Muy pocas mujeres (sólo las más lanzadas) saben que si, cuando están realizando sexo oral, añaden un baile de lengua o un truquito inesperado, su pareja enloquece. Aquí te damos truquitos para que implementes algo nuevo a tu “repertorio oral”.
Zumba. Esta técnica de sexo oral (hummer, en inglés) es fácil y efectiva; sólo necesitas zumbar para crear vibraciones excitantes. Si añades este embellecimiento erótico a tu reportorio lo volverás loco. Es fácil: cuando estés lamiendo o succionando allí abajo zumba (“mmmm”) por unos cuantos segundos en un tono suave mientras mueves tu boca de arriba abajo.
Variar el tono de tu voz creará distintas sensaciones: los tonos bajos crean vibraciones más lentas y los altos más rápidas. Las vibraciones son más intensas en la apertura de tu boca, así que enfócate en la cabeza de su pene, envolviéndola con tus labios.
Como nunca fue besado. El meato, que es el huequito en la punta de su pene, es súper sensible. Pon la punta de tu lengua allí y aplica un poco de presión. Te agradecerá por darle importancia a esta pequeña zona tan olvidada.
Punto clave. El glande, la cabeza del pene, tiene casi tantas terminaciones nerviosas como tu clítoris, así que no obvies esta zona. Si lo haces bien, lo elevas a los cielos y si no, puedes hacerle daño. Para estimularlo, tómalo con tus manos con delicadeza; que una mano cubra la base y la otra todo el pene, menos el glande; gentilmente enrosca en direcciones contrarias.
Mientras aumenta la erección, el glande se hípersensibiliza, por eso no debes sobreestimular; sólo debes rozarlo con tu lengua, como si fueras una víbora.
Sensibilidad pura. El frenillo del pene es la zona erógena masculina por excelencia. Es la zona de piel que se extiende desde el prepucio hasta el glande, la pielecilla que permite que el “capuchón” del pene recubra el glande. Con una gran cantidad de nervios, y piel finísima, debes tratarlo bien y evitar movimientos bruscos que lo dañen. ¿Cómo hacerlo? Con el dedo índice acaricia el frenillo en circulitos. Luego, toma su pene con tu dedo dentro tu boca. Mientras mueves tu boca de arriba abajo, frota suavemente tu dedo sobre el frenillo.
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