jueves, 7 de abril de 2011

10 tabúes que enloquecen

Fetiches, fantasías, bondage… estos son sólo algunos de los tabúes sexuales más comunes. Es momento de abordar estos temas “prohibidos”. La pregunta es cómo hacerlo y qué efecto tienen en tu vida sexual.

Quizá tienes la mente abierta y no tienes perjuicios cuando se trata de sexo, o quizá eres tímida y él sea atrevido, por lo que te cuesta probar cosas nuevas. Sea cual fuere el caso, estos tabúes pueden ayudar a la relación. La clave está en usarlos de la mejor manera, pues si te presentas con un látigo y esposas, puedes asustarlo. Conoce los tabúes sexuales más comunes y aprende a afrontarlos y comunicarlos a tu pareja.

1 Tus fantasías. Todas tenemos fantasías, creamos historias románticas, apasionadas y hasta eróticas en nuestras mentes. Y si tu fantasía va más allá de un sexy encuentro con Brad Pitt, no te asustes pues es normal. No obstante, lo importante es poder diferenciar una fantasía de la realidad, y es que las fantasías son lo que no practicamos en la vida real. Y también debes estar conciente de una cosa: no porque sea una fantasía sexual debes llevarla a acabo.

Por lo general, los hombres fantasean con un trío o relaciones sexuales con varias mujeres, y las mujeres fantasean con otro hombre o un actor de cine, lo que es común. Claro que la comunicación es importante, pero nos preguntamos, ¿hasta que punto podemos compartir nuestras fantasías? Hay límites! Si le dices a tu pareja que fantaseaste con tal persona, en lugar de él, podrías herir sus sentimientos. Pero si quieres hacer el amor en el jardín, como lo visualizaste en tu fantasía, entonces alimentará tu disfrute sexual en pareja.

2 Jueguetitos. Es su quinto aniversario y tú, como muchas otras mujeres, quieres regalarle algo especial a tu pareja y que al mismo tiempo ayude a mantener viva la chispa sexual. Existen juguetes, disfraces o hasta instrumentitos que pueden ser buenos a la hora de experimentar en la cama. Sin embargo, no nos animamos a usarlos, ni presentarlos a nuestra pareja. Incluso te preguntas si quedará horrorizado. Asimismo, podemos tener ciertos conjuntitos lenceros súper sexys pero que están llenos de polvo en nuestra gaveta o que sólo sacamos a relucir en ese día especial. Admitámoslo, un liguero no es una prenda que usas en el día a día.

No todos son abiertos a la hora de experimentar cosas nuevas, y si de sexo hablamos, ¡peor! Pero hay juguetes que a la vista asustan, mientras que hay otros que son, “algo más recatados” como plumas o pañuelos de seda. Quizá puedes empezar con algo así. Si no sabes como reaccionará él, será mejor que hables con tu pareja antes de comprarte algo más osado o “kinky”. Para muchos expertos, cuando incluimos juguetes sexuales en nuestro repertorio sexual existen tres reglas de oro: sentirte a gusto, que ambos estén de acuerdo y que nunca se haga daño a nadie (ni a terceros).

No olvides que mientras más amplíes tu repertorio sexual, el placer sexual será mayor.

Por último, si no te animas a usar juguetes, vístete de manera diferente, rompiendo con tu imagen de niña buena; puedes ponerte un corsé con ligueros, un vestido transparente o un disfraz de profesora. Y si quieres implementar algunos objetos, puedes hacerlo como si fueran parte del “disfraz”.

3 S&M. Sadomasoquismo. Esta es una palabra que puede asustar a muchos, porque inmediatamente evoca la imagen de látigos, esposas y tortura. Pero, ¡estas equivocada!, pues esta práctica sexual no se trata de eso. En los juegos sadomasoquistas uno es el que domina y el otro es el dominado; estas representaciones incrementan el placer erótico. Y para muchos sexólogos, todos (en menor a mayor grado) jugamos con estas polaridades. Un ejemplo sencillo en un menor grado es cuando muerdes el hombro de tu pareja o pasas las uñas por su espalda durante el sexo. Siempre adoptas un papel, ya sea más dominante o sumiso. Pero lo que es importante es no lastimar a nadie, y sentirse cómodos experimentando con la sensualidad. No es necesario incluir látigos, ni nalgadas, ni esposas… simplemente jugar con estos roles.

4 Bondage. ¡Átale! La inmovilización es una práctica cada vez más común que puede resultar muy excitante. Al atar sus manos y hacer lo que quieras con él sentirás cómo aumenta su excitación… y te resultará irresistible. Ten en cuenta que no es necesario comprarte esposas, un pañuelo o corbata sirve. El bondage forma parte del sadomasoquismo ya que ser amarrado aumenta la energía sexual instantáneamente porque incluye un elemento de vulnerabilidad, ya que cuando estás amarrado estás bajo el control de tu pareja, y todos sus deseos, lo que resulta excitante. Además, la persona dominada está enfocada en ser seducida y en el placer, ya que no puede hacer nada más.

Jugar que uno está en control y que es responsable de tu placer, es un gran estimulante sexual, y más para ellos.

5 Al oído. El oído es muy sensible y las palabras tienen más poder de lo que imaginas. Pueden abrir las puertas de la pasión y el erotismo, o por el contrario, acabar con un momento sexy. El 83 por ciento de los hombres admite que le gusta que su pareja le hable en la cama. Muchas mujeres lo hacen naturalmente, mientras que otras no, porque temen sonar como una actriz de un filme porno. Sin embargo, a muchas mujeres nos excita que nos digan ciertas cosas, incluso nos hace sentir deseadas y sexys. Pero existe una línea delgada entre lo sensual y lo ofensivo, por eso debes cuidar tus palabras. Y, si no estás segura de lo que pensará tu pareja, será mejor que hables con él antes de lanzarte algún comentario muy subido de tono. Por lo contrario, si a él le gusta que le “hables” pero tú no te animas, dile que te ayude y guíe poco a poco. Pero tú siempre pones los limites, y dile hasta que punto estás cómoda. La mejor manera de comenzar es describiendo lo que quieres que él haga contigo durante el sexo, decirle qué te gusta y expresarle como te sientes.

6 Juega contigo. Para los hombres, la excitación entra por la vista y les encanta ver cómo una mujer se excita, sin mencionar que les da una información valiosa, pues ve claramente lo que te excita. Y la mujer, al ver el creciente deseo de su pareja, sentirá una mayor excitación. Claro que es difícil animarse a realizar un “sexo a solas” frente a tu pareja, por eso, tócate antes de que él vaya a tu casa pero quédate al límite, sin llegar al orgasmo. Cierra tus ojos e imagina a tu pareja. Cuando él llegue, debe verte en ese punto alto. Luego, describe lo que te excitó y mentalmente evocará esa imagen. Lo volverá loco.

Si quieres llevarlo a un punto aún más alto, haz esto antes de ir a una cita con él. Pero dile que sólo pueden hacer el amor al final de la noche.

7 Juega con él. Durante el juego previo, lo tocamos “allí” hasta que se excite, y no hasta que explote de placer y llego al orgasmo. Jueguen a hacerse “trabajos manuales” mutuamente. Al tocarlo le demuestras ese deseo que tienes de estar con él y tener el contol sobre él. Así que sorpréndelo con un “hand job” en el momento menos esperado; cuando esté tranquilo sentado en el sofá o durante una película. Si no te animas a tocarlo, o no sabes como hacerlo, sigue este consejo: Con una mano toma la base de su miembro y pon la otra sobre ella. Mueve ambas manos en direcciones opuestas.

Y si quieres enloquecerlo más, hazlo cuando él no pueda reaccionar como quisiera: sorpréndelo cuando esté hablando por teléfono con alguien. Incrementa el placer haciendo un aro con tus dedos, juntando tu pulgar y tu índice. Ponlo alrededor de la base de su miembro y suavemente desliza el arito hasta la punta.

8 Como dos extraños. Cuando pretendes ser otra persona, cambias todas las reglas existentes y actúas de manera distinta. Por un lado, ambos se vuelven más “atrevidos” y deben ser creativos para jugar ese rol impuesto, por lo que debes inventarte todo tipo de cosas atrevidas que a tu personaje “inventado” le gusta. Mientras juegas el rol de cierto personaje elegido, puedes salirte de tu zona de confort con mayor facilidad y disfrutar de esas sensaciones extremas, como posiciones que normalmente no harías o decir cosas que no dirías.

Juega a que son completos extraños. Encuéntrense en un lugar, puede ser un bar, a cierta hora y armen todo el escenario. En este caso, se están conociendo por primera vez. Antes de acercarte a él, coquetea de lejos. Luego acércate y preséntate, dile tu nombre inventado y qué es lo que haces. Luego de unos minutos de conversación, dile lo que quieres que haga o quieres hacerle. Y mantente en ese personaje durante toda la noche.

Un rol muy excitante es cuando uno de los dos toma el personaje de una persona con poca experiencia sexual y que necesita guía. Cuando uno juega a ser inocente, el otro se excita sólo con la idea de saber que estará en control del otro y será el responsable de su placer sexual.

9 Una buena vista. Si hay algo sexualmente atrevido es verse y apreciarse mutuamente, gracias a una “buena vista” de sus cuerpos y en distintos ángulos. Por eso, si lo haces en varios lugares de la casa, los obstáculos de ciertos ambientes te forzarán a acomodarte en distintas posiciones.

Por ejemplo, puedes llevar la acción al sofá. Dile a tu pareja que se mantenga parado y te haga el amor mientras está detrás tuyo. Tú puedes hincarte y jugar con los almohadones. Recuerda que el sexo de parados no sólo es súper excitante, pero también es hacer el amor en un lugar “semi público”… todo esto tiene ese componente tabú.

10 Juegos previos. Los jueguitos sensuales antes del acto sexual pueden ser sexys y tiernos o atrevidos e innovadores. Sean como fueran son ideales para convertir el acto sexual en una experiencia maravillosa y aún más placentera. Sin embargo, son pocos los hombres que le dan el tiempo y esfuerzo necesario a este acto, ya que muchos van directamente a la penetración, casi de manera mecánica e instintiva. Y a nosotras, que necesitamos más trabajito en esa área, nos dejan con ganas de jueguitos sexys. A ellos les excita, pero nosotras los necesitamos. Y si es que tenemos nuestro amado juego previo, le puede llegar a hacer falta algo de novedad e ingenio (nuestra queja número uno según estudios). Queremos palabras, besos, masajes y caricias, elementos que exaltan los sentidos. No olviden que el 80 por ciento de las mujeres asegura que mientras más largo e intenso sea el juego previo, mejor (y más intenso) será el orgasmo.

Pero no todas nos animamos a pedírselo a nuestras parejas, ya sea por miedo a herirlos o a que se enojen. Porque cuando se trata de sexo, nos resulta algo difícil e incomodo hablar de lo que no nos gusta, o nos gusta. Si no te animas a hablarlo, toma las riendas del asunto y espéralo con todo listo para un “foreplay”: puedes añadir aceite para masaje, velas aromáticas, vino, frutillas con crema, una tina con espuma…

Aquí ideas para hacerlo aun más HOT y que te llevarán directamente al gran “O”. /

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