Ampliando tu repertorio sexual impresionarás a tu pareja, llegarás al orgasmo, aumentarás tu seguridad sexual y alimentarás la intimidad y placer sexual. Aprovecha esta noche para soltarte e ir más allá!
Besos locos. Pídele que te bese ahí abajo igual que lo hace en tus labios, será una experiencia inolvidable. Su lengua puede hacerte cosquillas y es insuperable cuando te chupa suavemente la piel.
Erótico aceite. Calienta un poco de aceite de masaje en el microondas e introdúcelo en una jeringa. Dibuja con ella sobre su cuerpo; escribe algo o traza rutas sexys empezando por el cuello, siguiendo por sus brazos, bajando por la espalda, su trasero... lo excitará mucho más de lo que lo haría un masaje. Luego, dale un masaje erótico por las zonas elegidas. En la siguiente ronda, le toca a él.
Congelados. Al hacer el amor ponte encima de tu chico y, mientras te penetra, quédate completamente quieta durante unos segundos. Luego empieza a apretar rítmicamente tus músculos pélvicos. Es importante que ambos resistan el impulso de moverse durante uno o dos minutos. Mientras tanto, mírense, díganse cosas sexys y acaríciense. Dejar que se acumule el deseo garantiza que el placer se triplique cuando al fin puedan moverse.
Intensifica tu orgasmo. Cuando uno esté al borde del gran “O”, apriétalo aún más. Si estás en el misionero, acércalo hacia ti con tus piernas. Si te encuentras encima, que te tome por la cintura y te acerque a él.
Dulces mentas. Combina frío y calor con té de menta. Toma un poco de té para que caliente tu boca justo antes de que la coloques sobre las partes privadas de su cuerpo. El mentol de la hierbabuena refrescará la zona cuando retires tu boca, una mezcla de caliente y frío al mismo tiempo.
“Lady Parts”. A los hombres les encanta la depilación extrema. Les es excitante, tanto a la vista como al tacto. Pero, aseguran que lo ideal es a mitad de camino: el pubis depilado casi por completo pero con un pequeño triángulo.
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