En todas las familias siempre hay alguien que, cuando vienen visitas, se mete en su cuarto y generalmente es la misma persona que el fin de semana prefiere ver una película de terror a salir de parranda. En mi familia, este antisocial era yo, hasta que un día me di cuenta que se me estaban pasando los días y que la vida era un ratito.
Si no salía a vivirla, me la podía haber perdido.
Luego, saliendo y conociendo, llegué a ser parte de varios grupos de amigos con quienes pasé (y aún paso) momentos increíbles. Eventualmente, un amigo me presentó a otro y este a otro y así, un día, conocí a mi príncipe azul.
Quiero que tú también conozcas al tuyo: por eso, te pido que te pongas tus tacos y tus lentes de lectura y veas estos tips para no quedarte vistiendo santos, escuchando a Ricardo Montaner.
¡Anímate! Busca realizar actividades nuevas para conocer gente nueva. Cursos de idiomas, bailar caporales, un diplomado o un club son buenas opciones.
¡Ármala! Aprovecha feriados, cumpleaños u otras fechas especiales para realizar actividades con tus amigos, siempre abriendo la posibilidad de que inviten a otros amigos que no sean del grupo, así no caerán en monótonas reuniones donde los mismos hagan siempre lo mismo.
¡Reviéntate! Aprovecha para salir de fiesta. La noche es la mejor cómplice para acercarte a un extraño y, si sales en un grupo de chicas, las probabilidades aumentan. Intenten conocer lugares nuevos, porque si van a los mismos lugares, será la misma gente.
¡Atrévete! En el Siglo XXI, la mujer ha dejado de ser la doncella delicada que espera en su castillo a que llegue el príncipe azul que mate al dragón y la lleve en brazos hasta su nuevo castillo. Primero, los dragones no existen, ni los príncipes, y ni hablar de los castillos. Cargar a alguien por más de cinco metros es imposible, salvo que seas un perro chiguagua. Así es que, lo único que te queda, es armarte de coraje e ir por él. No te digo que te avientes sobre él semidesnuda, sólo que inventes un pretexto interesante para comenzar a charlar “casualmente”.
¡Conéctate! Las redes sociales te dan un montón de oportunidades de conocer a nuevas personas. Tomando las previsiones respectivas, anímate a convertir a algunos amigos virtuales en amigos de carne y hueso, quién sabe y te conviertes en protagonista de otra historia de amor de personas que se conocieron por internet.
¡Retócate! Puede que conozcas al hombre de tus sueños en el supermercado, en el puesto de periódicos o en el banco, así es que asegúrate de siempre ser tu mejor “tú”. Eso significa que debes olvidarte de salir con peinado “cola” y con ropa de talla XXL.
¡Actualízate! Lee, investiga y mantente al tanto de la actualidad en política, sociedad, entretenimiento, ciencia y música. De nada sirve que conozcas al hombre de tus sueños, si espantas al mismo a los cinco minutos porque no tienen tema de conversación.
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