psicólogo Joan Garriga tras más de diez años trabajando con parejas y ayudándolas a conseguir una relación más sana y consciente.

En su nuevo libro “El buen amor en la pareja” se adentra precisamente en los recovecos del buen amor, un sentimiento que se reconoce “porque en él somos exactamente como somos y dejamos que el otro sea exactamente como es”. Como epílogo a ese libro, que habla de las diferentes formas que existen de ser pareja y de encontrar la propia fórmula, la que a cada uno le haga feliz, de estar con alguien, nos ofrece las doce reglas de oro para vivir hoy en pareja y además, son una buena alternativa para solucionar determinadas diferencias entre pares.

1. Sin ti no podría vivir/

Sin ti también me iría bien:

Somos dos adultos que nos sostenemos sobre nuestros propios pies, no dos niños buscando a sus padres.

Sin ti también me iría bien, pero me alegra el corazón que sea contigo y que estemos juntos.

Muchas personas se enfrentan a la dependencia por su pareja. Es importante que cada persona pueda asimilar este concepto para establecer una armonía interna y de esa forma, crecer como persona y en pareja.

2. Te quiero por ti mismo/

Te quiero por ti mismo...

bueno a pesar de ti mismo:

Es un regalo enorme amar las sombras del otro, su ego, sus dificultades y ser compasivos con ello, porque eso significa que somos capaces de reconocer al otro miembro de la relación en su realidad más sombreada.

La pareja es un campo de crecimiento en el que se van limando las asperezas del ego gracias a que el amor compartido es capaz de soportarlas.

3. Hazme feliz/Siento el deseo espontáneo de que seas feliz:

La pareja no está pensada para darnos la felicidad, aunque si sabemos conjugar todas sus dimensiones experimentamos algo que se acerca a la dicha. Sentimos que pertenecemos a algo, que hemos creado una intimidad, un vínculo, y que construimos caminos de vida. El “dar” constituye un valor indispensable de la pareja. Al desear que el otro sea feliz, estaremos armando un camino armonioso para que la relación de pareja sea exitosa.

4. Quiero una pareja/

Mejor me preparo para ser pareja:

El exceso de “yo” y de individualidad por encima del sentido del “nosotros” convierte la pareja en un campo increíble de libertad y al mismo tiempo nos expone a más y más soledad e incertidumbre. Las dos cosas al mismo tiempo. Enfócate en cómo te gustaría que sea tu pareja e intenta alcanzar esas características. Si quieres tener pareja, trabaja en tu interior para encontrar tu propio tono y manera para ser compañero o compañera, y lo demás se te dará por añadidura.

5. Te lo doy todo/

Mejor dame lo que me mantiene

en el mismo rango que tú:

La pareja es una relación de igualdad en la que hay que procurar que haya un intercambio de equilibro y justicia para preservar la paridad de rango.

Dar mucho puede generar en el otro un sentimiento de deuda y empequeñecerlo. También puede causar frustración al no recibir de igual forma lo que das y con el tiempo, ese puede ser un desencadenante para un rompimiento. Mejor dar lo que el otro puede devolver de alguna manera, puesto que con el intercambio fértil crece la felicidad.

6. Dámelo todo/Dame lo que tienes y eres y yo puedo compensar para mantener en mi dignidad:

Cuando alguien en una relación lo pide todo del otro, debemos sospechar dos cosas: la primera, que esa persona es un niño y, la segunda, que esa persona sin duda no va a tomar y apreciar lo que se le da, porque está anclada en un guión de insatisfacción que se nutre de demanda, la cual, aunque sea atendida, no satisface.

Muchas parejas se acostumbran a esperar todo del otro y nada los satisface, es ahí donde las relaciones se desgastan y el amor se desvanece.

Es mejor el intercambio positivo y gratificante al negativo e hiriente. Dar de manera desapegada es bueno y positivo para la pareja y para la persona, sin embargo, es importante saber hasta dónde puedes dar para no salir lastimado y mantener la dignidad.

Continuará...

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