jueves, 28 de junio de 2012

Algunas mujeres no pueden estar solas

Hay mujeres que son capaces de asumir cualquier relación de pareja, aunque no estén completamente de acuerdo con ella, simplemente porque temen estar solas. Esto sucede en quienes padecen por la falta de cariño, baja autoestima o por la presión de la sociedad que hace ver mal a quien no tiene un compañero.

Tal actitud suele restar plenitud a las relaciones amorosas, porque uno de los integrantes de la pareja no aporta, sino que esconde en ella su temor irracional a quedarse sola.

“Las mujeres que no pueden estar sin pareja tienen mucho miedo a no ser capaces de resolver diferentes situaciones de la vida, aunque éstas sean las más simples”, dice la psicóloga Susana Saenz.

Están también las personas que viven pendientes del qué dirán. “Por ejemplo, cuando se es joven, el grupo empieza a cuestionar el porqué aún no se tiene novio. Cuando se es adulta, las preguntas están dirigidas a cuándo va a casarse o hasta cuándo seguirá solterona. Inclusive se hacen innecesarias las palabras, pues simplemente el hecho de asistir a un evento sola, mientras el resto de las amigas va con sus respectivas parejas”, hace que la mujer se sienta expuesta o bajo punto de mira de  los demás, explica Saenz.

Hay todavía una categoría más: las mujeres que sienten la necesidad de estar acompañadas porque necesitan de reconocimiento social. “Son aquellas que creen que tener pareja las llena de seguridad y sólo así se sienten confiadas para asistir a cualquier lugar público, ya que se aseguran de que alguien estará pendiente de ellas y las acompañará hasta el final del evento”, comenta la psicóloga.

En todos los casos, esa necesidad mal orientada no lleva a una relación plena y, por el contrario, crea el riesgo de una mayor soledad, aquella que el resto de la gente no ve; pero que la afectada sufre.

Suele ocurrir que una persona que se aferra a quien le muestra algo de cariño está expuesta a soportar maltratos. O que sea tan susceptible que cualquier acto “no cariñoso” por parte de la pareja la hiera profundamente.

Si una mujer se da cuenta del problema, lo mejor que puede hacer, si no logra superarlo, es buscar ayuda profesional para detectar las causas.

“Puede ocurrir —comenta el psicólogo Carlos Velásquez— que exista una historia de vida todavía pendiente de solución”. Por ejemplo, una situación de abandono en la adolescencia, que es cuando se empieza a sentir la necesidad afectiva de relacionarse con otra persona. ¿Cómo superarlo? Un paso es reconocer esa dolencia para luego alimentar el propio valor y así comprender que la soledad —el tenerse a una misma en tanto llega la pareja ideal, a la que amar y no utilizar como escudo— tiene sus ventajas.

Una forma de saber que la herida ha sanado, que se está lista para amar, es cuando el viejo refrán suena extraordinariamente bien: “Mejor sola que mal acompañada”

Inseguridad

La dependencia emocional es por un tema de inseguridad de no sentirse capaz, de hacer las cosas sola y siempre necesitar de alguien que lo proteja y acompañe.

Recuerdos

Muchas veces, las personas se remontan a lo vivido en el pasado. Quizá tuvieron que estar algún tiempo encerrados mientras los padres trabajaban y esa soledad les asustaba y no quieren revivirla.

Reflexión

Un síntoma de que algo anda mal es cuando una mujer (les pasa a los hombres también) comienza una relación apenas ha terminado con otra, sin darse un tiempo para estar consigo misma.

Valorarse

Amarse es muy importante. Sólo en esa medida se estará lista para buscar el complemento ideal. Si una persona no puede estar consigo misma, ¿cómo espera que otra la soporte?

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