“Mi hija de 14 años tiene mi estatura y, aunque está un poquito gordita, usa mi misma talla de ropa. Esto crea a veces conflictos entre ambas porque cuando abro mi ropero para ponerme una polera, una calza o una chaqueta, resulta que o está sucia o la tiene puesta ella”, se queja Mónica, una joven madre soltera de 31 años de edad.
Si bien las madres que no tienen mucha diferencia de edad con sus hijas pueden entenderlas mejor y su relación es más simétrica, a veces la competencia se hace inevitable, pero no sólo en cuanto a ropa se refiere, sino con losamigos y hasta los novios.
“Mi hija de 17 años cambia su forma de ser cuando viene a visitarme mi novio. Hace lo posible por llamar la atención, se pone más bonita y casi nunca nos deja a solas”, cuenta preocupada Silvia, de 35 años.
La coquetería de la adolescencia es una etapa muy normal. “Esta situación se debe manejar con pinzas, no vaya a ser que se ofenda a la joven sin razón. Vale decir que, si ella busca llamar la atención con el novio de su madre o con cualquier otro varón, no necesariamente es porque quiere bajárselo”, subraya el psicólogo Óscar Urzagasti.
Lo importante en estos casos es saber manejar adecuadamente los límites del respeto entre madre e hija. Hay momentos en que la mamá debe restringirse a ser sólo eso y la hija asumir su papel como tal, señala el psicólogo.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta que las madres muy jóvenes tardan en asumir su papel y son las madres de ellas (las abuelas) las que asumen la maternidad, desplazándolas a ser algo así como las hermanas mayores de sus bebés. Por tanto, si las jóvenes mamás no pusieron límites desde el principio, será más difícil que se los pongan cuando las chicas tengan 13, 14 ó 15 años. “Desde ese punto de vista, las hijas se sienten con el derecho de disputar ciertas cosas con sus madres”, asegura Urzagasti. Por eso, y aunque prácticamente creciste con tu hija, es importante que le enseñes a respetar tu rol.
Valores
Si tuviste una hija muy joven, debes asumirlo y enseñarle valores que la convertirán en una buena persona. Por ejemplo, debe aprender a ver la vida de los otros con respeto, pedir permiso, respetar límites, enfrentar responsabilidades y vivir según su edad.
Sociabilidad
Las adolescentes tienen formas extrañas de actuar que no son mal intencionadas. Cuando hay señales de coqueteo es porque tratan de socializar, más aún si del otro lado está el sexo opuesto. De todos modos. También está la posibilidad de que tu novio malinterprete esas señales, por lo que debes estar atenta.
Precauciones
Antes de iniciar una relación afectiva, habla claramente con tu hija y con tu novio por separado. Trata de evitar, por más que haya una buena relación, que ellos pasen tiempo solos, pues sus roles son muy distintos. Si tu relación prospera, tendrán la chance de conocerse.
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