lunes, 29 de agosto de 2011

Oscuridad que asusta a los niños

El 30% de los niños suele tener miedo a la oscuridad. Las pesadillas y los monstruos que se esconden fuera de las sábanas son los peores enemigos de los más pequeños, sobre todo, cuando hay oscuridad a la hora de conciliar el sueño, aunque no hay una forma de cortar por lo sano con estos miedos tan comunes, es fácil poner en práctica algunos trucos que les permitan sentirse más relajados a la hora de acostarse.


El miedo a la oscuridad suele aparecer alrededor de los 3 a 5 años y durar hasta alrededor de los 9 años, dice la explicación del pediatra Juan Delgadillo. "Pedir que apaguen la luz puede ser una excusa para seguir jugando o un temor a la temible oscuridad, este último se nota cuando no quiere irse a la cama por sus propios medios, y cuando está en la cama solicita la presencia de los padres a través de variados pedidos".

EL ORIGEN DEL SUSTO. Los niños suelen relacionar la oscuridad con la soledad y el desamparo. También, la poca visión hace volar la imaginación y sospechar que la oscuridad esconde a personas desconocidas o monstruos debajo de su cama. Un simple ruido puede representar una nueva amenaza, que viene de algún fantasma o de otra criatura de su imaginación, describe el especialista.

OJO CON LOS CHANTAJES. En muchos casos, la oscuridad representa el fin del día, el término de las actividades y de los juegos. Cuando llega la oscuridad, los padres se van y ya no se puede leer ni jugar, ni hacer nada divertido. "En ese caso, no se trata de miedo y sí de inquietud, por lo que ya no puede hacer, por la impotencia. Aquí no existe otro remedio que ser firmes. Es la hora de irse a la cama y despedirse con un beso. El niño acabará aprendiendo que sus excusas no funcionan y se dormirá", aconseja Delgadillo.

PUEDE AYUDARLE. En el caso de que los padres valoren que su hijo tiene miedo y está muy asustado, no se debe menospreciar la situación. En este caso, se debe hablar con el niño, demostrarle cariño y comprensión, conviene contarle un cuento alegre y positivo o charlar sobre las experiencias del día. Le ayudará a distraerse hasta que concilie el sueño. Las pequeñas luces en los enchufes de las paredes o las lámparas de luz tenue son una buena solución para que el niño no esté en total oscuridad y suele dar buenos resultados. Otra alternativa es regalar al niño un muñeco o un peluche que le haga compañía o que necesite de su cuidado, pues le ayudará a sentirse más acompañado.

SI NO ES MANEJABLE

Y el miedo se convierte en fobia, se debe buscar ayuda profesional.

PUEDE AYUDAR

Un cuento, una canción o una música tranquila para que se relaje.

1 LÍMITES. Hay programas o películas que estimulan la imaginación de los niños, sobre todo después que se van a dormir en un cuarto oscuro. Los padres deben tratar de eliminar o limitar la cantidad de tales programas, comente con ellos, sobre todo acerca de la hora de acostarse.

2 HABLAR. Hablando de sus temores a menudo ayuda a los niños a sentirse mejor. Los padres deben tratar de usar estos momentos de discusión para que sus hijos sepan que todas las personas experimentan el miedo en un momento u otro, y que está bien tener miedo.

3 SEÑAL. Puede ser de mucha utilidad incorporar en la habitación alguna luz tenue para que quede encendida durante toda la noche, o dejar la luz del baño, pasillo o de otra habitación encendida, para que no quede todo totalmente oscuro o puede dejar la puerta entreabierta.

4 NO LO HAGA. Si el niño se llega a despertar llorando, no hay que encender la luz para consolarlo, es mejor hacerlo en la oscuridad, hablándole en forma tranquila y brindándole mimos hasta que se vuelva a dormir, poco a poco lo va a ir superando.

5 JUGAR. Una forma en la cual los padres pueden ayudarle a los más pequeños a combatir ese miedo es jugando,pueden esconderse detrás de una cortina, una puerta o incluso acompañar al niño en una habitación oscura y jugar un cierto tiempo.

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