jueves, 6 de octubre de 2011

Aprendiendo a decir “NO”, para vivir mejor

Esa mañana, que me mire y no me reconocía delante del espejo, hice una promesa a mi misma, una promesa de apreciar la vida. Cada una de nosotras merece hacer y honrar la misma promesa. Cada día es nuevo y está lleno de oportunidades. Cada día tiene algo especial para ofrecernos, ya sea si es ver como su bebé da sus primeros pasos, recibir un cumplido merecido del jefe o vivir momentos de relajamiento en una clase de yoga. La energía positiva nos rodea a cada hora pero para poder sentirla tenemos que tomar el tiempo de reconocerla. Muchos de ustedes probablemente se están preguntando: ¿De dónde se supone que tienen que encontrar el tiempo para sentir y canalizar energía positiva? Podemos empezar por tomar una pausa y reflexionar sobre nuestras vidas y sobre nuestros sentimientos.

En primer lugar, es importante consultar con una misma. ¿Qué es lo que están sintiendo ahora mismo? Por ejemplo, a lo mejor una emoción negativa te acompaña de forma constante, o quizás recientemente aumentaste algunos kilos de más o te molesta que siempre revives el mismo argumento con tu esposo. Piensen: ¿Cuáles son los sentimientos que provocan estos pensamientos? En segundo lugar, escriban estos pensamientos en sus agendas o en cualquier otro lugar que sea de fácil acceso para que puedan consultar sus notas tranquilamente. En tercer lugar, en el mismo sitio, escriban los sentimientos que les gustaría sentir en lugar de aquellas emociones negativas. Por ejemplo, ¿quieres ser más feliz, tener más tiempo libre, no pelear tanto con tu pareja, hacer más ejercicio, tomar una vacación, volver a estudiar, etc.? El identificar los cambios que quieren hacer en sus vidas es un paso importante hacia el auto-empoderamiento.

El próximo paso implica crear el tiempo que necesitan para lograr sus metas. Es aquí donde entra en juego la palabra de empoderamiento “NO”. ¡Aprendan a decir “NO”! Cuando un amigo o hermano pide que hagas un quehacer como favor porque ellos no planificaron bien, no tomes esa carga encima. Di “NO” de una forma tranquila y cortés. Cuando tu mejor amiga te invita de último momento a una parrillada pero ya tenías planeado un día de compras con tu hija, intenta no tratar de hacer ambas cosas cuando sabes que no hay tiempo suficiente; di “NO”. La palabra “NO”, dicha con tranquilidad y fuerza, les dará un sentido de poder y creará límites sanos con los demás. No estoy recomendando que digan “NO” a todo, pero digan “NO” a las cosas que no son importantes para ustedes.

Cuando uno empieza a usar la palabra “NO” puede ser intimidante, especialmente si se trata de una persona “SI” como yo. Yo solía decir “SI” a cada evento, favor y actividad. ¡Con razón me sentía tan indefensa! Por esta razón yo recomiendo que practiquen antes de que usen la palabra “NO” con un amigo, un niño o un colega. Empiecen a practicar delante del espejo, del baño mientras que se alisten por la mañana. Mírense directamente a los ojos y digan “NO” gracias pero no puedo, y no digan nada más. También deberían dejarse recordatorios de decir “NO”. Por ejemplo, usé cinta adhesiva para colar la palabra “NO” encima de mi celular como un leve recordatorio.

Una vez que empiecen a defender sus propias necesidades y respetuosamente usar la palabra “NO” se darán cuenta que tienen más tiempo libre para poder enfocarse en las cosas que son importantes para ustedes. Finalmente tendrán el tiempo merecido de decir “SI” a las cosas que aman, como tomar una vacación con la familia, ir al gimnasio tres días por semana o tener una cita en pareja. Sus vidas mejorarán cuando empiecen a usar la palabra “NO” y a medida que pase el tiempo se sentirán empoderadas.

La próxima semana hablaremos de la importancia de la actividad física y de cómo podemos incorporarla a nuestras vidas.

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