Ella ya no se depila las piernas, ya no usa vestidos sensuales y no ha comprado nueva ropa interior en más de un año”. Estas son algunas de las quejas que salieron a relucir en un sondeo realizado por H a hombres casados, quienes han notado que su vida sexual se ha reducido gracias a la rutina, el exceso de trabajo y el cuidado de los hijos.
Un reciente estudio elaborado por la doctora Terri Orbuch, profesora e investigadora de la Universidad de Michigan y autora de libros relacionados con el matrimonio, ha encontrado sobre la base de un estudio desarrollado durante 25 años en 373 parejas de recién casados que para 2012, el 46 por ciento se había divorciado, que los mejores secretos para un matrimonio feliz han sido revelados por personas divorciadas.
Según la especialista uno de esos secretos es que los hombres anhelan sentirse especiales y ser tenidos en cuenta por sus esposas” declara la especialista, quien asegura que los hombres, más que las mujeres, requieren de más afecto que no necesariamente se traduce en sexo. Por lo tanto, recomienda tomarse el tiempo en pareja para abrazarse, besarse, tomarse de las manos, y decir: “Te amo”.
SATISFACCIÓN. Según el testimonio recopilado por la sexóloga Laura Berman en su libro “En el dormitorio con la Dra. Laura Berman” el sexo durante el matrimonio es más satisfactorio que en la soltería. La conclusión es producto de la opinión de 5, 685 personas entre los 25 y los 59 años.
El 25 por ciento de los entrevistados dijeron estar más satisfechos con su vida sexual ya casados que cuando eran solteros.
La diferencia de este estudio en relación a otros es justamente romper con los tabúes y no comprarse el cliché de que, por que el sexo deja de ser tan frecuente o tan apasionado como en un principio, la vida sexual está en declive.
Pero, esto no suena tan cierto, sobre todo porque el sexo se toma como un termómetro del estado de una relación, aunque obviamente no hay recetas para una buena relación en pareja. Sin embargo, otro estudio revela que sin importar la edad, el sexo es sinónimo de felicidad. Este estudio fue realizado a matrimonios, en donde se demostró que quienes tienen una vida sexual activa son más felices.
Además la frecuencia con la que se practica también es un factor determinante tanto de la felicidad en general como de la matrimonial, incluso teniendo en cuenta otros factores como la edad, el género, el estado de salud y la satisfacción por la situación financiera.
"Los participantes que tenían relaciones sexuales con más frecuencia reportaban una mayor felicidad con respecto a su matrimonio y a la vida en general, incluso a pesar de factores negativos como un mal estado financiero o de salud", explica la doctora Adrienne Jackson, autora principal del estudio.
EL PUNTO SALUDABLE. Una vez que hemos determinado que el sexo es una parte importante en la felicidad de la pareja, habría que definir bien que en realidad se está hablando de “sexualidad saludable”, es decir, no se trata de sobreponer la cantidad a la calidad. En la vida sexual de la pareja ambos deben conocerse y saber bien sus gustos, preferencias y además, estar de acuerdo con éstas.
Según el sexólogo clínico, Oscar Sapena, un grupo importante de matrimonios desarrolla una forma de interacción que los sexólogos denominan “Matrimonios sin sexo”. No tienen relaciones sexuales o tienen algunas esporádicas y malos encuentros íntimos. Este problema no respeta edades.
La causa fundamental de los “matrimonios sin sexo” es que se ha instalado una disfunción sexual. Es decir, uno o ambos miembros de la pareja expresa que no disfruta plena y adecuadamente de las relaciones sexuales.
Los sexólogos clínicos mundialmente afirman que cuando la interacción sexual es menor a una relación sexual cada 10 días, existe un problema de interacción sexual hipoactiva. En todo caso, siempre que no se esté conforme o satisfecho con la vida sexual en el matrimonio, primero háblelo con su pareja y quizás sea tiempo de buscar ayuda profesional.
Datos reveladores
Factor disparador
Según el sexólogo clínico, Oscar Sapena, tanto en matrimonios de edad como en jóvenes existe un “factor disparador” que comienza a “evitar” la interacción sexual.
Ello es porque la buena relación sexual es “euforizante”, libera sustancias que nos hacen sentir bien, son los neurotransmisores, como las endorfinas y los alfa y beta diol derivados; y la mala relación sexual es depresiva, hace sentir mal a las personas; y hay que recordar que el ser humano busca el placer y evita el dolor.
Consecuencias
Es por ello y como consecuencia de uno de los “factores disparadores” antes mencionados, que se instala una cadena de eventos sicológicos que hacen que la pareja finalmente no tenga relaciones sexuales; a ello se suman, además del fracaso, el hastío o la rutina de malas relaciones sexuales.
Temor
Estos eventos desencadenantes instalan un síndrome sicológico que se inicia porque uno de los integrantes de la pareja experimenta temor; ansiedad, angustia frente al problema.
La persona piensa, no entiende por qué no tienen buenas relaciones sexuales o las evitan.
Cuestión psiquis
Luego surge lo que los sexólogos clínicos denominan “Anticipación al fracaso”. Existe temor; anticipación al fracaso por los mismos factores anteriores.
Aquí la psiquis influye sobre el sistema hidráulico, tanto el pene como los genitales de la mujer; para excitarse, deben permitir la entrada de sangre a los mismos.
Cuando el hombre tiene miedo, sus genitales se achican, se arrugan; y las mujeres no pueden lubricarse, mojarse, no se excitan.
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