domingo, 10 de febrero de 2013

Convivir en pareja reduce el riesgo de sufrir infartos



Estar casado, siempre que se conviva con el cónyuge, o vivir en pareja es un factor que reduce el riesgo de sufrir infartos de miocardio en hombres y mujeres de todas las edades.

De acuerdo con este estudio finlandés, que analizó los datos de ciudadanos mayores de 35 años de cuatro regiones finlandesas entre 1993 y 2002, vivir en pareja está asociado con “un pronóstico considerablemente mejor en eventos cardíacos agudos”, sobre todo en matrimonios de mediana edad.

Para realizar la investigación, el equipo cruzó los datos de las 15.330 personas que sufrieron un síndrome coronario agudo durante ese tiempo en las zonas estudiadas.

De todos los infartos registrados, poco más de la mitad (7.703 casos) provocaron el fallecimiento de los enfermos en los 28 días posteriores al ataque. Según el estudio, los hombres solteros, divorciados o viudos sufrieron entre un 58% y un 66% más infartos que las personas casadas de todas las edades, mientras que entre las mujeres no casadas la cifra fue entre un 60% y un 65% más elevada.

Las diferencias son aún mayores si se compara el porcentaje de defunciones en los 28 días posteriores al infarto entre personas casadas y no casadas, lo cual indica que el estado civil estaría asociado también a las probabilidades de superar un ataque al corazón.

La tasa de mortalidad fue entre un 60% y un 168% o más alta en los hombres solteros que en el grupo de personas casadas de ambos sexos, y aún mayor (entre el 71% y el 175%) en las mujeres no casadas.

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