Cuanto más tiempo un hombre casado se dedica a las tareas de la casa, como limpiar, lavar la ropa, planchar, cocinar y lavar los platos, menos sexo tiene con su esposa, según un estudio difundido en el número de febrero de una revista estadounidense de sociología.
Lo contrario sucede cuando el marido se dedica al jardín o a su automóvil, según las conclusiones del informe que destacan "la importancia de los papeles tradicionalmente otorgados a cada uno de los sexos" y su influencia en la frecuencia de las relaciones sexuales en un matrimonio heterosexual.
"Existe una suerte de escenario sexual bien definido para cada género, en el cual manejarse según el género es importante para el desarrollo del deseo sexual", afirma Sabino Kornrich, investigador del Instituto Juan March de Madrid, que realizó el estudio junto a las sociólogas de la Universidad de Washington Julie Brines y Katrina Leupp.
Pero las conclusiones del estudio, que se basa en las respuestas de 7.002 encuestados, no deben llevar a los hombres a dejarse estar en el hogar.
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