La sociedad hasta hace unos años ridiculizaba el sexo de los adultos mayores de 50 años y más con comentarios como “viejos verdes”. Salvo por factores como enfermedad o ausencia de pareja sexual, es recomendable que el contacto sexual se siga practicando para lograr el bienestar sicológico y físico de la persona.
Es natural que las personas con el paso de los años hayan madurado y ello supone cambios síquicos, físicos y sociales. Por supuesto que todo cambia, incluso la sexualidad, que puede ser diferente, pero igual de satisfactoria.
“También hay que recalcar que a partir de la década de los 50 la sexualidad trasciende más allá de los genitales. La compañía, el cariño, los abrazos, las caricias, la intimidad del uno con el otro cobran mayor importancia”, manifiesta la ginecóloga Susana López.
Hablando de la mujer
“Numerosas mujeres, cuyos hijos e hijas son adolescentes, jóvenes o tal vez se casan y se van del hogar, comienzan recién a tener mayor oportunidad para ellas y descubren que sus experiencias sexuales reprimidas ahora afloran con mayor énfasis, de repente tienen un toque distinto y son muy gratificantes. Ya quedaron atrás las tensiones y la atención tan directa que requieren los hijos pequeños, la época entre el trabajo y la casa, no hay tiempo ni de mirarse en un espejo y que al sexo se iba casi de rutina. De nuevo, cuenta con mayor espacio para sus intereses personales y para el descanso y, por tanto, se puede producir un reencuentro erótico sexual y sensual, sin premuras, donde la pareja se dispone a coparticipar, en una transferencia recíproca de goces, emociones y ternuras sexuales”, dice la terapista sexual, Liliana Zabala.
Tal vez llegaste a una edad que tiene tantos beneficios como los 20 años, ahora podés hacer lo que se te ocurra, ya no tenés hijos que criar, ni mucho menos que cuidar. Entonces podés emprender viajes, paseos, amigos, dedicarte a lo que siempre quisiste, sin miedos ni preocupaciones por ir a buscar a los niños al colegio, por dejar el trabajo o por el almuerzo con la familia del marido. La juventud es sólo cuestión de actitud.
Hay que remarcar que la capacidad sexual no desaparece con la edad, solo disminuye su intensidad, tal como sucede con las funciones de algunos de nuestros órganos. Disfrutar de la plenitud sexual luego de la menopausia y la andropausia está lejos de ser una fantasía. Porque si bien se producen ciertos cambios físicos en la mujer y el hombre que afectan a la sexualidad, la capacidad de llegar al orgasmo durante una relación de pareja, no desaparece. La disfunción sexual es un trastorno que afecta a mujeres y hombres en cualquier etapa de la vida. Sin embargo en el caso de “ellas”, los cambios suelen ser más notorios durante el climaterio.
Menopausia
Esto produce cambios más notorios en la función sexual, como la sequedad, el dolor o la disminución del deseo, esto es variable, pues no a todas las mujeres les pasa lo mismo. De hecho, hay algunas que a partir del cese de la preocupación del embarazo, experimentan una liberación que mejora el deseo y por ende la relación sexual. Influye también el entorno, que se llena de tabúes y prohibiciones, de miradas y personas que parecen señalar a quien debería modificar su comportamiento, solo por haber cumplido 50. En esta etapa, me quedo con la frase: “se cierra la fábrica y se abre el parque de diversiones”, asevera Liliana.
El juego de las hormonas
Si bien es cierto que hay pérdida de algunas hormonas, no significa que no haya deseos sexuales para ambos, la sequedad vaginal y dificultades en las erecciones son normales. Las relaciones sexuales son más espaciadas, pero pueden llegar a tener mucha más calidad que en los años juveniles porque ya existe un acople beneficiado por el tiempo de unión.
Más ventajas
La menor necesidad de eyacular y el mayor control sobre el momento de los varones mayores, hace posible que esté más pendiente de la mujer. La mayor lentitud de todos los procesos de excitación, hace posible que varones y mujeres mayores disfruten con tranquilidad de la sexualidad.
El disponer de mejores condiciones ambientales para las relaciones sexuales; más disponibilidad de tiempo, ausencia de niños o la desaparición del miedo al embarazo, favorece las mismas.
Se debe aceptar que si una persona de edad avanzada, goza de buena salud física y mental, y tiene una pareja estable, tiene derecho a interesarse por el sexo. Modificá la creencia de que esto es sinónimo de juventud.
Las caricias son tan importantes como antes
Las relaciones sexuales despues del medio siglo de vida son más espaciadas y con más calidad al existir el acople en la relación, aunque el hombre necesita más colaboración de su pareja con mayores estímulos para producir los mismos efectos que antes, siendo la relación más prolongada de contactos corporales y mayores afectividades. Las caricias y el contacto afectuoso son vitales para lograr recepción de la mujer.
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